BOGOTÁ EXPERIMENTAL FILM FESTIVAL 2020: DIARIOS DE TRABAJOS DE PAULA ÁBALOS Y OTROS CORTOS

BOGOTÁ EXPERIMENTAL FILM FESTIVAL 2020: DIARIOS DE TRABAJOS DE PAULA ÁBALOS Y OTROS CORTOS

Diarios de trabajos, de Paula Ábalos

Por Pablo Gamba

Diarios de trabajos (Chile-Alemania, 2020), de Paula Ábalos, incluido en la sección “Destacadas Latinoamérica”, ha sido lo mejor de lo visto hasta ahora en el Bogotá Experimental Film Festival, Cineautopsia. Se debe tanto a la agudeza de su tratamiento de los temas del arte, el trabajo precarizado y la memoria como a su pertinencia en tiempos de deterioro de las condiciones sociales y laborales en todo el mundo por la pandemia del Covid-19.

El material del video proviene de un registro de la realizadora en diversos lugares donde ha trabajado, en Chile y en Alemania, hecho con celular y técnicas de cámara escondida que compara, pertinentemente, con el espionaje. Es una investigación que se remonta a No, gracias. Trabajos para vivir del arte, la primera muestra individual que presentó Ábalos en Santiago, en 2015.

Por una parte, el video muestra así las posibilidades que el mercado laboral ofrece a personas como ella y que no parecen diferir significativamente entre Chile, su país natal, y Alemania, donde es una inmigrante, ni entre quienes son trabajadores no calificados y los que tienen formación académica, como es su aso. Se trata de los trabajos que tiene que hacer para poder mantenerse mientras desarrolla su arte y que se convierten en la materia de sus obras.

El capitalismo determina, en consecuencia, la puesta en escena. Se apropia, además, del cuerpo de la artista, al que las empresas obligan a sonreír e incluso a disfrazarse en un supermercado. La narración hace patente cómo se hace dueño de su voz, cuando el “personaje” que interpreta en la tienda repite la descripción del producto hecha antes por la voz en over de la realizadora. El montaje fragmentario añade otra dimensión a Diarios de trabajo, y es la de la una memoria en la que la rutina de las actividades hace que se confundan trabajos que parecen muy diferentes en lugares de Sudamérica y Europa. La identidad de Ábalos, como artista y ser humano, es un “yo” hecho pedazos.

A Line Was Drawn, de Mairéad McClean

Otras piezas destacadas de las vistas hasta ahora en Cineautopsia forman parte de la sección “Otras latitudes y longitudes”. Una es A Line Was Drawn (Reino Unido, 2019), de Mairéad McClean, documental que también trata un tema de actualidad: el restablecimiento de la frontera entre la Irlanda e Irlanda del Norte como consecuencia de la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Lo hace volviendo a 1922, año en que se trazó por primera vez la línea limítrofe, y sobre la base de una decisión que puede ser controversial: poner entre paréntesis la lucha anticolonialista de Irlanda y el conflicto entre la mayoría católica de ese país y los protestantes, que son mayoría en el Norte.

Los principales motivos visuales de este cortometraje son el recurso con el que el cine clásico representa las subjetivas con binoculares o un solo círculo en la pantalla, lo que se corresponde al ver con un telescopio –una tos en off lo sacude y hace manifiesta la presencia del que mira fuera de campo–. Pero también se usan dos o tres círculos para problematizar la mirada vigilante.

La película recurre a imágenes de archivo para sacar el problema del contexto irlandés que pareciera corresponderle naturalmente y darle un marco geopolítico mundial. Pero, por otra parte, usa registros administrativos que ponen de relieve una cuestión local que contrasta con la división nacional y religiosa de la isla: el decomiso de contrabando, que hace manifiesta la interrupción de los intercambios, con la frontera, en lo que era un solo país. La atención dirigida hacia el tránsito de mercancías, y no de personas, es reveladora de la perspectiva política de la crítica de la frontera: el liberalismo.

McClean recurrió, finalmente, a representaciones de ficción del trazado de la línea fronteriza, además de fragmentos documentales que lo registraron. Un personaje de animación arrastra una enorme pluma que traza una raya; una actriz que hace lo mismo sobre terreno real e imágenes de CGI. Es una decisión arriesgada, que bordea lo ridículo cuando el personaje femenino usa como lápiz una estaca de la cerca de su granja. Pero es la expresión más clara de la política de esta pieza: el cuestionamiento de las consecuencias prácticas de las decisiones que toman las instituciones, en este caso como mandato de un referéndum en el que votaron por restablecer la frontera personas que probablemente nunca la cruzarán –en Irlanda del Norte, el 55,8 % se inclinó por seguir en la UE–. En todo caso, absurdo será el regreso de los métodos de vigilancia electrónica referidos en los viejos documentales y, sobre todo, la puesta frente a frente de la seguridad fronteriza de la Unión Europea y el Reino Unido, que probablemente copiará la de los Estados Unidos. Habrá más películas sobre la frontera Irlanda-Irlanda el Norte, no les quepa duda.

En “Otras latitudes y longitudes” también se programó un corto que llama la atención por la experimentación con la tecnología digital: TX-Reverse (Austria, 2019), de Martin Reinhart y Virgil Widricht. El truco informático fue creado por Reinhart y se llama “tx-transform”. Consiste en intercambiar los ejes del espacio y el tiempo en cada cuadro, de manera que despliegue todo el tiempo en una parte del espacio y no la totalidad del espacio en una fracción de segundo. El resultado es la transformación espectacular de una escena en la que el público de una sala de cine parece asistir, asombrado, a los cambios que suceden en su propia imagen. El atractivo que esto puede tener remite a los comienzos del cine, cuando las películas fascinaban por la tecnología que permitió darle movimiento a la fotografía. Ahora, es la imagen la que cambia con la manipulación digital, no lo registrado en ella al moverse.

Freeze Frame, de Soetkin Verstegen

Una reflexión más inteligente, y narrativamente más compleja, sobre las técnicas audiovisuales es la que plantea Soetkin Verstegen en el corto emblemáticamente titulado Freeze Frame (Cuadro fijo, Bélgica, 2019). Ha sido premiado en la competencia Lab del Festival de Cortometrajes de Clermont Ferrand, en el Festival de Animación de Annecy y en el Festival de Cine Experimental de Ann Arbor, entre otros certámenes, y también forma parte de la sección “Otras latitudes y longitudes”.

La cineasta usa el cubo de hielo como metáfora satírica del fotograma, que es la base de todas las técnicas de animación. Los realizadores de cine experimental lo confrontan con el lugar común que atribuye la unidad mínima al plano y que responde a la concepción narrativa hegemónica del cine. El meollo del problema, planteado en el texto que acompaña a la pieza, se hace patente cuando el cine narrativo –o el documental– recurren a la imagen congelada que se logra con la repetición del mismo fotograma. Para los que hacen animación, es un ejemplo de “desanimación”, lo contrario a lo propio de este arte, que es dar vida a la imagen con la ilusión de movimiento.

Pero la ausencia de lógica narrativa en Freeze Frame es, también, un cuestionamiento de la animación que copia el realismo el cine de ficción. Aunque pueda ser tema de discusión calificar a esta película de “cine experimental”, al menos trae a colación, así, la pertinencia de la experimentación formal como crítica y disidencia de la imagen hegemónica.

Diarios de trabajos
Realización: Paula Ábalos
Chile-Alemania, 2020, 22 min.

Otras latitudes y longitudes

A Line Was Drawn
Dirección, montaje y sonido: Mairéad McClean
Producción: Marta Michalowska, Thomas Zanon-Larcher
Música: Laura Cannell
Interpretación: Tess Letham
Reino Unido, 2019, 14 min.

TX-Reverse
Concepto y dirección: Martin Reinhart, Virgil Widricht
Producción: Virgil Widricht
Fotografía: Martin Putz
Música y diseño de sonido: Siegfried Friedrich
Austria, 2019, 2019, 5 min.

Freeze Frame
Dirección, guion y animación: Soetkin Verstegen
Sonido: Andrea Martignoni , Michal Krajczok
Bélgica, 2019, 5 min.