BERLINALE 2020: HER NAME WAS EUROPA DE ANJA DORNIEDEN Y JUAN DAVID GONZÁLES MONROY

BERLINALE 2020: HER NAME WAS EUROPA DE ANJA DORNIEDEN Y JUAN DAVID GONZÁLES MONROY

Por Mónica Delgado

En algunas performances de los Ojoboca (dúo formado por Anja Dornieden y Juan David González Monroy), se reconoce ya un motivo que aparece también en algunos de sus cortometrajes: la urgencia de la fabulación, o la construcción de relatos ficticios, pero soportados en argumentos científicos o históricos. Como en The Hot and the Cold (2018), donde los artistas y cineastas exponen una narración para brindar contexto a lo que vemos (imágenes yuxtapuestas de la naturaleza, sobre todo, desde dos proyectores de 16mm), y en la cual accedemos al universo de la fantasmagoría y los ludismos de la linterna mágica de la mano de la historia del profesor I.B. D. Naheseer, quien inspirado en el invento de Étienne-Gaspard Robert, usó al tardígrado, un animal casi microscópico que sobrevive en condiciones ambientales extremas, como metáfora de vida y muerte, o como símil de artefacto de reproducción de luz y oscuridad. O como la introducción a punta de instrucciones en las proyecciones de Confort Stations (2018), que de alguna manera orientan, como si se tratara de un manual de inicios del siglo pasado, cómo debe interactuar el espectador con el film.

Mucho de eso hay en Her name was Europa, largometraje que explora, a modo de un falso documental, una tesis sobre la extinción del uro euroasiático (el Aurochs, en inglés), una suerte de toro mítico, y que es descrita con un sentido del humor que no le resta rigurosidad  teórica y científica.

De estreno mundial en la sección Forum Expanded de esta edición de la Berlinale, Her name was Europa, recupera un bestiario y una narración cercana y amigable, desde el punto de vista de los realizadores (o los que fungen en ese rol), que van elucubrando una analogía de una especie en extinción, para compararla con una idiosincracia que parece también extinta. Grabados o fotografías del siglo pasado, extractos de libros científicos, yseguimiento a la labor de genetistas y artistas, quienes encuentran en el uro extinto la posibilidad de un nuevo renacer.

Filmada en un 16 mm, en un blanco y negro granulado, y con un estilo sonoro estilizado, Her name was Europa, propone un ejercicio de análisis sobre la necesidad del artificio en todo sentido. Por un lado, la capacidad de fabulación muy creativa de los mismos Ojoboca, a partir de este relato de ascendencia fantástica sobre un animal que ya no existe y que lleva el nombre de un continente ya desaparecido en su naturaleza e identidad, y por otro, una sátira muy bien lograda sobre esa Europa que se desvive por dejar de ser ella misma, o que sueña con esos clones instantáneo del confort y el lujo, y que está muy bien descrito en esa secuencia sobre un domo veraniego como un Disney de sol y playa artificial en medio de una región alemana friolenta.

Her name was Europa ratifica el talento de los Ojoboca, y que a lo largo de más diez años de trabajo en las artes visuales, han logrado tener un sello muy particular, desde una inventiva satírica y lúdica, que sin ser solemnes hablan aquí de temas como el de la resistencia y la potencia de la vida, que se abre a como dé lugar.

Forum Expanded
Dirección, cámara y guion: Anja Dornieden y Juan David González Monroy
Producción: Ojoboca
Alemania, 2020, 76 min