CANNES – UN CERTAIN REGARD: GAEY WA’R (STREETWISE) DE NA JIAZUO

CANNES – UN CERTAIN REGARD: GAEY WA’R (STREETWISE) DE NA JIAZUO

Por Mónica Delgado

Viendo Streetwise recordé otro film asiático, Sorum (2001), ópera prima del coreano Yoon Jong-Chan, ya que ambos films toman un tipo de “conducta” social para formar el espíritu de una época. En Sorum todos los personajes encontraban un placer solitario en fumar, en esparcir el humo del cigarrillo mientras se perdían en sus reflexiones, que el cineasta registraba como extensión de un estado mental de disipasión, de nada existencial, cuasi ralentizado, asociado a una decadencia social en contradicción con un sistema económico rápido y aplastante fuera de campo. Algo similar pasa en este film debut del chino Na Jiazuo en Gaey Wa’r (Streetwise, 2021) , estrenado en la sección Un Certain Regard de la edición 72° de Cannes.

En Streetwise, un personaje de 21 años que ayuda a cobrar deudas a la mafia local se ve afectado por la muerte temprana de sus padres. Este hecho, con el cual parte el film, marca el presente en una narración que luego se desarrolla en un amplio flashback, de meses antes, con el protagonista apelando a la ley de la calle para poder pagar las deudas de su padre enfermo en el hospital. Esta vuelta al pasado, como método para explicar el luto y reflexiones del protagonista al inicio, va mostrando un entorno social, de varios personajes, hombres y mujeres, atrapados en una pequeña ciudad, mientras la mayoría deja el hogar para ir a las grandes urbes chinas. En este sentido, el film de Na Jiazuo se ubica en el clima de películas chinas de los últimos años donde se pone en cuestión el sistema económico y social, a partir de la alienación, el desarrollo urbano y el desempleo, como pasa con las obras de jóvenes cineastas como Liang Ming, Ding Wenjian o Zhuo Sun, en la línea de los films iniciales de Jia Zhang-ke.

Pero, ¿cuál es ese elemento social que une a todos los personajes? En Streetwise (que en inglés alude a la astucia para defenderse en entornos urbanos agresivos), todos los personajes están atravesados por la violencia física y verbal. A lo largo de su hora y media de metraje se va construyendo una coreografía de la violencia, a partir de reyertas entre grupos mafiosos, y en entornos de todo calibre, donde es inevitable la tensión: hospitales, mercados, factorías, hogares. Nadie está a salvo en este clima de violencia, pero tampoco nadie se siente afectado, ya que la mirada que Na Jiazuo utiliza es la de la normalidad, la de la comprensión (satírica) de la violencia como forma de vida. Bofetadas, patadas, puñetes, choques, floreros en la cabeza, en un vale todo de performances o formas de expresar la violencia, y donde los personajes lucen cómodos (y desde nuestra perspectiva, perdidos).

Y más allá de la trama que parte de un hecho trágico, el tono con el que el cineasta chino aborda su film es el del humor oscuro, por momentos extravagante, sobre todo debido a que los personajes toman conciencia de esta mecánica cotidiana de poder, de enfrentamientos diarios como parte de una política de vida en los márgenes, como dando la espalda a cualquier utopía progresista. Es un film sobre una sociedad de renegados, de indolentes, descrita sin excesos ni efectismos, donde la cámara sabe ubicarse de modo preciso, para capturar sonrisas o carcajadas enloquecidas como salida delirante a una crisis sin fin.

Un Certain Regard
Director y guion: Na Jiazuo
Fotografía: Jia Neng Li
Reparto: Jiuxiao Li, Miyi Huang, Ailei Yu
China, 2021, 93 min