Por José Sarmiento y Mónica Delgado
Casi a finales del año pasado, el cineasta, curador y docente español, actualmente radicado en Los Ángeles, Antoni Pinent estrenó su nuevo trabajo “i STiLL BELiEVE iN CELLULOiD” [aka ‘film beyond film’] o iSBiC (2020), una serie de cortometrajes (o cápsulas como él las denomina) como parte de un proyecto multimedia que reflexiona sobre la práctica y vigencia del cine experimental, el arte y el celuloide como materia.
Pinent es un conocido nuestro, ya que en 2017 estuvo en Lima dictando unas charlas y talleres en el marco de la primera edición del Festival Internacional de Apropiación Audiovisual MUTA. Es en este marco que pudimos ver proyectados sus films, entre ellos G/R/E/A/S/E (2008-2013) y FILM QUARTET / POLYFRAME (2006-2008) o SHARITS / KASSEL 2015 (2015/2020), y que se han proyectado en diversos festivales internacionales y galerías. iSBiC es su nuevo proyecto y también un reto distinto a lo que venía realizando. En estos días, la ‘Microscope Gallery’ de Nueva York le dedica un monográfico que, aunque no incluye iSBiC, permite ver en panorama, desde una curadoría ortodoxa, su obra en experimental y hecha en fílmico.
En iSBiC, cada una de las diez cápsulas (#0-#9) tiene una duración muy breve, entre cinco a once minutos (78 en total), y cada una aborda algunos tópicos o perspectivas sobre el montaje, la labor artesanal del cine experimental, la relación intertextual entre diversas disciplinas y prácticas artísticas desde un modo muy lúdico, casi con la mordacidad o ludismo de un film de animación de la vieja escuela. Pero, ante todo, es una abanico de posibilidades sobre cómo trasladar el celuloide fuera de su usual campo de acción, para verlo incluso reptar por alguna avenida hollywoodense. ¿Es esto posible? En la mirada de Pinent este “Yo sigo creyendo en el celuloide” o “El film más allá del film” pasa por acceder a la reinvención, a desmantelar el uso matérico del celuloide y de fusionarlo o activarlo desde otras experiencias, incluso tan manuales como aquellas que permitieron su origen.
En iSBiC hay, además, un ludismo que no se encuentra mucho en el experimental hoy en día. La manipulación del formato, de lo matérico, en estos juegos de significación y las distintas formas simbólicas que toma el celuloide (como llave, como cierre, como navaja, como ruta, como abertura carnal, etc.) asoman sumamente evocadoras y sensibles (prestas a los sentidos). Por ejemplo, el juego con el Étant Donnés de Duchamp en una de las cápsulas (#1), resplandece como una travesura magnífica y una metáfora visual muy potente. O como pasa con la cápsula #7 (‘recalculating… expiration date?’) que resulta también sumamente sugestiva, al establecer paralelo entre las instrucciones del GPS y la manipulación del carrete fílmico en movimiento.
iSBiC interpela gratamente sobre el uso y sentido del analógico en estos tiempos, pero también sobre la vinculación física del cine con lo cotidiano, y que de alguna manera se vuelve en una memorabilia, un espacio incluso de nostalgia o que de todas formas se preserva.
Desistfilm: En esta primera serie de piezas, la primera temporada de iSBiC, hay una intención didáctica (pese a la complejidad de algunas propuestas). ¿Cómo decidiste este perfil pedagógico para tu concepto de este nuevo proyecto?
Antoni Pinent: Bien, en realidad iSBiC no lo he concebido tanto desde su vertiente pedagógica, sino más bien desde su vía más lúdica y de referencias a la propia historia del arte, incluyendo su diálogo con el propio medio cinematográfico y por extensión el fílmico. Pero sí, contiene ese otro lado más pseudo-tutorial, puede que por ahí el espectador tenga esa sensación más pedagógica. Y es que, a veces creo que sin un conocimiento mínimo de los medios tratados, es difícil poder crear ciertas afinidades y permitir aproximarse a él con un mínimo de conceptos básicos. A veces, esa es mi sensación. Así que aquí, se intenta crear cierto equilibrio, entre algunas propuestas o ideas más crípticas, pero con una llave de acceso para los no iniciados en el campo del experimental.
Desistfim: ¿Está iSBiC también concebido como un trabajo de instalación, o comulga con algunos de tus trabajos de instalación? ¿Cómo percibes el complemento y diferencia de la imagen en movimiento destinada para la pantalla grande y la misma en el marco de una obra de arte más amplia?
Antoni Pinent: Estamos ahora en momentos difíciles para el campo del arte, así como en momentos de transformación en cuanto al disfrute de las exposiciones como las vivíamos hasta ahora. Supongo que en los próximos tiempos se irán desarrollando nuevas estrategias para ello, ya que la visita online (show rooms) a los museos en periodo de pandemia, es lo más aséptico que he vivido.
iSBiC, nace desde la indefinición. O mejor dicho, siempre había estado pensado como algo diferente, en sus diferentes etapas de génesis: un film largo (desde las primeras entradas en el block de notas desde 2012, al estilo del clásico de 1986 ‘Film Before Film. What really happened between the images?’ de Werner Nekes); cápsulas de imagen movimiento para mostrar mi extensión como artista plástico (periodo 2016 – 2018); y fue, en pleno inicio de pandemia que se definió así mismo, el proyecto del que ahora hablamos, tal y como ha quedado materializado, para ser mostrado -por ahora- en plataformas digitales y festivales.
A la espera de retomar, a partir de una futura apertura del mundo del arte, los espacios expositivos. Ya que iSBiC, creo que su potencial también encierra ese otro aspecto más allá de poder ver las cápsulas –en el display que sea: video proyector, monitores con auriculares, etc.-, y complementarlo con todo su universo de “personajes” y obras plásticas que hacen su aparición –cameo- a lo largo de sus contenidos, a modo más expositivo y cercano. Quizá, con el deseo que un potencial visitante de una futura muestra, pueda tocar –sentir- algunos de los artefactos que lo integran, como un más allá -o complemento- del visionado de las cápsulas.
Es decir, que todo el trabajo está pensado como un proyecto híbrido desde su realización y modo expositivo indefinido, para irse mutando y adaptando en sus viables espacios de exhibición, para encontrar así su potencial interlocutor.
Desistfilm: El Décollage sigue formando parte fundamental de tu trabajo con el cine experimental. ¿Por qué esa aproximación al cine desde su deconstrucción?
Antoni Pinent: Bueno, quizá porqué siempre he creído que para construir algo nuevo o desde cero, primero hay que desmontarlo. Ver sus elementos desmembrados, analizarlos, tomar contacto por su valor unitario, autónomo, el potencial que encierra cada uno de ellos, sin sus relaciones de dependencia. Y a partir de allí volver a buscar nuevos hilos invisibles, para crear nuevos patrones y combinaciones originales o creativas. Quizá, si lo comparamos con el diseño de ropa es más claro. Con el cine, siempre ha tenido muchos vínculos, sobre todo en el concepto de montaje, en nuestro caso en la unión de pedazos de tiempo… sobre todo si hablamos del ‘montaje transparente’, tratando de ocultar sus costuras. Aquí en iSBiC, se trata de mostrar su concepción, mostrando sus ideas básicas, su esqueleto desde la materia en crudo, materia prima, y de allí vamos recorriendo potenciales caminos creativos y dejándonos llevar por sus vías intrínsecas…
Hay que añadir que cada proyecto tiene sus propias reglas de juego, es decir FILM QUARTET / POLYFRAME (2006-2008), buscaba unir elementos de fuentes muy dispares, desde el Hollywood clásico a referencias del experimental; mientras que en G/R/E/A/S/E (2008-2013) -ambas realizadas en 35mm-, era hacer uso de una única fuente, pero presentándola como una nueva pieza, re-estructurada, desmontada, resignificándola o desvelando otras capas de su interior, más cercano al concepto del trabajo por capas en el décollage de Mimmo Rotella.
Para la primera temporada de iSBiC, en sus diez cápsulas (#0-#9), este desmembramiento o deconstrucción, gracias al registro externo del digital y no dependiente del propio recipiente contenedor de las imágenes, permite mostrar los elementos, algunas herramientas, y sobre todo las manos haciendo el trabajo de combinatorias, por momentos como si fuera un truco de magia (#5 / ‘step on concepts’), un músico de jazz en plena ‘jam session’, o algo más cercano a lo que sería el arte procesual.
Desistfilm: También iSBiC es un cuestionamiento al modo al que nos acercamos a la materia del cine experimental, pero lo haces desde el digital. ¿Cómo percibiste este tránsito?
Antoni Pinent: El propio soporte, el celuloide, se vuelve aquí en objeto de estudio y conocimiento, pero también de disfrute, de carnaval en donde él mismo se divierte, goza y explaya rompiendo con sus cadenas y usos comunes, revelando así parte de aquello que todavía no ha sido y podría ser… su potencial negado.
Algo similar, como ya sucedió durante el proceso de ‘liberalización’ de la pintura gracias a la aparición del registro fotográfico (captura fidedigna de la ‘realidad’, inicialmente); concibo un poco así este uso diverso del celuloide en la era digital. En la que el celuloide se siente más salvaje o libre -saliendo a la luz, un renacimiento-, dejando su atadura exclusiva a su función establecida por la industria, de ahí también la importancia de haber realizado iSBiC en el espacio geográfico de Los Ángeles – Hollywood.
Lo percibido como un nuevo paso o etapa, más allá del periodo que hemos vivido estos últimos 15 o 20 años, que fue la apertura de algunos laboratorios químicos artesanales en diferentes ciudades durante la transición de la industria cinematográfica del analógico al digital, tanto en rodaje como distribución / exhibición. Creo que debemos encontrar nuevas vías para transitar con el soporte físico, desde la comunidad del experimental y animación.
El celuloide visto -o reflejándose en el registro- a los ojos del digital adquiere unas connotaciones muy interesantes, que incitan a su reflexión, también desde la arqueología de los medios.
Pero, también desde su diálogo con el arte que lo rodea, con un acercamiento anti nostálgico e insuflando nueva vida en plena comunidad –convivencia- con el digital. Para mí, el proyecto en sí, continua mi trayectoria en el campo del arte de ir desafiando y abriendo nuevas vías de exploración, celebración y compartirlo con un espectador -afín o no- inquieto, participativo e iconoclasta.
Desistfilm: Hay una visibilidad muy clara de la “mesa de trabajo” del cineasta involucrado con el trabajo en celuloide. ¿Qué fue lo que te llevó a darle protagonismo a esta presencia tan elemental?
Antoni Pinent: En realidad, el banco de trabajo, sea con una mesa de luz o sin, es mi escritorio de uso diario. El espacio donde surgen las ideas, momento de intimidad con el soporte, de análisis pero también de disfrute, pasión y placer. El espacio donde se pasa más horas ponderando con el tiempo en las manos, probando ideas nuevas y variaciones, una zona de meditación, imaginando otras formas de compartir su contenido por nuevas vías inexploradas. Una esfera de comunión y felicidad, respeto por el soporte. Fascinación por el medio, la luz y sus herramientas intrínsecas.
Me parecía indicado mostrarlo en esta ocasión en su estado más crudo, como venido al mundo en su desnudez. Y de ahí que fuera el movimiento con las manos, que poco a poco fuera dándole una nueva vida… reanimándolo –o como la primera bocanada de aire al nacer-, sin uso de la tecnología u otras máquinas pesadas… Algo sencillo.
Desitfilm: “i STiLL BELiEVE iN CELLULOiD” es una especie de manifiesto para un formato que ha encontrado una segunda vida en estos últimos años. ¿Cuáles dirías son las principales avenidas en dónde lo matérico debe reafirmarse frente a lo digital?
Antoni Pinent: Bien, supongo que cada uno tendrá sus experiencias personales sobre este aspecto. El mío en particular, al inicio de la pandemia Covid-19, cuando inicié el registro de iSBiC en abril de 2020 en Los Ángeles, la parte táctil tomó todavía más importancia. Cuando tocar se convertía en precaución, mis manos tenían que estar en contacto con las imágenes inscritas en esas tiras de film. Era como una campo magnético a mi alrededor, no visto desde la nostalgia sino por su vínculo y potencial que todavía encierran. Su cuerpo orgánico, el ritual durante la preparación para reproducir las imágenes analógicas, el tiempo en las manos, etc. Todos esos aspectos producen sensaciones fisiológicas que el digital no contiene, el tacto de la caricia de la imagen, su olor, tamaño, su propia estructura y textura física, su composición química, etc.
Lo mismo podría decir de mi experiencia con los libros, ya sean novelas gráficas, de texto, cómics o libros de artista. Sí, los puedes ojear en digital, para ver algo de su contenido, pero el tenerlo en las manos… es una experiencia completamente diferente. Para iSBiC, hay algunos libros de artista que realicé para el propio proyecto… u otros que hago referencia de Bruno Munari o Alighiero Boetti, y particularmente el ‘Atlas’ (La Conquête de l’espace. Atlas à l’usage des artistes et des militaires) de Marcel Broodthaers (1975).
En cuanto al hecho de que sea un manifiesto personal o diario de intenciones, sí busca algo de eso. Estamos en un momento delicado y bisagra en los últimos 15 o 20 años –como indicaba antes-, pues algunas nuevas generaciones de cineastas se acercan al analógico, por su fascinación estética pero sin tener, a veces, un conocimiento amplio de sus usos o su tradición de cineastas y técnicas precedentes. Es algo que me preocupa, pues a veces tengo la sensación que estamos en una especie de espiral eterna, de perderse sólo por su placer estético y texturas. Algunos de mis anhelos iniciales con iSBiC, era tratar de proponer nuevas alternativas y salir del nicho, rompiendo ciertas convenciones de sus usos y/o abusos.
Desistfilm: El sentido del humor es imprescindible en tu propuesta, asimismo trabajado también desde lo sonoro. Además, es algo que asoma de manera muy delicada en tus trabajos previos (como en G/R/E/A/S/E). Cuéntanos sobre esta narrativa lúdica.
Antoni Pinent: Sí, es cierto que el aspecto sonoro en este trabajo es de gran importancia y está muy cuidado. Pues muchas de las ideas funcionan gracias a este. Me gusta concebir las ideas desde la ecuación/suma 1+1=3, es decir que la imagen + sonido den como resultado algo inesperado.
Con R.C. Alexandri, encargado del sonido -como fue con Dirk Schaefer para G/R/E/A/S/E-, muchas de las ideas trabajadas, se fueron modelando durante el propio proceso de trabajo durante la fase de montaje. Y cuando no se llegaba a conseguir lo deseado, las descartaba, pues tenían que funcionar desde una vertiente orgánica. Mis ideas para este proyecto, desde su inicio iban ligadas a crear un universo sonoro particular, por veces infantil, lúdico, pero con su lado poético y pellizcos de innovación.
Tengo que añadir, hasta que no se involucró R.C. Alexandri al proyecto, no empezó a caminar la fase de montaje de todas las cápsulas –y el número de ellas-, pues era su alma para darle vida al desarrollo, tono y ritmos de ciertas ideas e intenciones. El sonido tiene un componente mágico que te transporta y atraviesa la imagen, cuando se da ese elemento… se alcanzan algunos de sus objetivos. Se abren otras capas, y se entra en ciertas atmósferas con un poder magnético –cautivante-, casi hipnótico.
Fue un trabajo duro, por sus incertezas en la búsqueda de encontrar algo diferente, y con el añadido de haber trabajado a la distancia geográfica toda esa fase –por temas de confinamientos-, durante casi 5 meses de intensidad creativa. Articular las ideas en el montaje y su aspecto sonoro, simultáneamente.
El aspecto del humor, sí es cierto que es un elemento que me suele acompañar casi siempre, es como mi amigo de aventuras artísticas. Creo que debe estar presente, pues es el que hace avanzar la acción, plantea ciertos desafíos, desvela con su aporte de irreverencia, da un punto de rebeldía y hace saltar algunas de las convenciones establecidas. Es azote y estímulo por parte iguales, un pequeño motor invisible y versátil.
Aunque a veces siento que el humor en mi obra, no es bien percibido. Hace que ciertos aspectos no se toman con la seriedad que se debería, no digo que el espectador baje la guardia, sino que se menos valoran. Me gusta interpretarlo como la figura del bufón en la corte, no por hacer reír quiere decir que carezca de cierta profundidad y diga menores verdades… bueno, mis referentes para ello en el mundo del cine experimental, siempre han sido Michael Snow, Morgan Fisher o John Smith… quizá John Baldessari o Maurizio Cattelan en el artístico, entre otros.
Desistfilm: El sonido óptico cumple un rol fundamental. Cómo fue este trabajo sonoro en una pieza que se nutre, por ahora, del digital.
Antoni Pinent: Una vez más, creo que el digital aquí nos da la oportunidad de desvelar ciertos elementos del corpus cinematográfico, desde otra perspectiva. Más distante, pero no por ello menos íntima. Mostrar esa parte invisible, pero esencial del cine (sonido + imagen), tiene esa connotación de revelar cierto misterio. Aquello que siempre está en su lado izquierdo del fotograma (en caso del 35mm), pero que permanece oculto en pantalla.
Me parecía pertinente, dedicar aquí una de las cápsulas a esa parte tangible del sonido (#6 / ‘tactil sound’), su estructura visual sujeta a un soporte, coger su tiempo –duración. Atrapar la onda de sonido con las manos, pasearla con la punta de un pincel, acariciarla con la mirada hasta interiorizarla, ondearla. El sonido óptico fijado, pero no enjaulado ni domesticado. Música escuchada con la punta de los dedos, articulada con embriaguez.
Desistfilm: La tactibilidad, maleamiento, posibilidad del celuloide está muy presente en todos los ludismos de la serie. ¿Sientes que esas exploraciones le son inmanentes al material? ¿Podrías explorar también la “materialidad” de lo digital en ese aspecto? ¿es algo que te interesa visitar más adelante?
Antoni Pinent: Sí, es algo que estoy valorando y tomando apuntes en forma de ideas-situaciones-objetos-conexiones, quizá para alguna pieza futura de esta u otra serie. Me gusta esa dialéctica del contenedor de imágenes sobre un material translúcido, como es el celuloide, en el que se puede ver su contenido sin uso de aparatos, con solo una lupa y algo de luz trasera… y por otra parte, ese contenedor de ceros y unos, en el que hemos creado cierta dependencia, del que tenemos todavía menos control y estamos más condicionados por el sistema y su comercio. Me preocupa, como siempre, la prisa de ciertas cosas y el potencial no explorado que se pierde por la celeridad impuesta por el mercado. Como decía Paul Virilio, el futuro está en manos de la velocidad.
También, me gustaría visitar, analizar, jugar con esas vías del tiempo no lineal que plantea el acceso del digital, así como su aspecto invisible/virtual y hacerlo táctil o sensorial, de alguna forma. Veamos cómo avanzan algunas de estas ideas, si encuentran emplazamiento y maneras económicas para materializarlas. O quizá un trabajo más en la línea del transmedia.
Desistfilm: En unas conversaciones previas nos comentaste que ibas a incluir las citas, es decir la mención a cada pieza utilizada o sus relaciones en esta serie (El Étant Donnés de Duchamp, Un perro andaluz de Buñuel y Dalí, Muybridge, etc.). De alguna manera, hubiera sido un modo estimulante de invitar al espectador a buscar esas fuentes (ya sean obras o libros), y por otro, podría ser abrumador. Cuéntanos sobre estas referencias o inspiraciones.
Antoni Pinent: Sí, inicialmente tenía una lista preparada para cada una de las cápsulas, y añadir su cartela de créditos correspondiente al final. A modo de “inspiración” y su “expiración”, era el resultado de esas fuentes pasadas a través de mi filtro creativo. A modo de respiración, tablero de juego o pautas de reflexión. Incluso había incluido una bibliografía complementaria al final de las cápsulas. Esa sí hubiese sido una vía más didáctica y convencional. Pero, después de una primeras versiones de montaje, dejé de lado la idea. Percibí que se malinterpretaba mi intención, y lo tacharon de arrogante y pedante. Así que, una vez más, mis ideas de acercarme al espectador, chocaron con una idea llena de prejuicios. Desistí de incluirla, por ahora.
Algunos de los nombre que iban a acompañar cada una de las cápsulas son los siguientes, por ejemplo la primera:
Inspiración: Marcel Broodthaers • Joan Brossa • Luis Buñuel • Salvador Dalí • Michel Gondry • Wassily Kandinsky • Christian Marclay • Man Ray • Josep Mª Mestres Quadreny • Harald Szeemann • […]
Exhalación: sesión #0 ‘manifiesto’.
Y así, seguiría cada una de las cápsulas. Algunos de los otros nombres a los que hago alguna referencia directa o indirecta son: Marcel Duchamp • John Baldessari • Michael Snow • Fabio Mauri • Josef Albers • León Ferrari • Gary Beydler • Benet Rossell • Liliana Porter • Ricardo Liniers • Robert Indiana • Paolo Cherchi Usai • Elaine Sturtevant • Peter Fischli & David Weiss • Paul Sharits • Alexander Calder • Alighiero Boetti • Bruno Munari • Joseph Cornell • Ed Ruscha • Alfred Jarry • Stan Brakhage • Arthur Lipsett • Paolo Gioli • Joan Miró • Arman • John Smith • Marcos Magalhães • Juanjo Sáez • Hergé • Agnes Martin • Edward Krasinski • William S. Burroughs • Piero Manzoni • Maurizio Cattelan • Eadweard Muybridge • Morgan Fisher • Oskar Fischinger • David Oubiña • Tony Conrad • Stanley Kubrick • Tacita Dean • Ricciotto Canudo • Phryne L. • Werner Nekes, etc.
Desistfilm: Hay evocaciones a la maternidad o al nacimiento en varias partes de la serie. Este símbolo del cordón umbilical o de los nacimientos como modo de sintetizar la comulgación de varios elementos que hacen crecer algo nuevo atraviesa el concepto de iSBiC. Había pensado esto como algo femenino, pero en realidad es un proceso total. ¿Cómo surge esta metáfora?
Antoni Pinent: En realidad, surge de una forma bastante inconsciente. Pues, se produjo a través de ir reflexionando con los materiales que me rodeaban, al menos el nacimiento ovíparo (#3 / ‘uncut second birth’).
El de Duchamp (#1 / ‘odd even eyes’), está, en cambio, más estudiado o de ideas tomadas en 2014. Su intención era, como comentaba antes, dar nuevas vías de experimentación al cinematógrafo, desde su mismo nacimiento y etapa infantil. De ahí el poco uso de la palabra en toda la primera temporada iSBiC, apenas sólo esos primeros balbuceos –dadas- de los mismos créditos (de mi hija Sofia, cuando era bebé). Hace también referencia al inicio del texto de ‘Metaphors of Vision’ de Stan Brakhage (1963), esa mirada virgen, nueva, no condicionada… proponer al cinematógrafo que pueda ser sin las imposiciones y reglas del mercado o la industria que lo fue transformando para usos narrativos, creando así para iSBiC un vínculo más directo al cine como arte.
Mi idea de toda la serie, en sucesivas temporadas, sería ir acompañando su crecimiento y reforzando su visibilidad a través de sus pasos erráticos o inesperados, ir encontrando su propia voz adaptada también a los nuevos cambios que estamos experimentando.
Este primer nacimiento de la inaugural temporada iSBiC, no contó con financiación alguna… como nacer desnudo, sin nada en los bolsillos. Veremos cómo procede, y si encuentra sus caminos para aprender a caminar.
Foto: MUTA
Season One
10 capsules [#0-#9] / 77 min. approx.
iSBiC #0 ‘manifesto’
iSBiC #1 ‘odd even eyes’
iSBiC #2 ‘into the blood’
iSBiC #3 ‘uncut second birth’
iSBiC #4 ‘family photocall’
iSBiC #5 ‘step on concepts’
iSBiC #6 ‘tactile sound’
iSBiC #7 ‘recalculating… expiration date?’
iSBiC #8 ‘seventh art, even’
iSBiC #9 ‘infinite film’