LIMA INDEPENDIENTE 2017: THE DREAMED PATH DE ANGELA SCHANELEC

LIMA INDEPENDIENTE 2017: THE DREAMED PATH DE ANGELA SCHANELEC

Por José Sarmiento Hinojosa

Aproximarse al cine de Angela Schanelec no es fácil. La cadencia con la que sus personajes manifiestan un universo emotivo, ese ralenti físico de miradas y diálogos que se decantan y endurecen constantemente puede ser interpretada como un gesto de disociación arrrogante con los códigos más “amables” de la representación actoral en el cine, o la caída en pecado de una forma de filmar “demasiado afectada”. Este “suspenso dramático” tan propio de la Schanelec, artefacto utilizado para sus actores (siendo ella también actriz de profesión), prima la tensión emocional hasta casi su ruptura última, con algunos espacios de catarsis que no parecen resolver los conflictos emotivos de sus personajes. Por ende, la “no-resolución” o lo “emocionalmente trunco” es especialmente frustrante en un cine que decide apostar por agotar al espectador emocionalmente.

Esto no quiere decir de ninguna forma que exista una carencia, o falla en el cine de la alemana. Por el contrario, los personajes de Schanelec son universos en búsqueda de conexión humana, y tanto se aferran a ella que la constante tensión en sus rostros y el peso del drama+tiempo les proveen de una cualidad única. Este retrato de lo humano en una sociedad disociada es asfixiante, y es difícil de ver (a veces este nivel de afectación puede dejar indiferente a muchos), pero la realizadora sabe cuando sentar pausas y soltar la cuerda del drama. El universo de Angela Schanelec es parco, decididamente downbeat, pero nunca falso. Identificarse, afectarse y sufrir con sus personajes es un acto de catarsis en sí mismo.

En The Dreamed Path (2016), presentada en la competencia internacional del último Lima Independiente,  la maniobra de la realizadora se aplica a dos parejas: Theres and Kenneth, ambos jóvenes activistas y Ariane y David, un matrimonio en proceso de derrumbe. Ambas relaciones, si bien a kilómetros (y años) de distancia, tienen como punto de partida en común el resquebrajamiento y la ruptura, emocional o física. Therese y Ariane generan las rupturas, una de ellas decide por su camino lejos de su amante, la otra decide que no ama más y debe romper su matrimonio. Kenneth y David son seres a la deriva, enfrentados de pronto a la ausencia, el resquebrajamiento de sus estructuras emocionales y humanas. El monitoreo de estos dramas conlleva a estructuras complejas donde más involucrados sufren: la madre de Kenneth muere lentamente, y su padre, a pesar de ello, no logra conectar emocionalmente del todo con su hijo. La hija de Ariane y David es víctima de su relación. Su sufrimiento, esta procesión interna, se manifiesta de manera magnífica en una de las escenas finales del filme, donde la niña patea un balón de fútbol hacia la cámara: la expresión de una tarea rutinaria como muestra del descontento.

The Dreamed Path es un filme de fragmentos en distintos tiempos, lugares y espacios emocionales, piezas que hay que ir armando paulatinamente, luchando contra la frustración final: para Schanelec la resolución no es meta, y finalmente, sus personajes quedan a la deriva, a pesar de su meticulosa construcción. Quizá lo único cierto en su cine es que esta búsqueda existe, que a pesar de toda circunstancia el ser humano tiende la mano en la -a veces- infructuosa tarea de generar una conexión.

Competencia Internacional
Directora: Angela Schanelec
Productores: Frieder Schlaich, Irene von Alberti
Guión: Angela Schanelec
Fotografía: Reinhold Vorschneider
Editor: Angela Schanelec, Maja Tennstedt
Cast: Miriam Jakob, Thorbjörn Björnsson, Maren Eggert, Phil Hayes, Anaïa Zapp, Alan Williams
Alemania
2016
86 min