CANNES – QUINCENA DE REALIZADORES 2021: TRAIN AGAIN DE PETER TSCHERKASSKY

CANNES – QUINCENA DE REALIZADORES 2021: TRAIN AGAIN DE PETER TSCHERKASSKY

Por José Sarmiento

18 años después de que Kurt Kren produjera su tercera película 3/60 Bäume im Herbst [3/60 Trees in Autumn], rodó su obra maestra 37/78 Tree Again.
18 años después de crear mi tercer darkroom film, L’Arrivée (un homenaje a los hermanos Lumière y su tren L’Arrivée d’un de 1895), me embarqué en Train Again. Esta tercera película de mi “Serie Rushes” es un homenaje a Kurt Kren que, al mismo tiempo, aprovecha un motivo clásico de la historia del cine.
Mi viaje al cuarto oscuro tomó algunos años, pero finalmente llegamos: ¡Todos a bordo!
(Peter Tscherkassky)

La última obra maestra de Peter Tscherkassky, Train Again (2021), es una magnífica obra de síntesis: de la historia del cine, del cine como espectáculo, de la ansiedad de la industrialización, de la revelación del aparato cinematográfico, de las posibilidades y expansión del cine estructural. Dedicado a su buen amigo y extraordinario cineasta estructural, Kurt Kren, Tscherkassky comparte los mismos impulsos del trabajo que está homenajeando. Cuando Kren hizo Tree Again (1978) (y varias de sus primeras películas representativas), compartía la preocupación de lo que la posibilidad de reconstitución en la imagen puede declarar en el cine: en el caso de Kren, era la posibilidad de la observación, el ciclo reestructurando de la naturaleza en torno a la imagen del árbol, las estaciones inminentes, la fragilidad del material filmico. “En Tree Again, la imagen a menudo casi estalla en la abstracción; las ráfagas de color y los destellos de luz presentan un paisaje siempre al borde de la desaparición. Lo que se percibe, por un lado, como una imagen completa se reestructura constantemente. Esta fluctuación de la imagen significa, por otro lado, que la naturaleza parece convertirse en otra cosa en la película” (Polmeer, 2016: 129).

La fluctuación de la imagen en sí misma es lo que permite a Tscherkassky construir el espectáculo cinematográfico que es Train Again. El cineasta austriaco hace uso de varias herramientas que darkroom le ha permitido dominar: la yuxtaposición de imágenes, la manipulación del propio material fílmico; el uso de la analogía y la superposición para crear una gran metáfora de 20 minutos sobre el cine. La obra se siente increíblemente deslumbrante pero, cuando se descompone, muestra la dedicación de años por una obra cuidadosamente compuesta y meditada: cada cuadro está inequívocamente en su lugar, con un ritmo similar a la experiencia de la montaña rusa. Es en esta particular paradoja (la velocidad de la lentitud) donde la fluctuación de la imagen crea la inestabilidad que permite a Tcherkassky seguir adelante con sus intenciones: del homenaje, de la analogía, de la develación, de este destacado phantom ride. Los homenajes y las referencias abundan: el cineasta se sirve de una plétora de películas como Entr’Acte (1924) de René Clair, los hermanos Lumière L’Arrivée (1895) o El espíritu de la Colmena (1973) de Victor Erice, entre otras, para recrear su paseo por la historia (y la historia del cine).

Y se inserta en la tradición de cineastas que han trabajado la imagen del tren como experiencia física: Siefgried A. Fruhauf con Phantom Ride Phantom (2017), y su referencia inmediata, The Georgetown Loops de Ken Jacobs (1996), que trabajó en la idea del phantom ride para crear experiencias cinematográficas inmersivas. O la idea del tren como metáfora: Gianikian y Ricci Lucci con la apertura de From the Pole to the Equator (1988) como puerta o entrada a los fantasmas del colonialismo, o el RR de Benning (2007), que pone el peso en el enorme símbolo de representación del propio tren, en su contexto histórico y parte del curso de la idea de la “Americana”. Por supuesto, la idea detrás de estos proyectos radica completamente en la experiencia de la máquina, pero Tscherkassky ha ido más allá de esta exploración para, nuevamente, sintetizar un mundo abundante de significantes. E incluso más allá de esa exploración (que se puede explorar detenidamente desde las diferentes secciones de la película), el cineasta apuesta, una vez más, por la experiencia cinematográfica como elemento fundamental de sus películas. Cada película de Tscherkassky, con su darkroom lleva consigo la emocionante, desenredante, vertiginosa y espectacular experiencia del cine que la mayoría de los éxitos de taquilla incluso sueñan con poseer.

Sin duda, la mejor película de 2021. Peter Tscherkassky nos ha vuelto a hacer creer en las posibilidades y el poder del cine.

*2007 – HAMLYN, Nicky; PAYNE, Simon and REES A.L. (Editors): Kurt Kren: Structural Films. Bristol, Chicago. Intellect.