Por Ivonne Sheen

Expedition content (2020) de Ernst Karel y Veronika Kusumaryati es un documental de archivo, predominantemente sonoro, sobre la relación entre exploradores estadounidenses y nativos de Hubula, en Papa Nueva Guinea, teniendo como personaje fundamental a Michael Rockefeller, nieto del magnate petrolero John D. Rockefeller. En 1965, Robert Garner realizó Dead Birds, documental en el que documentaba distintos rituales de los Hubula. En aquel contexto, Michael Rockefeller registró sonidos e imágenes, los cuales Karel y Kusumaryati rescatan para componer una experiencia radical, en el que la visualidad se suspende ante los paisajes sonoros registrados por Rockefeller, situándonos en su subjetividad como sujeto colonizador y ser humano. Tal vez, un recurso en el que las ansias de conocimiento occidentales no encuentran su común ancla visual.

A diferencia de un retrato académico y conceptual de la comunidad, los directores nos muestran la relación cercana y presencial de los exploradores con la tribu, pero también con el paisaje en el que se encuentran. En la oscuridad nos fuerzan a imaginar, a viajar en el tiempo y el espacio, desapegados de las comunes búsquedas de nuevos significados y conocimiento etnográficos al mirar documentales de tribus étnicas. Esporádicamente, aparece el texto en la pantalla para traducir lo que las personas nativas dicen cuando hablan y cuando cantan. Michael suena constantemente muy entusiasmado y asiduo de registrar como una mediación en su relación con ellos. ¿Qué más los podría unir? Las distancias son imborrables, en esta situación la investigación o el cine, son excusas para crear encuentros. La no-imagen demuestra nuestra tradición y educación con respecto al cine, al lenguaje y a la percepción. La imagen se convierte en un símbolo colonial, en ese sentido el sonido es más complejo de conquistar. La representación sonora implica imaginación y sobretodo otro tipo de atención, mucho más sensorial. La película entabla preguntas sobre la investigación etnográfica colonial y también experimenta con una propuesta en la que la narrativa surge a partir de la vivencia de los exploradores en el lugar y la de nosotros sentados en la sala del cine.

Al inicio de la película, Robert y Michael discuten sobre la capacidad humana de percibir un color celeste al amanecer, el cuál habían captado con la tecnología fotográfica analógica, dejando en evidencia que naturalmente no somos capaces de percibir esa tonalidad. Culpan a nuestra psicología y educación. El único momento en el film en el aparece la imagen es una escena en la que los nativos se encuentran dentro de una caverna y el camarógrafo también. Él registra la sombra de sus cuerpos iluminadas por la luz exterior y unas antorchas de fuego que cargan. Momento que me remite a la caverna de Platón y la primera escena de la película. Es imposible desapegarnos de nuestro sesgo cultural; sin embargo, no es tan difícil probar otras formas de percibir que nos permitan acercamientos nuevos y decoloniales. Mucho radica en la forma cómo nos percibimos y percibimos al otro. La película ha sido producida como parte del Etnography Sensory Lab, centro de investigaciones que viene desarrollando diversas exploraciones etnográficas desde lo audiovisual.

Es interesante la decisión de mostrar la película en una sala de cine con tanto porcentaje de oscuridad. Un grado de verdad en tanto poco sabemos y sabremos, pero eso no detiene nuestra posibilidad de relacionarnos, si no que la complejiza. Oímos a dos nativas murmurando: describen y señalan a dos de los exploradores, uno de ellos con un arma, ellas también los perciben extraños y mantienen su distancia. Se preguntan por ellos. Son extraños mutuamente. La película no tiene atisbos románticos en los que se logre un encuentro, porque más bien refuerza la diferencia como una certidumbre sobre la cuál se puede aprender culturalmente no solo de ellos, si no también de nosotros.

En la composición sonora también nos enteramos que dicho material pertenece a archivos oficiales, es decir, estamos oyendo audios de otro tiempo y que han sido catalogados bajo parámetros históricos. A pesar de la ausencia de imagen, Expedition content (2020) potencia la idea de imagen-tiempo de Deleuze, con la explotación ensayística del recurso sonoro que nos acerca la vivencia de Michael Rockefeller en sus exploraciones, con sus asombros, miedos y privilegios, y su vez acercándonos a preguntas sobre la labor etnográfica y el uso de aquellos contenidos.

Título original: Contenu d’Expédition
Directores: Ernst Karel & Veronika Kusumaryati
Productor: Sensory Ethnography Lab
País: Estados Unidos
Año: 2020
Duración: 78 minutos