CURTOCIRCUÍTO 2018. ALMOST NOTHING: SO CONTINUES THE NIGHT DE DAVOR SANVINCENTI

CURTOCIRCUÍTO 2018. ALMOST NOTHING: SO CONTINUES THE NIGHT DE DAVOR SANVINCENTI

Por Alonso Castro

Davor Sanvincenti, artista nacido en Croacia, ha explorado diversos campos de las artes audiovisuales, transgrediendo las fronteras del cine y video, de la fotografía, las instalaciones sonoras y las performances en vivo. En sus trabajos, Sanvincenti, también conocido como Messmatik y Gurtjo Ningmor, cuestiona el concepto de percepción y problematiza el lugar de los sentidos en el proceso de constitución de la realidad, desarrollando una estética que oscila entre, lo que él denominaría, una fenomenología audiovisual y una antropología de cultura visual.

En Almost Nothing: So Continues the Night -cuyo título original en croata es Skoro ništa: i dalje no?- (2017) se reflexiona sobre la capacidad de percibir -sobre todo de ver- y, por lo tanto, conocer lo que nos rodea en el mundo. Davor Sanvincenti ensaya en la película las posibilidades del conocimiento a través de la percepción, la cual se hace posible en tanto el universo está compuesto de lo mismo, remitiendo a la idea de unicidad entre seres. Así es factible que los humanos puedan ver la muerte de una estrella por más distante que acontezca, aunque ello no sea posible apreciarlo en el mismo instante, sino después de miles de años de que haya ocurrido.

Con ello, se entiende que, a pesar de que sea posible percibir la materialidad que compone la realidad, la percepción de la realidad se ve mediada por el tiempo y el espacio desde donde uno reconstruye lo que experimenta como real. En Almost Nothing: So Continues the Night, el lenguaje de la luz es el que media las posibilidades de aprender y aprehender la realidad a partir de las imágenes que se obtienen del juego entre las luces y las sombras.

En la película, la luz se vuelve un elemento clave para la posibilidad de conocer y construir la realidad a partir de cada encuadre que se compone del juego constante con la iluminación. De esa manera de abordar la construcción de la realidad y, por lo tanto, de la producción de conocimiento de aquella, se desprende la idea de que el pensamiento se encuentra enmarcada por las limitaciones del lenguaje. La constitución de la realidad proviene de la capacidad de comunicarnos y, por lo tanto, de sus limitaciones.

Sin embargo, queda claro que hay porciones de la realidad que no se llega aprehender, dado que nuestra capacidad de conocer se ve condicionada por los sentidos humanos. Aquello que nos excede constituye parte de una realidad mayor que no llegamos a dar sentido muchas veces, lo cual se ve representado en la película en un campo visual que contrasta las imágenes de la materia y el vacío.

A partir de ese momento, las imágenes de la película aluden a la condición dicotómica de la realidad entre la materia y el vacío, la creación y la destrucción. Para la creación o el deseo de crear, se entiende, se debe partir de la acción previa de destrucción. La experimentación con el fílmico se visualiza y expresa en el deterioro de la materialidad representada, lo cual simboliza el acto dual de destrucción y creación, experimentando nuevas imágenes que dan cuenta, en concreto, de nuevos aspectos de la realidad vinculados con los procesos de destruir y crear la realidad.

A pesar de ello, tal como se expresa por los narradores de la película, el fílmico se resiste a ser destruido por completo, evocando la idea de resistencia frente al acontecimiento de transformación. Se trata, entonces, de dar cuenta de la resistencia de las imágenes, de la resistencia del fílmico como soporte de registro, de la resistencia del cine como medio de expresión, creación, memoria y pensamiento.

En Almost Nothing: So Continues the Night, a modo de cierre, se plantea que el cine, al igual que la mecánica cuántica, ha influenciado en las capacidades de percibir la realidad y, por lo tanto, de construir visiones sobre el mundo. A partir de ello, es posible pensar que el cine ha afectado a la estructura de nuestros sentidos y nuestra percepción, así como nuestras mentes se han adaptado al lenguaje del cine.

Director: Davor Sanvincenti
Producido por: Boris Greiner
Fotografía: Ivan Slipcevic
Música: Christian Fennesz, Nenad Sinkauz