Por Mónica Delgado
Conocimos a Laila Pakalnina, reconocida cineasta letona que tuvo una retrospectiva en la última edición de DocumentaMadrid. Su notable cuerpo de trabajo está compuesto por cortometrajes, documentales y largometrajes de ficción, desde The Linen (1991) hasta Hello Horse! (2017). En este diálogo, conversamos sobre los motivos de sus películas y el estilo que eligió.
Desistfilm: ¿Cómo ves tu trabajo en el contexto del cine letón o ruso?
Laila Pakalnina: Al principio, por supuesto, tuve cierta conexión con el cine ruso, porque estudié en Moscú y Letonia todavía era parte de la Unión Soviética, aunque ahora nuestras culturas están totalmente separadas. Pero de todas formas, es nuestro gran vecino y, por supuesto, hay influencia. Debo hablar también sobre las conexiones: el cine ruso, proviene de la escuela, por lo que es parte de tu formación y definitivamente una influencia. Puedo decir que me hice cineasta porque durante la escuela fui al cine y vi una película en particular, y pensé: “este es el lenguaje que quiero usar, que quiero hablar”. Y solo después entendí que lo que vi en el cine, fue “Stalker” de Andrei Tarkovsky. No es que trate de hacer películas post-Tarkovsky, pero para ser sincera; debo decir que tomé la decisión de mi vida porque vi sus películas.
En el contexto letón, creo que las películas son organismos muy interesantes por sí mismas, porque el lenguaje que estamos utilizando, podemos decir que es un lenguaje internacional. Por supuesto que usamos palabras que son idiomas de diferentes países. Pero al mismo tiempo, muchas cosas dependen del lugar de donde vienes. Puedes usar el mismo lenguaje cinematográfico, pero será diferente, incluso sin hablar del contexto. Incluso cuando nos gustaría decir que somos independientes de donde venimos, no somos realmente independientes.
Desistfilm: Tú eras periodista antes de ser cineasta. ¿Cómo fue esa transición?
Laila Pakalnina: Estudié periodismo en la universidad porque durante la Unión Soviética había solo una escuela de cine en todo el lugar, estaba en Moscú, y yo quería convertirme en documentalista, pero no era posible, porque no tenían cursos todos los años. Así que cuando me gradué del colegio no había posibilidad de ir a estudiar cine documental en Moscú. Y decidí que lo más cercano era el periodismo. De todos modos, después de estudiar periodismo fui a la Escuela de Cine de Moscú, y luego de graduarme comencé a hacer películas, pero por supuesto, no es nada fácil financieramente ser un cineasta independiente, de alguna manera necesitas un ingreso mensual, así que trabajé por nueve años en el periódico más grande de Letonia, no como periodista, era columnista, compartía mi punto de vista sobre diferentes cosas.
Desistfilm: En tu primer documental, The Linen, usas el blanco y negro de una manera particular. ¿Tuviste la intención de rendir homenaje a las películas rusas tradicionales? Siento que esta película en particular era como una película antigua, porque el blanco y negro, remite a un período de tiempo diferente al de los años ochenta, cuando se hizo originalmente.
Laila Pakalnina: No, esa no era mi intención, pero te entiendo. Lo hice en blanco y negro porque me gusta como una decisión estética; muchas de mis películas las hice en blanco y negro y actualmente estoy en post-producción de dos documentales también en blanco y negro. Entiendo su pregunta sobre este aspecto de “película antigua”, especialmente algo filmado en los años sesenta. Incluso lo considero un cumplido porque, en esa década en particular, el cine usaba el lenguaje de una manera particularmente fuerte.
Desistfilm: Creo que tus documentales muestran dos temas principales: paisajes y situaciones de la vida cotidiana, dos formas de representar una comunidad. ¿Cuál es tu opinión sobre esto?
Laila Pakalnina: Sigo pensando que es muy interesante hacer películas sobre cosas simples. Porque, cuando nació el cine, con los hermanos Lumiére, hicieron películas sobre cosas muy simples, como los trabajadores que salían de la fábrica. Y ahora, cuando vemos esas películas, incluso si parecen viejas, siguen siendo muy interesantes, y creo que seguimos viviendo en el mismo mundo, porque muchas cosas pueden ser diferentes, como la tecnología, pero la vida es tan simple como antes.
Desistfilm: ¿Por qué prefieres ocuparte de la vida rural?
Laila Pakalnina: Nunca viví en el centro de una gran ciudad. En este momento estoy viviendo en Riga, pero aún así, vivo en las afueras. Así que entiendo este tipo de “vida en las afueras de la ciudad” de las aldeas. Creo que para capturar la vida en las aldeas, no necesitas cavar en muchas capas, y solo puedes venir con tu cámara y grabar. En la ciudad, esto es más complicado. Por supuesto, me gusta estar en la ciudad también, pero prefiero no filmar en lugares tan centrales.
Desistfilm: ¿Qué hay de tus películas de ficción?
Laila Pakalnina: Cuando me gradué en la escuela de cine me dije a mí misma que nunca haría ficción porque el documental en sí mismo es tan interesante, que puedes tomar la cámara y comenzar a filmar cómo están jugando estos niños o puedes hacer una película sin ninguna puesta en escena. Pensé que eso era suficiente para mí; estoy muy interesada en cosas que suceden en todas partes. Solo tienes que observar y verás que muchas cosas están sucediendo alrededor. Pero luego, viendo películas, comencé a pensar en películas. Entendí que existen los mismos valores, el mismo lenguaje en películas de ficción y documental, y en general, no hay diferencia, lo único es cómo las haces, cómo escenificas u observas y tocas algo.
Desde que empecé a hacer ficciones tengo todavía la necesidad de hacer documentales. Me siento muy cómoda cuando estoy haciendo ambas cosas al mismo tiempo, por supuesto no puedes filmar ambas a la vez, pero al menos tienes una idea de ambas películas al mismo tiempo.
Desistfilm: ¿Cuánto tiempo invertiste en tu último trabajo, Hello, Horse!?
Laila Pakalnina: Estuvimos filmando un poco más de un año, volviendo eventualmente al lugar una y otra vez. Pero pasamos un total de un período de un año, y luego la edición y el sonido tardaron dos años, tal vez menos.
Desistfilm: Hay un tratamiento especial del sonido en esa película. ¿Cómo trabajaste ese recurso?
Laila Pakalnina: En todas mis películas, considero que el sonido es algo muy importante. Nunca utilizo el sonido en vivo grabado en cámara, pero eso no significa que en todas las películas creé algo diferente o nuevo. Por ejemplo, Hello Horse!, es una película muy especial para mí porque la mayoría de los sonidos, son sonidos en vivo, y otros se grabaron en la misma área, porque era un lugar interesante para grabar, está lejos de las ciudades, es un lugar tranquilo lugar donde puedes grabar buenos ambientes.
Desistfilm: ¿Crees que hay alguna desventaja en ser una mujer cineasta en estos días?
Laila Pakalnina: Although, I think there was something about this that teachers knew, like, not having more than two girls in the course. I was lucky enough to be accepted and I didn’t feel different, but thinking about it, there was something on it, maybe…
No tuve problemas por ser una mujer cineasta; tal vez tuve la suerte de pasar por esta puerta estrecha cuando fui aceptada en la escuela de cine porque ahora creo que ha cambiado. Cuando estudié en Moscú en los años 80 era diferente, en cada habitación éramos aproximadamente diez personas y solo éramos dos mujeres. Aunque, creo que hubo algo sobre esto, los profesores sabían, por ejemplo, que no tenían más de dos chicas en el curso. Tuve la suerte de ser aceptada y no me sentí diferente, pero al pensarlo, había algo de ello, tal vez…
Desistfilm: ¿En qué estás trabajando ahora?
Laila Pakalnina: Estoy en producción de dos documentales en este momento. Ambos están en período de grabación, y ambos son en blanco y negro. Uno se llama Spoon, no tiene diálogos, se trata de una fábrica donde fabrican plástico y luego lo venden en diferentes lugares. Comenzamos con la extracción de petróleo, luego el lugar donde usan este petróleo para hacer plástico. Fuimos a las fábricas de plástico en China. Todavía tenemos un mes más de rodaje y comenzaré a editar en agosto. Todo se basa en tomas fijas, simplemente grabando el proceso sin voz en off.
En 1997 estábamos filmando mi primera película de ficción llamada The Shoe, ni siquiera recordaba que quedaban los negativos de esta película, y ahora estoy filmando este documental en 35 mm. Es un placer usar esta cámara de cine y experimentar todos estos sentimientos. La película está corriendo, todo se imprime en vivo en la película, y es maravilloso.