BAFICI 2017: BALANCE (LOS CAMINOS ILUSORIOS)

BAFICI 2017: BALANCE (LOS CAMINOS ILUSORIOS)

António Um Dois Três (2017)

Por Aldo Padilla

El BAFICI puede definirse como la gran fiesta del cine argentino con todo lo que ello implica: una competencia nacional con nombres muy consagrados, una competencia internacional con filmes de autores noveles que presentan sus primeras o segundas obras, y grandes o desconocidos autores desperdigados en las diferentes secciones. Por ello, lo más usual dentro de este balance sería evaluarlo desde la enorme calidad que tuvo este año el cine local, aunque en este caso se plantee otra visión desde uno de los grandes protagonistas del festival, el cine lusófono, ya que muchos de los grandes momentos del festival vinieron desde Brasil y Portugal.

Buena parte de los filmes brasileros venían avalados por el gran éxito que tuvieron en Rotterdam y la Berlinale, y la sección oficial fue una muestra de cómo la gran maquinaria brasilera ha entrado en un ritmo constante en el cine de autor. Joao Moreira Salles retomó el cine luego de más de 10 años de la recordada Santiago, en este caso con No intenso agora, documental que plantea una forma de dialogo entre el pasado del autor y grandes momentos políticos como el mayo del 68, mediante material de archivo. Similar carga de sutilidad, pero en el terreno de la ficción, se vio en el segundo largometraje de Affonso Uchôa (acompañado por João Dumans) con Arabia, un film con un aroma de añoranza y cansancio guardado por años, un film sin aspavientos en clave de historia mínima sobre el paso del tiempo. Arabia afortunadamente alcanzó a llevarse una mención especial en un palmares dominado por España y en una competencia marcada por grandes filmes como Estiu 1993, Viejo calavera, Dark night o Porto. Aunque Arabia no fue el único film brasilero premiado, ya que A cidade do futuro de Cláudio Marques y Marília Hughes logró la victoria en la Competencia Latinoamericana.

La selección lusófona de óperas primas se vio muy marcada por Rotterdam ya que Elon não acredita na morte de Ricardo Alves Jr. y Antonio um dois tres de Leonardo Mouramateus se estrenaron con gran éxito en el festival holandés.  En el caso de la primera, un cine con un aire fantasmal lleno de puertas que se abren y se cierran en busca de una mujer que parece solo existir en la mente del protagonista, explora un Belo Horizonte que a pesar de su gran dimensión no ha sido muy retratada en el cine brasilero. El film de Mouramateus (una co-producción de Brasil y Portugal) se caracteriza por ser un juego de muñecas rusas con una película dentro de otra, una idea arriesgada que lleva al límite el concepto de ficción. También cabe mencionar a una película presente en la sección Coming of age, que emula un poco la filosofía de la mítica sección Generation de la Berlinale. El film en cuestión es Fala comigo de Felipe Sholl, director que ya estuvo presente en el BAFICI con Casa grande, y que en su último film plantea la relación entre un adolescente y una mujer mayor que él. Curiosamente el tema se encuentra muy contingente, dada la historia ya conocida del candidato presidencial de Francia, Emanuelle Macron.

La competencia de vanguardia y genero se vio engalanada con dos filmes portugueses que se transformaron en las propuestas más radicales en Locarno, festival cuyo emblema precisamente es la radicalidad: O ornitologo de João Pedro Rodrigues y Correspondências de Rita Azevedo Gomes. Radical también fue la propuesta de Julio Bressane con su film Beduino presentado en la sección trayectorias, director al cual ya se le había dedicado una retrospectiva en el Bafici del 2013. Y si hablamos de homenajes la retrospectiva dedicada a Antonio Reis fue uno de los puntos más celebrados, y que corona un año donde Brasil y Portugal marcaron presencia en un festival que a pesar de ser la referencia del cine argentino, también define la agenda del cine latino.

Finalmente deseo plantear una lista con los filmes los cuales han marcado esta edición, planteado por orden de preferencia, pero que busca un equilibrio entre las diferentes secciones del festival cuyo eclecticismo es precisamente una premisa que desea mantener. 

Certain Women de Kelly Reichardt
Une vie de Stephane Brizé
Arábia de Affonso Uchôa y João Dumans
Antonio um dois tres de Leonardo Mouramateus
La vendedora de fósforos de Alejo Moguillansky
Dark night de Tim Sutton
Los territorios de Iván Granovsky
Adiós entusiasmo de Vladimir Duran
Viejo Calavera de Kiro Russo
Lady Macbeth de William Oldroyd