Por Mónica Delgado
En Carroña, el sur de México se vuelve un lugar liminal. Un espacio fronterizo donde la ciudad y lo rural se encuentran, y también donde los deseos y atracciones, las dudas y certezas, van configurando una dicotomía ya conocida sobre extranjeros versus locales, urbanos contra rurales, blancos versus negros, donde se va afianzando, o desfigurando, algunos sentidos comunes sobre el Otro.
Las vistas de un drone permiten reconocer una zona paradisíaca de Oaxaca en todo su dimensión natural y social. Habitantes que apenas se ven y cuya organización podemos intuir a partir de los informes a través de un perifoneo, que van dando luces de un entorno comunal. Es allí donde llegan Gabino y Manuela, una pareja de turistas de la capital, quienes poco a poco van develando las fracturas en su relación durante su estancia en esta isla en relación estrecha con las acciones de algunos personajes que conocen en el nuevo lugar. Allí el personaje de King Black, un negro migrante hondureño que funge de guía por los manglares y cabañas, se convierte en pieza clave para mostrar precisamente estas confrontaciones de clase, etnia, o incluso sentimentales, que buscan separar a la pareja de clase media, blanca y tranquila.
¿Quiénes son los buitres? Si bien el título remite a la descomposición, pareciera como si la alegoría fuera clara: aves carroñeras que van picando pescados botados en la costa, como si estos turistas estuvieran exponiéndose a algún tipo de figura similar, entregados ingenuamente al mal, auspiciado por una tormenta tropical y por el comportamiento de un pueblo ligeramente hostil: niños traviesos que atacan a los turistas, viejas agoreras que intuyen el mal, guías que entran a los campamentos a robar, o un profesor de surf y cantante de hip hop que se vuelve sospechoso. Hay un mal que hay que aniquilar.
Si bien Hiriart logra construir la relación amorosa de sus personajes a partir de la materialidad del mar, los manglares, los paseos en canoas, los tiempos de reláx, y a pesar de la estética drone y algunos lugares comunes que exotizan los espacios, Carroña persiste en conservar imaginarios obsoletos sobre el extranjero, aquel que llega a un sitio que lo transforma e intimida. Para entrar en el sur de Oaxaca hay que ir de la mano de Gabino y Manuela, y donde el mal, el buitre o la tormenta solo pueden significar algo para temer y desaparecer.
Competencia Latinoamericana
Dirección: Sebastián Hiriart
Intérpretes: Paulina Davila, Andrés Almeida, David Ellis Palacios Guión: María González de León, Sebastián Hiriart
Sonido: Andrés Duhau Girola
Edición: Adrián Parisí, Yibran Asuad, Sebastián Hiriart
Productor: Galopando Cine
Dirección De Arte: Ana Bellido
México, 2016