Por Mónica Delgado
Antes de comentar el primer largometraje del escritor, filósofo y curador español, radicado en Francia, Paul B. Preciado, vale la pena agregar algunos detalles de la novela de Virgina Woolf, que da título y forma al film. Publicada en 1928, Orlando: Una biografía propone la historia a través de diversos sucesos (y siglos) en la vida de un joven aristócrata, que gracias a la magia de unos espíritus, amanece convertido en mujer a la mitad de la novela. Así, Woolf propuso darle otra salida al género manido de la biografía, desde la fantasía y la comedia, y también realizar un homenaje a su amante Vita Sackville-West, con quien tuvo romance por esos años. Orlando, la novela, se presentaba en su momento como una variación de un género narrativo, trastocando la idea de lo biográfico, no solo como una revisitación de hechos de personas reales, sino como una posibilidad de romper las barreras de ficción y documento (en sus códigos de mantener la objetividad y veracidad propios de relatos convencionales de este tipo) y desde una reflexión sobre la identidad de género.
La película Orlando, ma biographie politique, del escritor español, comienza con la aclaración o aviso de que lo que veremos se inscribe dentro de la total influencia del texto de Woolf, a tal punto de que Preciado, quien aparece puntualmente en unos pasajes del documental, afirma que la escritora británica escribió sobre él antes de que naciera. Es decir, invoca a Woolf como la total inspiración, pero también para asumir las formas divertidas, cómicas, provocadoras de la novela.
Paul B. Preciado es un reconocido escritor, quien ha publicado varios ensayos, dentro de los estudios queer o de género, como Manifiesto contrasexual (2002), Testo yonqui (2008), Pornotopía. Arquitectura y sexualidad en «Playboy» durante la guerra fría (2010), Un apartamento en Urano. Crónicas del cruce (2019) o Dysphoria Mundi (2022). Orlando, my political biography es su primera incursión en el cine como cineasta.
En este primer film, presentado en la sección Encounsters de la 73º Berlinale, Paul B. Preciado organiza su estructura a partir de algunas confesiones o testimonios de un grupo de personas trans y no binaries, quien asumen el influjo de algunos pasajes de la vida de Orlando de Woolf. Recitan algunas frases o interpretan algunos diálogos, logrando una suerte de anacronismo. Cada uno de los personajes mira a la cámara y se presenta a sí mismo como Orlando, el protagonista de la novela. Y estos Orlando, que van pasando ante cámaras desde diversos decorados, locaciones, vestuarios, que van remitiendo a la época expresada en los episodios de la novela, van logrando el objetivo del film: mostrar que existen cientos de Orlando, de carne y hueso, de la vida real, y que la novela de Woolf sigue vigente.
Y como indica el título, estamos ante un documental de tipo político, en la medida que Preciado opta por fusionar detalles de la vida de esos Orlandos con la suya, en la búsqueda por encontrar reflexiones, pesares, deseos, salidas para la transición que no sean punitivas, conservadoras, castradoras. Por ello, cada personaje, con el cual Preciado se identifica en experiencias y frustraciones, va tomando diversas perspectivas críticas ante la sociedad, desde las políticas farmacéuticas, médicas, psiquiátricas, legales, históricas, y casi siempre plenas de humor e ironía.
Esta obra de Preciado recupera a su vez algunos pasajes de la ficción de Woolf y los reelabora en clave kitsch o pop, como el pasaje en que uno de los Orlando es visitado por las almas de nuestras señoras de la Pureza, la Castidad y la Modestia, quienes lo convierten en una mujer, o de añadidos “contemporáneos”, como esa secuencia de visita a un médico en clave musical desopilante a ritmo de melodías electrónicas.
La primera pregunta que surge tras al visionado de Orlando, ma biographie politique es ¿para quiénes es esta obra del cineasta? Por un lado, es un film que muestra con sensibilidad y afecto retratos y confesiones de personajes transgéneros de diversas edades y raigambre social (antes que una biografía del realizador), y por otro, hay una necesidad de plantear, quizás en algunos casos con toques didácticos, una carta de presentación sobre qué es ser trans, quizás también pensando en un público más amplio, obviamente heteronormativo.
El final del film, que cuenta con la participación de Virginie Despentes, la escritora feminista y cineasta francesa, interpretando a una jueza, se vuelve la dramatización de una utopía, donde todos los Orlandos del mundo adquieren su nombre, la afirmación de su identidad, desde el plano de los derechos, -y justo en una semana donde en España aprobaron la ley trans. En esta versión de Orlando hay lugar para los actos de amor como declaraciones, tal cual fue concebida la novela de Woolf. Y en este sentido, Preciado confiesa su amor, incluso al cine, utilizando recursos que difuminan las fronteras entre narración y documento, entre decorado, set y realidad, y donde hay lugar para la improvisación, el detalle trash o kitsch, en las reminiscencias a un cine al margen, como aquel de los tiempos de las movidas underground de España o EE.UU.
Sección Encounters
Dirección y guion: Paul B. Preciado
Fotografía: Victor Zebo
Edición: Yotam Ben David
Música: Clara Deshayes
Diseño sonoro: Olivier Goinard
Sonido: Arno Ledoux
Reparto: Oscar-Roza Miller, Janis Sahraoui, Liz Christin, Elios Levy, Victor Marzouk
Francia, 2023, 98 min