Por Pablo Gamba
Sitting on a Man (2018) y Specialised Technique (2018) son piezas de la artista y cineasta británica Onyeka Igwe. Las dos tienen en común el tema de la danza y la apropiación de imágenes de África provenientes de los archivos del Imperio Británico. Integran, junto con Her Name in My Mouth (2017), el tríptico No dance, no Parlaver. Otras conexiones entre las tres piezas son el poder de las mujeres, la resistencia al colonialismo y el problema de la relación entre la comunicación y el uso de la fuerza.
El título Sitting on a Man hace referencia a una manera tradicional de las mujeres del pueblo igbo, en Nigeria, de expresar su descontento por el mal comportamiento de un hombre. Es algo parecido al actual “escrache”: rodean su casa, y bailan y cantan para protestar, incluso violentamente.
Históricamente cobró importancia por la Guerra de las Mujeres de Aba, que enfrentó a varios pueblos nativos con los británicos en 1929. Se debió a la organización del sistema de administración colonial según el criterio patriarcal europeo, con la consecuente exclusión de las mujeres del poder. Por tanto, además de “escrache” contra los hombres, fue una forma africana de desobediencia civil, y de lucha sin armas, aunque no del todo pacífica.
Dos bailarinas y dos voces se confrontan con el registro de los colonizadores en la pantalla dividida en tres de Sitting on a Man. El montaje del sonido recuerda el clásico Reassemblage (1983) de Trin T. Minh-ha, y por ende trae a colación el documentalismo reflexivo. La protesta danzante parece dirigirse así contra las imágenes filmadas por los británicos, en las que el baile da la impresión de no ser otra cosa que una expresión de alegría.
Pero el interpelado es también el espectador hombre de la actualidad, al que una de las bailarinas le pide con gestos que se calle, después de haberle mostrado el poder que tiene una mujer que danza. De esa manera se rescata también esa tradición como alternativa a quienes recurren al diálogo para empantanar las negociaciones, mientras esperan la oportunidad de usar la fuerza. El título del tríptico sería, en español, “sin baile, no hay palabrería”.
Specialiced Technique cuestiona las reglas establecidas por la Unidad Fílmica Colonial para representar a los nativos nigerianos, que desarticulaban la danza para distorsionar su sentido social. Los subtítulos plantean un diálogo utópico entre los personajes del film y quien lo dirige –y por extensión el espectador, que al leerlos los “dice” con su voz mental–. El realizador o realizadora se hace preguntas, e interroga a los personajes sobre cómo los filmaron y cómo quisieran que se hubiera hecho la película. Interactúa también con el registro, interviniéndolo de varias maneras.
A la utopía del diálogo con ese cine “científico”, y también a la voz que le “habla” al pasado desde el presente de la expotencia colonial, responde la irrupción de un cuerpo, presumiblemente el de la directora. Se “mete” en la película atravesándose en el haz del proyector y filmándola sobre su falda.
Este último detalle conecta ambas piezas, por lo que respecta al cuerpo, y a la falta de solución de continuidad entre la comunicación y uso de la fuerza. En las películas colonialistas citadas hay un poder ejercido sobre los que fueron filmados, frente al cual es una ilusión recurrir a la palabra. En cambio, las rebeldes nigerianas sí fueron capaces usar la danza para impedir el funcionamiento de las instituciones coloniales y responder a su violencia.
Programa: Notes of Being
Sitting on a Man
Dirección: Onyeka Igwe
Bailarinas: Emmanuella Idris, Amarnah Amuludun
Voces: Beatrice Loft Schulz, Nikki D
Sonido: Patchfinder
Reino Unido, 2018
Specialised Technique
Dirección: Onyeka Igwe
Sonido: Kiera Coward-Deyell
Reino Unido, 2018