CANNES 2018: ANGEL FACE DE VANESSA FILHO Y GIRLS OF THE SUN DE EVA HUSSON

CANNES 2018: ANGEL FACE DE VANESSA FILHO Y GIRLS OF THE SUN DE EVA HUSSON

Por Mónica Delgado

Hoy en Cannes se reunieron más de ochenta mujeres de la industria del cine, lideradas por Cate Blanchet y Agnés Varda, para leer un discurso que demanda la paridad de género y la mejora de las condiciones salariales en comparación a los hombres que trabajan en ella. Si bien este pedido tiene que ver más con la manera en que el sistema de Hollywood ha calado en diversos modos de producción a nivel mundial, de subvaloración del trabajo de las mujeres, aún no se pone a discusión sobre qué están hablando las películas hechas por mujeres, más aún en esta edición de Cannes que ya viene mostrando varios abruptos. Y aquí no establezco una crítica de carácter moral, sino  una queja sobre los criterios de programación, tanto en la selección oficial (ya que de 21 films solo tres están dirigidos por mujeres) como en la sección Un Certain Regard, ya que quizás por cumplir una cuota de mujeres en las competencias se está poniendo poco rigor en aquello que seleccionan como premiable.

Angel Face (Gueule d’ange) de Vanessa Filho pertenece a ese tipo de films donde el o la cineasta es el gran demiurgo que se cobra las deudas con la vida a través de sus personajes. Marion Cotillard encarna a una dama de compañía alcohólica que abandona a su hija de siete años para irse de juerga con un tipo que recién conoce en un bar. La pequeña, que no le queda más que reproducir las manías de la madre, también se vuelve alcohólica y se enamora de su vecino adulto, quien a veces hace de padre ante la situación de orfandad. Con esta premisa, Filho hace escarnio de la fatalidad que provoca en sus personajes, a quienes somete a diversas circunstancias que los empobrece moralmente. Para Filho, el miserabilismo es la única vía para humanizar a las dos mujeres de su reparto, logrando con ello uno de los fiascos de Un Certain Regard.

Girls of the sun de la cineasta francesa Eva Husson también va en esa vía, pero no necesita del miserabilismo ni de poner a una niña de siete años borracha, sino que con el argumento de mostrar un lado feminista en las luchas, se apropia de un discurso para elevar la figura de las mujeres kurdas, organizadas en guerrillas para luchar contra los extremistas islámicos, pero lo hace desde una puesta en escena poco lograda, llena de eufemismos y recursos edulcorados.

Todo parece empobrecer una trama que podría haber sido abordada de un modo más grato, sino recordemos la muy interesante Gulistan, tierra de rosas de la turca Zayne Akyol.  Aqui, la cineasta Eva Husson requiere de un personaje francés como ella para poder adentrarse en el universo de estas mujeres guerrilleras (Emmanuelle Bercot como una reportera de guerra o escritora de no ficción tuerta), y para retratar a la lider de la milicia, una abogada kurda (la bellísima Golshifteh Farahani) que habla un francés casi perfecto. Todo parte del artificio y la grandilocuencia, enfatizada por una banda sonora que no logra hacer compatible la mirada de la cineasta con el mundo que desea representar, sino recordar la escena en que las mujeres en armas bailan, pero la música va por otro lado, creando una capa sonora innecesaria. Se expone el baile, pero no la música que las hace bailar en comunión, mientras la cineasta decide colocar unos violines sensibleros. La posición del extranjero.

Pero lo peor de Girls of the sun, inexplicable decisión en la competencia internacional, aparece en los créditos finales, que surgen cuando aún el personaje de Emmanuelle Bercot se encuentra reflexionando en voice over sobre los primeros párrafos que irán en su libro sobre la guerra: la inspiración de la lucha de las mujeres kurdas y su ejemplo de entereza, mística y amor al territorio. El mensaje feminista llega verbalmente cuando la gente ya se ha levantado de su asiento y salido corriendo de la sala.