BERLINALE 2018: CLASSICAL PERIOD, INTERCHANGE Y WILD RELATIVES

BERLINALE 2018: CLASSICAL PERIOD, INTERCHANGE Y WILD RELATIVES

Por Aldo Padilla

Hoy nos detenemos en tres films de la sección Berlinale Forum: Classical Period de Ted Fendt, Interchange  de Brian M. Cassidy y Melanie Shatzky, y Wild Relatives de Jumana Manna.

Los personajes de los films de Ted Fendt son de una simplicidad sorprendente. La simplificación que realizaba en Short stay del clásico personaje perdido y sin un rumbo definido en las calles de Filadelfia, parece trasponerse en su nuevo film Classical period, donde los personajes están definidos por cuánto saben, por cuántos autores pueden citar y cuántas referencias dan sobre todos los temas posibles. Aunque todo parece un discurso vacío, que si bien podría ser parte de un paper o de una tesis, no parece decir algo en medio de la larga verborrea que parece no tener fin.

Si bien el escenario se mantiene en Filadelfia, vemos una cara un tanto alejada del minimalismo de su anterior film. Los únicos momentos de quietud se muestran bastante alejados de una paz interna, ya que se ve al protagonista en una incómoda soledad con sus libros y con el espacio, mostrando que la plenitud no está en el pseudoconocimiento acumulativo cercano al consumismo intelectualoide.

Es inevitable pensar que Classical period es un retroceso respecto a su anterior film, ya que en este caso no logra en ningún momento una conexión con la generación de personajes que van divagando y todo se queda en el ejercicio de la idea central por exceso de exposición. Los personajes repelen y parecen estar puestos con ese objetivo de forma de limitar el espectro de empatía.

“La América de Trump” es un término que se ha instalado para reflejar a la población que lo llevó a la presidencia. Y por otro lado está la Canadá de Trudeaux, carismático primer ministro que solo derrocha simpatía en el exterior, mientras en su país su imagen no necesariamente es la misma. En Interchange se ve retratado aquello que no parece ser el reflejo del progresismo excesivo que parece destilar Canadá. Una pobreza moderada, bocinazos, parques infantiles que son atravesados por enormes carreteras. En resumen, una Canadá que podría ser cualquier otro país, con los mismos contrastes, donde Montreal es mostrada como una zona muy conflictiva con aspiraciones independentistas latentes. Todo esto reflejado por Cassidy y Shatzky con los mínimos recursos cinematográficos, sin diálogos y con largos planos fijos que muestran una ciudad que con tan solo su tráfico ya está definida.

La observación ciudadana en su máxima expresión con pequeños detalles que enriquecen el film desde sombras y reflejos, que muestran que esa mirada va más allá de lo cotidiano y que también conlleva una leve composición de la forma de no dejar todo el mérito en el campo del montaje.

Si bien la idea parece efectiva hay muchos planos que no necesariamente tienen el discurso instalado. Y es que a pesar de sus cortos 62 minutos, hay un momento donde la observación empieza a ser redundante. De todas formas es justo resaltar uno de los grandes momentos del film: el encuadre de un aviso sobre un perro perdido en un charco de agua, el cual tiene pequeños detalles que la convierten en una pequeña delicia en busca de ser descubierta una y otra vez y que demuestran como el humor puede llegar de formas tan inesperadas.

Finalmente, Wild relatives de Jumana Manna parece contradecirse en un discurso que en la mayor parte del film va por el camino de la observación. Aunque inicie con un discurso textual muy explícito de sus intenciones, la película contiene una idea fuertemente propagandística y en varios momentos parece ser el típico film de ONG, que va manejando la comparación entre Siria, Líbano y Noruega, unidos por un gran proyecto de conservación de semillas que en una primera instancia se encontraba en la zona de Aleppo y que debido a los conflictos debió trasladarse al Líbano y consolidarse en un gran y definitivo proyecto en Svalbard, Noruega probablemente la zona más al norte del mundo que todavía tiene gente. Lamentablemente el film no encuentra el tono adecuado y va desvariando entre explicaciones científicas, escenas de la cotidianeidad de campesinas y otros funcionarios que colaboran con la recolección de semillas y paralelismos entre las tres zonas del mundo las cuales comparten un objetivo en común.

En Wild relatives aparece particularmente desubicado  un discurso político casi al azar, que se escucha de fondo con un tono bastante melodramático sobre la importancia del proyecto y la sustentabilidad. El film desperdicia una gran oportunidad de realizar una obra alejada del clásico discurso ecologista, que ha sido manoseado sin una sensibilidad adecuada.

Classical Period
Escrito y Dirigido por: Ted Fendt
Cast: Calvin Engime, Evelyn Emile, Sam Ritterman, Christopher Stump, Michael Carwile
Director de fotografía: Sage Einarsen
Edición: Ted Fendt
Productores:Graham Swon, Ted Fendt

Interchange
Directores: Brian M. Cassidy, Melanie Shatzky
Directores de fotografía: Brian M. Cassidy, Melanie Shatzky
Edición: Brian M. Cassidy, Melanie Shatzky

Wild Relatives
Escrita y dirigida por: Jumana Manna
Director de fotografía: Marte Vold
Edición: Katrin Ebersohn
Productores: Jumana Manna, Elisabeth Kleppe, Adeles