Por Morella Moret
Dos espacios geográficamente lejanos se unen a través de la mano del hombre: Tres décadas de sobreexplotación minera llevaron a Minais Girais en Brasil y a Nord-Pas-de-Calais en Francia a ser lugares similares por el impacto ambiental que han tenido.
Olhe Bem As Montanhas de Ana Vaz arma dos paralelos visuales y sonoros entre ambos lugares. Una cámara en mano, que en pocos momentos permanece estática, nos muestra en la oscuridad a la biodiversidad controlada por el ser humano: Nord-Pas-de-Calais se ha convertido en un lugar dónde los científicos miden, codifican y observan a cada uno de los animales que por ahí transitan, para de alguna manera reparar el daño ocasionado por la explotación minera. Por otro lado, en Minais Girais se forma una superficie sin fondo, más de un desprendimiento del terreno ha habido desde la dictadura militar brasilera en el 64 en donde empezó la sobre explotación y excavación territorial. Los pobladores de aquí nos piden que miremos con detenimiento a las montañas porque si observamos bien podremos ver dentro de ellas lo irreparable. Cuando los planos son generales vemos a la naturaleza estática y sin daño alguno. Cuando nos acercamos a los detalles la cámara empieza a tambalearse y a ser volverse borroso, y por momentos se ve doble imagen. Y es que de cerca podemos ver la confusión, la contaminación, lo irreparable del daño humano.
El sonido de la selva bullosa, tupida, llena de animales y algunos ruidos tribales nos acompañan junto a la narración. Nos lleva a Nord-Pas-de-Calais a ver a aves asustadas, siendo medidas al milímetro y a las cuevas de Minais Girais para mostrarnos pinturas ancestrales, en donde mediante imágenes les cuentan a sus nietos la historia de lo que un día fue abundancia y hoy nos queda cuidar.
Dirección: Ana Vaz
2018
Brasil/Francia
30 min