Por Pablo Gamba
Dos de las películas experimentales brasileñas que participaron en el Festival Ecrã de Río de Janeiro, y han pasado después a su versión online, tratan temas religiosos, una de ellas con misticismo y la otra con humor. Son Cantochão, el primer largometraje de Vinicius Romero, y el corto Eternidade em loop, de Isabela Costa. Cantochão es un estreno de un realizador que presentó antes en el festival el mediometraje A densa nuve, o seio (2020) y el corto Bai gosti/eros afogado em lágrimas (2021). La realizadora de Eternidade em loop cursa maestría en CalArts, en los Estados Unidos.
El título de Cantochão en español sería “canto llano”, y hace referencia a la música litúrgica del cristianismo, de la Iglesia Católica en particular. El aspecto más llamativo de la película es cómo se usan estos cantos, y fragmentos de otra música, de un modo análogo y en paralelismo con el montaje métrico de las imágenes. En el cine métrico se parte de la premisa de que el fotograma es la unidad fundamental, y no el conjunto de fotogramas que constituyen el plano, como se entiende en el montaje tradicional. Por tanto, las películas métricas se construyen sobre la base de la agregación de fotogramas siguiendo estructuras formales predeterminadas que, por tanto, dominan sobre el contenido de las imágenes.
Peter Kubelka, uno de los creadores del cine métrico, también entiende que el fotograma es fijo, como una fotografía, por lo que el cine no son imágenes en movimiento sino que golpean la pantalla en pulsaciones de luz que se suceden rápidamente. El comienzo de Cantochão trae esto a colación citando el “parpadeo” (flicker) del flicker film, que explora el efecto de intermitencia de luz y oscuridad. También Kubelka trabajó con el sonido y el silencio, y es lo que explora Romero con resultados interesantes en su película, como se dijo. Sonoramente, se crea así una música diferente de la originalmente grabada, que no sería un remix sino un recut. Además, el impacto de los cortes sonoros se añade al de los visuales, y la suma de ambas series de pulsaciones paralelas intensifica el efecto rítmico, y lo expande de la pantalla bidimensional al espacio que cruza el sonido hasta alcanzar al espectador. Las imágenes de Cantochão son lugares comunes del cine experimental: principalmente flores, en jardines bajo un sol radiante, en la primera mitad; después cobran relevancia el agua y los reflejos de la luz en ella. Se les añaden en el “parpadeo” otras que provienen de la iconografía religiosa y representaciones del universo. También se va expandiendo la película hacia lo cósmico –otro lugar común del cine experimental– con imágenes del cielo, las plantas, los insectos, los animales domésticos, y las personas y los lugares donde viven, y de tránsito y recreación.
Lo cósmico se conjuga con el resultado de la fragmentación que produce el cine métrico. Alberte Pagan señala, con referencia a Kubelka, que la métrica en realidad “es más geométrica que aritmética” (entendiendo lo segundo por la “suma” de fotogramas); más espacial que temporal. En Cantochão produce una percepción en la que el espacio domina y vence al tiempo, rompe su continuidad por referencia a lo visual y establece la posibilidad de la presencia simultánea de lo diverso ocupando el mismo lugar, o de lo mismo en tiempos diferentes, por ejemplo. Crea así un tiempo sin tiempo, espacializado, impresión que redondea la continuidad del canto de los pájaros, sin referente visual, en contrapunto con la música intensamente editada. También hay en la expansión cósmica de esta película una gradación que no sigue el curso de una “elevación”, como sería el correlato lógico del canto litúrgico. Es un desarrollo en dirección contraria: una inmersión en la materia de las imágenes, que es la luz, mediante una progresiva abstracción por intensificación de la distorsión óptica y del cierre del plano hasta la microscopia, que avanza en paralelismo con la distorsión de la música religiosa. Esto lleva el desarrollo formal a hasta un clímax, después del cual se vuelve a la belleza del mundo como se la percibe habitualmente. Es con relación a esto que cobra relevancia el doble impacto del ritmo visual y sonoro. La pulsación de Cantochão tiene un efecto táctil que hace del cuerpo del espectador partícipe de su materialidad aural y lumínica, y lo une místicamente a ella.
Hay que aclarar, sin embargo, que esto es más aspiración que logro en la película de Romero. Darle a Cantochão el alcance cósmico de Dog Star Man (1964), de Stan Brakhage, por ejemplo, habría requerido más trabajo de filmación e incluso de montaje. Es algo que la propia estructura métrica parece exigir: más equilibrio en la cantidad añadida de otros fotogramas, que iguale a los de flores, para que lo cósmico se logre plenamente; más uniformidad, también, en la intensidad de la fragmentación.
Eternidade em loop, por el contrario, es más que lo que parece ser. El corto de Costa se destaca por la manera como le da la vuelta al lugar común de la representación del “paraíso” como una corporación usando los recursos artesanales del cine experimental. La realizadora construye así la visión distorsionada del narrador protagonista, que no es un ángel caído más. Un estilo “humanizado” de gerencia de la empresa divina le permite ir al mundo como un empleado de Dios de vacaciones.
Hay una analogía entre Eternidade em loop y Cantochão por lo que respecta a la inmersión en la materialidad lumínica de las imágenes con una creciente abstracción. La cuestión de la unión mística del cuerpo con el mundo, además, se hace explícita en este caso. Lo divertido es que el correlato narrativo es un transcurrir del día hacia una noche que culmina en una pista de patinaje en la que hay una bola de espejos de discoteca. La plenitud se alcanza, irónicamente, en el tiempo y el espacio donde cree ser “libre” y “dueño de sí mismo” el asalariado, concluida su jornada de trabajo. La inteligencia supera así al ingenio que también se despliega en Eternidade em loop. Es algo notable en un cortometraje de estudiante, y llama a estar atentos al desarrollo de esta exploración del humor y el realismo mágico en otras películas.
Cantochão
Realización: Vinicius Romero
Brasil, 2022, 62 min.
Eternidade em loop
Realización: Isabela Costa
Brasil-Estados Unidos, 2021, 12 min.