Por Mónica Delgado
El largometraje debut de la cineasta lituana Saul? Bliuvait?, Toxic (Akipl?ša), obtuvo el máximo premio en el reciente Festival de Locarno. Es apreciable que una ópera prima se lleve la presea más importante en la veta ya trazada por festivales como el de Rotterdam, donde prima una intención por visibilizar el trabajo de jóvenes cineastas pertenecientes a cinematografías no tan conocidas y por descubrir. También el cine lituano estuvo pasando por buen momento en festivales y muestras algunos años atrás gracias a figuras como Sharunas Bartas, la artista Emilija Škarnulyt?, Ignas Jonynas, o la recuperación del trabajo de Arunas Zebriunas, y el foco puesto en esta ópera de prima de Saul? Bliuvait?, quien ha dirigido los cortometrajes Limousine (2021), The Contest (2019), Yana (2017) y Life is beautiful and neverending (2016), permite un punto de partida hacia nuevas propuestas de esta joven realizadora.