Por Mónica Delgado
Nathan Silver se perfila desde un tiempo a esta parte como un cineasta interesado en algunas convenciones de lo femenino, sobre todo desde los modos de la histeria, la neurosis, el amor fou o el simple enamoramiento como situación de goce, sublimación y posesión que desconcierta, todo bajo un sentido del humor agridulce. Este paradigma de lo femenino se complementa con su oposición: hombres de apariencia apasible, equilibrados, que se dejan integrar o seducir a la vez. Si en Soft in the head una muchacha sin hogar y alcohólica rompía las formalidades de la clase media que la rodeaba, en Uncertain Terms un entorno de mujeres, esta vez adolescentes y embarazadas -duplicando el estímulo hormonal- irrumpen de un modo más sutil en la soledad de un joven recién llegado, que teme insertarse en esta nueva comunidad de dudas y de futuras madres que parecen no querer serlo.
En Uncertain Terms (EEUU, 2014), Nathan Silver se aleja del bullicio y estrés de New York, o de la familiaridad del suburbio, y también de la neurosis que envuelve a sus habitantes (como aquellos de Massachusetts que aparecen en Exit Elena), para acercarnos a otro tipo de gueto en una zona casi rural. La comunidad de mujeres grávidas y que apenas aprenden de este periodo de pre maternidad, se vuelven con la llegada del extraño en frescas Lolitas al borde de la eclosión emocional, debido a que el foráneo les activa la curiosidad y se convierte en el objeto de deseo de más de una.
Nathan Silver utiliza nuevamente la cámara en mano para seguir a los personajes en su relación con el entorno y con los demás. Planos cercanos de rostros, planos fijos para el detenimiento, o cámaras que participan muy cerca en los momentos de intimidad, como las cenas y desayunos, que como en otras películas de Silver, se vuelven en espacios para la confesión o la crítica directa. Por otro lado, desde el uso mismo de la cámara, hay una intención de que la gravidez no se vuelva un obstáculo para seguir dilucidando lo femenino por encima de una noción de lo corporal, o en todo caso donde el embarazo parece ser un «añadido» o plus sin un peso de culpa o que revela fragilidad, punto que queda claro en el plano inicial: una cámara siguiendo a la protagonista de espaldas, quien teléfono en mano se frustra ante una llamada que nadie contesta. Imaginamos que se trata de una muchacha como cualquier otra, divagando en medio del bosque en una mañana de rutina. Luego ella gira por primera vez para dejar en evidencia que será madre en un breve tiempo. El término incierto, o quizás no.
Agrupar a adolescentes embarazadas es como duplicar los efectos de este paradigma de lo femenino, sobre todo en esta dimensión que las erotiza o las hace deseables. La llegada de Robbie a la casa de la tía (encarnada por Cindy Silver, madre del cineasta y su actriz fetiche), las desconcierta, las confronta y les abre una puerta de posibilidad para salir del aburrimiento o quizás enamorarse. Y eso pasa, en la medida en que Silver crea correspondencias, triángulos amorosos, varias posibilidades de escape, sin embargo las empatías, las atracciones o las decepciones se darán al margen de la gravidez que parece condenarlas. Los términos inciertos permiten aflorar la cuota de ironía, lejos de la comedia ácida de los anteriores filmes de Silver, y que permiten sí un tono tragicómico, con influjo a lo Cassavetes, para crear retratos de una femineidad plena y llena de divagaciones.
Panorama
Director: Nathan Silver
Guión: Nathan Silver, Chloe Domont, Cody Stokes
Editor: Cody Stokes
Dirección de arte: Grace Sloan
Sonido: Gene Park
Productores: Chloe Domont, Richard Peete, Josh Mandel
Reparto:India Menuez, David Dahlbom, Cindy Silver, Hannah Gross, Tallie Medel
País: EEUU
Año: 2014
Duración: 70 min