BERLINALE 2022: À VENDREDI, ROBINSON DE MITRA FARAHANI

BERLINALE 2022: À VENDREDI, ROBINSON DE MITRA FARAHANI

Por Juan Carlos Lemus

Los ídolos y la cercanía que los que tienen el acceso a ellos permiten. Ese sería el más escueto resumen de esta película documental de la cineasta iraní radicada en Francia, Mitra Farahadi. Ella corre el velo de la fascinación de los legados para dejarnos ante el humano que los traspasa. Una conversación, vía email, atípica, extraña, burlona y amable que por partida doble desmitifica y sigue asombrando sobre sus protagonistas.

A la directora Mitra Farahadi, puesto fijo en la Berlinale, no se le dio por más en esta entrega. Su intento fue el de documentar una reunión entre dos directores icónicos y coetáneos pero que a pesar de lo anterior nunca se habían cruzado: Jean Luc Godard —símbolo de mentada Nouvelle Vague y por ende del cine europeo— y a Ebrahim Golestan —que es también escritor y esencia de la cultura iraní moderna—. Esta combinación de protagonistas y directora daría para ubicar a À Vendredi, Robinson de buena vez en la competencia Oficial de la Berlinale si no fuera porque estética y formalmente se ubica en lo márgenes y llegó a la sección Encounters.

La concreción de la idea inicial de la directora arranca con la duda del cuasi ermintaño franco-suizo Godard. Su hospitalidad es mezquina y su don de gentes limitado, como se vio en Faces places (2017) de Agnes Varda. Él desde su chalet propone, y con varias condiciones, un intercambio epistolar al que desde su mansión el cineasta y escritor iraní, más accesible, se suscribe.

Que comience la fiesta. Durante veintinueve semanas correos electrónicos van y viene cada viernes. ¿Queda claro lo que Godard expone?: no, por supuesto. ¿Qué quiere él? Jugar con las imágenes y las palabras, parece que algo así. También divertirse, ser ocurrente y burlarse de los demás en tanto de él mismo. Golestan, del otro lado se toma el trabajo en serio. El trabajo, literalmente, que le implica este intercambio que va desde aguantarse a su contraparte hasta la búsqueda de sentido a los mensajes cifrados que le llegan a su bandeja de entrada. Seguro que no escapará el espectador de  À Vendredi, Robinson de verse reflejado en el autor iraní.

La mayor parte del documental transcurre en los espacios de Golestan, en su mansión; que en los de Godard. Mientras al primero le vemos mejor atendido, el segundo es su propio mayordomo. Pero, es la imagen de Godard la que más que sobrevuela. A él le vemos en sus cotidianidades como cualquier vecino: lavando ropa, sirviéndose agua, limpiando la mesa. Y le vemos en sus pantallas y proyectado inundando el espacio de Golestan, se le ve hasta sobre el mismo ser del iraní. Y con ello destaca la intención máxima que tiene Farahadi: de llegar a su idea original de lograr el encuentro de los genios.

Dice Gustave Flaubert en Madame Bovary: “No hay que tocar a los ídolos: su dorado se nos queda en las manos“. En el documental de Farahadi, el dorado chorrea en el mejor sentido. Sí, la mayor parte del tiempo uno como espectador se siente como ellos. La búsqueda de Farahadi quizás estaba en el límite del agradecimiento y la admiración con la humanización. Porque los dos trasmiten hermandad más allá del día a día y sus albures. En los temas tocados —no se profundiza mucho, sino que es mas bien vertiginoso el intercambio epistolar— van desde intensas preguntas filosóficas a cuestiones transcendentales a sus oficios, de la misma vida como sociedad. Se habla sobre arte, el cine, su significado su relación con la palabra. Y en algunas de estas aproximaciones a respuestas y, en sus dudas, llega lo genial.

Pero en muchas preguntas y respuestas se les ve infantiles. Así llegan imágenes borrosas o tonterías sin sentido real, que parecen sacadas de sitios de noticias en Internet sin mucha verificación. Ellos son falibles. Ellos también sufren de ataques de tos, ellos también deben hacerse exámenes de orina. Ellos, nonagenarios al momento de la filmación, ven cerca la muerte y le temen. Godard y Golestan son miedosos. Maravilloso.

La propuesta documental de la directora no es accesible al uso, debido a su forma poco habitual —en muchas partes parece que el último Godard le guiara— y a que no se asoma a lo biográfico. También a lo disparatado que va resultando el intercambio de emails como mencioné. Lo importante de este documental está en su escenificación y en los pesos repartidos tanto en los chispazos de genialidad de los interlocutores como en la bajada de pedestal que logra Farahadi. Sin lugar a dudas fue una de mis funciones favoritas de esta Berlinale 72 presencial.

Encounters
Dirigido por by Mitra Farahani
Cast: Jean-Luc Godard, Ebrahim Golestan
France / Switzerland / Iran / Lebanon 2022
96 min