ROTTERDAM 2017: LOS TERRITORIOS DE IVAN GRANOVSKY

ROTTERDAM 2017: LOS TERRITORIOS DE IVAN GRANOVSKY

Por Aldo Padilla

La banalidad con que parte de la prensa toma la crisis humanitaria ha llegado a un punto casi comercial. El consumismo de la información que se trasmite de soslayo desde Occidente, ha hecho que la sociedad tome con más ligereza estas decenas de muertos de países, que no pisará en su vida. Y de la misma forma los periodistas, de los cuales solo una pequeña cantidad se sienten realmente comprometidos, toman cada vez más cada cobertura como un trofeo de guerra (definición doblemente adecuada). Partiendo de esta premisa Iván Granovsky plantea un documental en clave de comedia sobre un periodista-director sin un rumbo definido sobre su papel profesional, donde se muestra a sí mismo como un entrevistador por herencia más que por vocación, dado que su padre es un famoso entrevistador, mientras va recorriendo países como si estuviera recolectando amores de verano.

En el inicio de la película el director relata las distintas desventuras de sus primeros films, desde un documental sobre el movimiento etarra en el país vasco, hasta un documental sobre la guerra en Kurdistán, grabado en Mendoza. Seychelles, Namibia, Papua Nueva Guinea, son países que desfilan a modo de banderas en la escena inicial del film, con la voz del director de fondo adivinando las capitales de dichas naciones. Luego, cada cambio de escenario es definido por la bandera del país visitado con una textura levemente pixelada, que le da un tono juguetón al país que va recorriendo, acompañado por el himno, que a la vez convierte al protagonista en una especie de embajador o visitante oficial. Los territorios que va recorriendo Granovsky en busca de su entrevista definitiva, plantean una idea alejada de lo que él realmente quiere, y que termina siempre chocando con la alargada sombra de su padre.

Uno de los elementos mejor logrados aparecen en las escenas de los e-mails que recibe Granovsky de su madre, su padre y algún acreedor molesto. El gag consiste en ir mostrando como va subiendo la intensidad de la molestia de todos por la falta de seriedad del director. La comedia está muy presente de diferentes formas en la película, tanto por las frustraciones del director, los amores no correspondidos, la forma en la que Granovsky va eligiendo su siguiente destino, que da el contrapunto perfecto para la dramática situación que suele estar viviendo el país elegido.

 Es posible que la sociedad haya llegado al punto, en el cual la noticia puede decir: “diez muertos y quince heridos en un ataque terrorista en…” y es probable que nuestra mente trate de adivinar antes de terminar la oración: Irak, Kurdistán turco, Siria. ¿La insensibilidad como forma de escape a la realidad?

Curiosamente hace un año se presentaba Territorio de Alexandra Cuesta, donde la directora exploraba Ecuador de una forma íntima e introspectiva, muy opuesto a lo que hace Granovsky: dos visiones de poesía geográfica mediante el uso de la contemplación o la comedia.

No es posible acusar a Granosky de banal, lo que representa en el documental no es más que un reflejo de una realidad que se traspone en la falta de identidad del director. ¿Que es lo que en realidad somos? ¿Seres conscientes de nuestro entorno o seres que entienden un territorio como algo ajeno que hay que apropiarse?

Bright Future
Director: Iván Granovsky
Guión: Iván Granovsky, Ezequiel Pierri, Ana Godoy, Félipe Galvez
Producción: ProducerEzequiel Pierri / Autocroma, Michael Wahrmann / Punta Colorada de Cinema, Julia Alves / Punta Colorada de Cinema, Silvia Cruz / Punta Colorada de Cinema, Jerónimo Quevedo / Un puma, Victoria Marotta / Un puma, Iván Granovsky / Autocroma, Ana Godoy / Hermanos Godoy, Marion Klotz / Autocroma, Alessio Rigo de Righi
Compañía productora: Autocroma, Punta Colorada de Cinema, Un puma, Hermanos Godoy
Edición: Ana Godoy
Diseño de producción: Marina Raggio
Reparto: Iván Granovsky, Alberto Ajaka, Rafael Spregelburd, Valeria Lois, Joana de Verona, Juncal Altzugarai, Barbara Gauvain
País: Argentina, Brazil, Palestina, 2017