BERLINALE 2020: DAYS DE TSAI MING LIANG

BERLINALE 2020: DAYS DE TSAI MING LIANG

Por Mónica Delgado

El cineasta malayo Tsai Ming-Liang comienza su nuevo film Days (Rizi) con un texto: “Esta película no lleva subtítulos de modo intencional”. El aviso causa risas y carcajadas en la sala del Berlinale Palast, en medio de una función de prensa. No es para menos, sobre todo cuando hace algunos días el coreano Bong Jon-hoo hizo una defensa del subtitulaje, en la ceremonia del Globo de Oro, como sinónimo de apertura a un cine distinto fuera de Hollwood. Así, la mención de Tsai Ming-Liang deja de ser meramente informativa, para afianzar aún más una suerte de mini statement de su propuesta (y de todo su cine en general, si se quiere), en una apuesta por el cine en estado puro, de sonoridades que va más allá de escuchar diálogos en historias donde se suele valorar más los contenidos, que aquello que ordena u ocultan las imágenes en sí mismas.

Luego de Stray Dogs (2013), el malayo Ming-liang regresa, en la competencia oficial de la Berlinale, con una historia de amor física, a punta de hermosos planos fijos. El movimiento es lentamente perceptible en algunas escenas, a través de la caída de la lluvia y su reflejo en un ventanal o de una olla posada en un fogón. Poco a poco, el cineasta va mostrando los dos lados que unirá, desde los espacios desde donde parten sus dos personajes, un clasemediero que sufre de males físicos, encarnado por el actor fetiche Lee Kang-sheng, y el debutante actor tailandés Anong Houngheuangsy, cuyo personaje proviene de la clase baja.

Diversos planos fijos, y de elipsis muy distanciadas, es que Tsai Ming Liang propone ante todo un proceso de cura, a través del personaje de Lee Kang-sheng, como un ser en estado de malestar, y que en el personaje del masajista ,encuentra la salvación. Dos personajes que se encuentran y se separan, donde el regalo de una caja de música, con música que evoca a algún film de Charles Chaplin, se vuelve la materia del recuerdo y el amor perdido.

A través de planos muy dilatados, asistimos al proceso de dolor de Lee Kang-sheng, quien sufre de problemas graves en la espalda, y que encuentran en tratamientos caóticos de acupuntura, o de ventosas, inútiles, para luego encontrarse en un hotel de Bangkok, con el masajista tailandés, con quien encontrará un espacio de calidez y sosiego. La unión de los cuerpos como estadio supremo de la afinidad, donde es posible que emerjan sentimientos sublimes e inolvidables.

Como espectadores, nos entregamos a estos tiempos y planos largos, a estas escenas concentradas en detallar acciones cotidianas y simples, y donde, sin necesidas de las palabras, asistimos a un encuentro de cuerpos puros, donde la entrega y finitud es indispensable. Un film conmovedor, desde una vía exigente y distinta para lograr la conmoción en épocas de hipervisualidad.

Competencia Oficial
Director: Tsai Ming-Liang
Fotografía: Chang Jhong-Yuan
Editor: Chang Jhong-Yuan
Diseño de sonido: Dennis Tsao
Productor: Claude Wang
Cast: Lee Kang-Sheng (Kang), Anong Houngheuangsy (Non)