BERLINALE 2017: CUATREROS DE ALBERTINA CARRI

BERLINALE 2017: CUATREROS DE ALBERTINA CARRI

askadASDF

Por Aldo Padilla

El ejercicio de contemplación cinematográfica puede ser muy complejo si se analiza su naturaleza, en especial si es un ejercicio consciente de visionado, ya que implica la atención máxima de múltiples elementos, la imagen central, sonido, percepción sensorial, y otros factores más que son dependientes de las circunstancias, referencias a películas similares o el trabajo previo del autor, todo esto y muchos más actos contingentes deben ser atendidos en unos pocos segundos. Aunque todo lo anteriormente es un planteamiento que nunca se cumplirá, precisamente porque el arte en su multiplicidad es una creación interior y cada persona se deja llevar por pequeños detalles que pueden marcar su visionado.

Cuatreros busca una experiencia de creación individual y esto lo ha convertido en uno de los ejercicios más arriesgados de la Berlinale, tanto por el mecanismo de representación de las ideas como por la estructura de la historia, e incluso por el mismo nacimiento del film: un proceso largo con múltiples cambios sobre lo que debería ser la película final, múltiples títulos y esquemas, lo cual transforma a la película en una pequeña odisea, donde cada momento de ese camino se aprovecha para ser parte de la obra final.

Albertina Carri plantea muchas películas ocurriendo al mismo tiempo, frenética y desbordante a momentos, pero que no suelta en ningún momento al espectador que entra en el juego, la agradable y didáctica voz en off de la directora nos lleva a través de historias conectadas: el intento de realización de un documental sobre la emboscada y asesinato del dirigente chaqueño Isidro Velásquez, el libro sobre el dirigente que escribió el padre de la directora y las heridas generadas en la directora debido a la desaparición de su familia en época de dictadura, Carri a través de todas estas historias busca una imagen perdida, que le ayude a completar un pasado difuso individual y colectivo.

El uso de found footage principalmente de televisión y cine pre 70 define a la película y le da el sello personal. Cada idea que plantea la voz de Carri se representa mediante varias escenas en pantallas divididas. Un mecanismo de dispersión de muchas ideas al mismo tiempo, una reproducción de la mente humana que trabaja con múltiples ideas a la vez, Carri logra plasmar la dispersión con la que vivimos y como nos adaptamos a aquello.

Uno de los gags recurrentes de la película se apoya en reportajes fallidos que hacen periodistas por lo general en crónica roja, donde policías muy poco colaborativos y periodistas con preguntas muy poco brillantes dan un gran alivio cómico al film. Es posible emparentarla con la también argentina Territorios por su búsqueda personal con cierto tono de comedia a momentos, además que ambas son producto de trabajos previos que no se lograron terminar.

Hay un punto en el cual Cuatreros se transforma en un enorme laberinto, donde imágenes que parecían muertas adquieren una segunda vida, adquieren un nuevo significado, cualquiera sea el camino que decidamos tomar nos llevará hasta el final, la singularidad del film hará que cada visionado sea único, que cada espectador vea un película diferente, lo cual transforma a Cuatreros en una suerte de: Elige tu propia película.

Forum
Dirección y guión: Albertina Carri
Fotografía: Alejo Maglio, Federico Bracken, Bruno Constancio, Tamara Ajzensztat
Editor: Lautaro Colace
Diseño de sonido: Martin Grignaschi
Productores: Albertina Carri, Diego Schipani
Argentina, 2016