AL ESTE DE LIMA 2017: DIE EINSIEDLER (LOS ERMITAÑOS) DE RONNY TROCKER

AL ESTE DE LIMA 2017: DIE EINSIEDLER (LOS ERMITAÑOS) DE RONNY TROCKER

Por Ivonne Sheen

Los Alpes, paisaje sublime, de aire frío, de grandes montañas que acompaña a la modernidad europea. En la frontera de Austria e Italia, se encuentra Tirol, región de habla alemana, donde se desarrolla el conflicto familiar y social de Los Ermitaños (Die Einsiedler). Ronny Trocker, nos presenta los contrastes de los dos entornos (uno en proceso de extinción y el otro en proceso de crecimiento) que se desarrollan en dicha región: un estilo de vida rural, basado en la autosuficiencia, versus un progreso industrial que aprovecha la riqueza natural con fines económicos.

Albert, por recomendación de su madre, trabaja para una mina de mármol. Es un hombre que se ha visto obligado a insertarse en un estilo de vida neoliberal, adecuado a la carrera por el progreso económico, y en este sentido, el éxito. Sus orígenes rurales no lo abandonan, y ese sentimiento de extrañeza ante el entorno de su nueva cotidianidad, devendrá en un posible naufragio por la modernidad de su región, la cual habla italiano y se mueve hacia el incesante progreso.

A lo largo de la película resulta difícil determinar quién es el protagonista: si lo es Albert o si es lo es su madre. La narrativa se desarrolla con una sutil fragmentación binaria que contrasta dichas realidad comprendidas como opuestas. Los ancianos, sus padres, se encuentran aislados, en la cima de un monte de difícil acceso -hasta el viejo teleférico que construyeron ha dejado de funcionar-. Albert va de visita de vez en cuando, demostrando mayor apego a su padre, porque su madre lo quiere lejos de allí. Ella, de gesto endurecido, demuestra un fuerte rechazo ante la presencia de su hijo en la obsolescencia de su granja. Es difícil determinar las razones de dicha actitud tan hostil y fría. Trocker nos lleva de la mano, con prudencia y discreción, hacia las razones más profundas de dicho conflicto familiar.

El padre de Albert muere, producto de un accidente en la granja. Situación que obligaría el retorno de Albert a la granja, o la migración de la madre a la casa de este. Sin embargo, la resolución del drama resulta como metáfora de la irreconciliable relación entre el mundo rural y el mundo de progreso económico. El primero se inserta en un total abandono, representado intensamente con disparos de escopeta que la madre de Albert dirige al crucifijo colgado en su sala, y a su última vaca con vida. La anciana se dejará al abandono, consciente que su propia muerte es la única manera por la cual su hijo se mantendrá lejos de dicho mundo rural, destinado a que sus habitantes vivan aislados y eventualmente se extingan.

En paralelo, Albert no logra adaptarse a su nueva cotidianidad moderna. Intenta el amor, de manera torpe, y desafortunada. Intenta la amistad, la cual tampoco funciona. Huérfano total. Sin raíz alguna de donde sostenerse, y después de renunciar a su trabajo para volver a la granja, Albert  es testigo del auto-sacrificio que su madre hace por él. Luego de ver a su madre muerta, este decide irse. No sabe a dónde, ni tampoco cómo. Pero, se va, rodeado de voces en otro idioma, en un vehículo moderno que probablemente lo transporte a una novedad, sin el sustento de un origen sólido y arraigado.

Los Ermitaños nos presenta la realidad del desarraigo. Estado casi intrínseco en sociedades que poco a poco abandonan a sus regiones rurales, situándolas en una pausa temporal que resulta contraproducente para el movimiento de producción en el que la humanidad contemporánea se necesita inserta.

AL ESTE DE LIMA 2017: SECCIÓN COMPETENCIA FICCIÓN
Director: Ronny Trocker
Guión: Ronny Trocker, Rolando Grumt Suarez
Producción: Susanne Mann, Paul Zischler
Director de fotografía: Klemens Hufnagl
Editor: Julia Drack
Alemania, Austria, 2016
Zischlermann Filmproduktion, BLS Alto Adige, Golden Girls Filmproduction, Echo Film