CANNES 2016: THE UNKNOWN GIRL DE JEAN-PIERRE Y LUC DARDENNE

CANNES 2016: THE UNKNOWN GIRL DE JEAN-PIERRE Y LUC DARDENNE

Por Mónica Delgado

En cualquier momento podrían aparecer los personajes de Two days, One night o The Kid with a Bike, ya que el entorno de la doctora Jenny está formado por los mismos seres de suburbios, subempleados, que padecen problemáticas de subvenciones sociales pero también que intentan dar un curso distinto a sus vidas en una Bélgica de alguna forma apaciguada. Aparecen también, para ayudar a componer ese mundo, planos con cámara en mano, travellings que siguen a los personajes, o planos fijos dentro la retórica que marca el estilo de los hermanos Dardenne, y que como buenos alumnos de sus propios preceptos, nunca se salen de la regla.

Mantener este estilo al pie de la letra propicia ver The Unknown Girl como una película plana, sin matices, donde el seguimiento al personaje de Jenny, quien se siente culpable por un incidente que causó la muerte de una mujer, y donde la vemos dedicarse a investigar el crimen y curar pacientes, cobra una dimensión que difumina lo íntimo y lo laboral, y que poco a poco la va encerrando en un terreno absolutamente de trabajo: que va «devorándolo» todo. Jenny trabaja en el mismo lugar donde cocina, come, duerme y atiende pacientes. El escape de ese mundo es un crimen y su investigación, que al final de cuentas, puede verse como un deseo o necesidad por la fabulación, darse la posibilidad de armar un rompecabezas imaginario, que al final de cuentas no le ofrece salida alguna.

Si bien los Dardenne siguen siendo los mismos, manteniendo todo sus métodos reconocibles, no aparece con énfasis en The Unknow Girl, la interiorización de los personajes a través de ese uso especial de la cámara, cercana y que va siguiéndolos con nervio. Es más bien, quizás, que los Dardenne se han centrado en una tesis: la de afirmar la alienación laboral, aquí plasmando el trabajo del médico como un trabajo pastoral o de misionero, dispuesto a que le toquen el timbre del consultorio las 24 horas del día. Pero no lo hacen desde el tratamiento de los mismos personajes en sí, sino desde el recocimiento de algunos espacios, sobre todo desde la casa-consultorio, como espacios de vida y socialización. Un film irregular de una pareja habitual en Cannes.