CANNES 2019: LES MISÉRABLES DE LADJ LY

CANNES 2019: LES MISÉRABLES DE LADJ LY

Por Mónica Delgado

Les misérables del francés Ladj Ly tenía todos los elementos para prometer una hazaña: un cineasta que viene de las canteras marginales de los suburbios árabes y africanos de Francia, actores de la misma comunidad prestos a fungir de pandilleros, revisitación antojadiza y pop del corazón de la obra de Víctor Hugo sobre los excesos de la legalidad y la venganza de la pobreza, y una historia policial y thriller que toma por asalto las calles. Sin embargo, esos elementos son desperdiciados por una concesión imperdonable a la fórmula festivalera que se empecina por retratar problemáticas sociales desde los códigos del miserabilismo y la urgencia de enmendar culpas a punta de un cine social o realista.

El premio César y su interés en el documental hacían de Ladj Ly una promesa. Los primeros planos de la celebración de un mundial de fútbol presentan a los personajes en un ambiente de excepción, para luego arrojarlos a una cotidianidad empobrecida de bandas y guetos. Luego, Ladj Ly nos lleva al corazón de una estación policial, cuyo fin es supervisar el día a día de una comunidad periférica de migrantes, entre africanos, árabes y musulmanes. Y es desde la mirada de los policías como eje, que Ly comienza a pivotear los recovecos de la película. Poco a poco el film va rompiendo expectativas, aunque luego levanta hacia el final cuando un grupo de niños y adolescentes desean cobrar venganza a la policía local, entre corrupta y amoral, a punta de fuegos artificiales y bombas molotov. Una suerte de Ciudad de Dios o una inusual cofradía de niños criminales que va cobrando la dimensión de una realidad cruda y hostil.

El punto de vista del film es el de un policía recién llegado, encarnado por Damien Bonnard (el espléndido actor de Rester vertical de Alain Guiraudie), quien se vuelve la voz moral del equipo de trabajo policial al que se acaba de unir, con el fin de vigilar unos suburbios tomados por pandillas de diversa estirpe. Pero este punto de vista moral del personaje se impone en todo el desarrollo del film. Es decir, al menos se esperaba que el cineasta optara por un alter ego menos ajeno al mundo que se ufana conocer, en la medida que el ataque brutal a la policía (el punto más alto del film) se vuelve no solo una respuesta de hartazgo ante la violencia, sino también un ejemplo de los modos de representación for export de la delincuencia y el libro albedrío, o el estigma de índole racial. ¿Es posible que el Ladj Ly de los barrios dibujara esta violencia de modo tan distanciado y exotizante?

¿Pero qué es lo que más perturba de este film? Precisamente su apuesta política, en su reinvención del clásico de Víctor Hugo, donde el Jean Valjean es un niño masacrado por la policía que solo tiene sed de venganza. Para Ladj Ly la violencia es fruto de la represión salvaje y de su institucionalización. Pero más allá de este argumento inspirado libremente en la famosa novela, Les misérables de Ladj Ly se desparrama al ofrecer una violencia exacerbada, puesta en escena solo para impactar, como el lamentable momento del encierro de un niño golpeado en una jaula de leones. Definitivamente, un film de la competencia oficial que agradará al presidente del jurado.

Competencia official
Director: Ladj Ly
Productor: Toufik Ayadi, Christophe Barral
Guion: Ladj Ly, Giordano Gederlini, Alexis Manenti
Reparto : Damien Bonnard, Alexis Manenti, Djibril Zonga
Productora : SRAB Films, Rectangle Productions, Lyly Films
Francia, 2019, 103 minutos