Por Anne Wakefield Hoyt
Si en Force Majeure la violenta irrupción de una avalancha de nieve desenmascaraba el artificio en la conducta del protagonista, en The Square es un performance lo que revela la verdadera naturaleza de los personajes. No es casualidad que en ambas cintas sea un teléfono celular (artefacto que nos enajena del entorno), el que acabe lanzando estrepitosamente a los dueños de vuelta a su realidad. Lo que el director sueco Ruben Östlund parece decirnos es que la verdad se encuentra afuera del cuadro; afuera de lo que el marco de las convenciones sociales, restringe. En The Square, Östlund lleva esa reflexión a su entorno natural: un museo, que es el espacio donde por convención aceptamos el artificio. Lo que se sale del marco acaba—literalmente—sacando de quicio al protagonista, un curador.
La realidad irrumpe intempestivamente en la vida de Christian (Claes Bang) una mañana cuando se dirige a su trabajo en un museo de arte contemporáneo en Estocolmo. A la salida del Metro, el guapo y joven curador pasa de largo frente a una mujer que pide dinero ¨para salvar una vida¨. Si las palabras de la mendicante no lo movieron a ayudar, los gritos desesperados de una muchacha que suplica que la ayuden porque alguien la quiere matar, sacan a Christian de su ensimismamiento. Junto con otro transeúnte, Christian logra proteger a la mujer de su agresor. Satisfecho consigo mismo y sorprendido de cómo el incidente lo hizo sentir “vivo”, Christian descubre que le robaron el celular y la cartera. En realidad lo ocurrido fue solo un montaje para distraerlo y así sustraer sus pertenencias.
Al igual que en Force Majeure, donde la avalancha de nieve no era una amenaza real, el simulacro saca a la superficie la verdadera naturaleza de Christian. El mundo ordenado, de formas perfectas y limpias en el que se mueve el museógrafo, es trastocado por el incidente. Junto con un colega se embarca en un absurdo y elaborada plan para recuperar a su celular, el cual ha ubicado con ayuda de la tecnología en un barrio bajo de la ciudad.
Significativamente, Christian esta trabajando en una nueva exposición, cuya pieza central llamada The Square, es un espacio designado en la plaza enfrente del museo donde se pide a todo aquel que entre que se comprometa a ayudar a los otros que se metan al cuadrado. Ese juego entre lo natural y lo artificial, entre realidad y simulacro, entre lo que cabe dentro del marco civilizador del contrato social y lo que lo desquicia, son los planos donde se mueve exitosamente en un principio The Square. El problema es que la película es muy larga y no todos los incidentes encajan bien dentro de la dimensión alegórica de la trama. Además el tono no se decide entre comedia, thriller o sátira. De cualquier manera, hay ideas interesantes en la película y lograda o no, es importante que alguien se ocupe de mostrar la calidad artificial y enajenada de nuestros tiempos.
Palma de Oro 2017, competencia Internacional
Director: Ruben Östlund
Guión: Ruben Östlund
Reparto: Elisabeth Moss, Dominic West, Terry Notary, Claes Bang, Emelie Beckius,Linda Anborg, Sarah Giercksky, Jan Lindwall, Christopher Læssø, Peter Diaz, John Nordling, Annica Liljeblad, Henric Wassberg, Denise Wessman, Marina Schiptjenko.
Productora: Plattform Produktion / ARTE France Cinéma / Coproduction Office.
Suecia, 2017