Por Mónica Delgado
A partir de material encontrado es que João Moreira Salles construye un ensayo desde lo íntimo y familiar sobre la naturaleza de los hombres y mujeres que hacen las revoluciones. Presentada en la sección Panorama de la Berlinale, No Intenso Agora comienza con imágenes del registro que hiciera su madre en unos de sus viajes a China en plena revolución maoísta en los años sesenta. La sublimación de la mirada de la madre es colocada como parte de la primacía de la sorpresa y fascinación por una realidad diferente, lo que se vuelve motivo del film, para hablar de las personas que hicieron posible el afán revolucionario tanto en la llamada Primavera de Praga o en Mayo del 68.
No Intenso Agora está narrada en primera persona por el mismo Moreira Salles, quien va asociando estas imágenes de archivo (que incluye extractos de films, grabaciones televisivas y audios radiales) a su infancia y al modo en que su madre vivió estos momentos históricos. Sin embargo, pese a este lado intimista, lo que el cineasta brasileño logra es una reflexión lúcida sobre los personajes que sirvieron de motor a estos procesos de transformación social dentro de los partidos de izquierda, y que, como señala alguna parte del fim, estuvieron inspirados más en los preceptos surrealistas que en el mismo Karl Marx. Me parece que esta es una observación esencial porque de lo que trata No Intenso Agora es sobre el entusiasmo, la efervescencia, la vehemencia y la visión liberadora para el logro del “hombre nuevo”, y sobre el costo del fracaso de esta fascinación.
Moreira Salles se detiene en la figura de Daniel Cohn-Bendit, líder estudiantil de Mayo del 68, quien en su figura grafica perfectamente esta sensibilidad. Y a partir de este personaje se va urdiendo toda una tesis sobre esta relación de fuerza vital y necesidad de cambio, a través de estos acontecimientos históricos emblemáticos. Antes que hablar sobre los esfuerzos de las revoluciones mencionadas, lo que No Intenso Agora refleja es el vínculo de estos intelectuales con las necesidades sociales y nacionales de la ciudadanía, usando incluso el arte como medio de conexión, pero también sobre el insoportable fracaso. No es gratuito ese final donde se evoca al Mao Tse Tung poeta, porque precisamente en este epílogo de halo simbólico, el fracaso luce desolador, corroborando con contundencia la vigente lejanía de esas posibilidades.
Panorama
Dirección y guión: João Moreira Salles
Editor: Eduardo Escorel, Lais Lifschitz
Musica: Rodrigo Leão
Sonido: Denilson Campos
Productora: Maria Carlota Bruno
Archivo:Antonio Venancio
Brasil, 2017