FESTIVAL DE TESALÓNICA 2012: I AM NOT A HIPSTER

FESTIVAL DE TESALÓNICA 2012: I AM NOT A HIPSTER

Por Mónica Delgado

¿Qué es un hipster? Si lo definimos como el estereotipo de personas consumidoras de una cultura alternativa, de apariencia sofisticada, de pose intelectual, aptos a nuevas tendencias, el protagonista del filme definitivamente escapa a este concepto. «No soy un hipster» pareciera ser el lema del protagonista de este filme que precisamente, y paradójicamente, busca diferenciarse de este grupo de jóvenes que están a la caza de la diferenciación: rara avis. El músico indie Brook Hyde (el actor Dominic Bogart) tiene las poses de la era grunge, áspero, ácido, misógino y parco, quien coloca libros como patas de la mesa de centro de su departamento (primer indicio anti hipster). La muerte de su madre lo ha afectado y se ha convertido en una ostra difícil de abrir, rechaza a las mujeres y no sale de su casa (segundo indicio anti hipster). Su entorno de músicos y artistas se verá trastocado con la llegada de sus tres hermanas quienes lo «ablandarán» para que se amiste con su padre y puedan llevar un luto en paz.

El estadounidense Destin Daniel Cretton debuta con I am not a hipster (EEUU, 2012), un drama familiar sobre un muchacho desadaptado que se muestra esquivo con su entorno. Dominic Bogart aporta con su fisonomía y performance a elaborar este personaje de extraña nostalgia noventera (en su forma de ser, llena de hastío y de generación X), que por momentos se siente trasnochada, pero precisamente en esa pose demodé, es que el personaje de Brook cobra vitalidad.

I am not a hipster es el típico film independiente, rodado en lugares de San Diego y en medio de su movida musical. Es ejemplar la secuencia de la entrevista en un programa radial de rock, donde Brook es expulsado de la estación tras una discusión en vivo con el locutor. El clima de irreverencia y de melancolía se traduce en las canciones interpretadas por el personaje, cuyas letras reflejan deseos de revancha y tristeza. La cura está en el corazón de la familia, y esta apuesta por la cohesión convierte al personaje de espíritu inmutable en un mejor hijo, en el anti hipster, en un norteamericano feliz.