LOCARNO: ENTREVISTA A KIRO RUSSO SOBRE VIEJO CALAVERA

LOCARNO: ENTREVISTA A KIRO RUSSO SOBRE VIEJO CALAVERA

Kiro-Russo-on-set-alta1-750x429Por Gustavo Beck

Esta semana el boliviano Kiro Russo presenta en la 69° edición del Festival de Cine de Locarno, Viejo Calavera, su primer largometraje, donde aborda el entorno de los mineros en un socabón de Huanuni. Gustavo Beck lo entrevistó para Desistfilm, donde el cineasta habló sobre sus inspiraciones, el modo de hacer cine en Bolivia y sobre el imaginario del subsuelo y el alcohol.

Desistfilm: Viejo Calavera es un proyecto que llevó un largo tiempo. ¿Cómo fue este proceso de maduración o cómo el proyecto se transformó dentro de los dos años que demoró hasta el momento de realización?

Kiro Russo: Empecé a desarrollar esta película el año 2010. Me quedaron muchas inquietudes después de haber filmado el cortometraje Juku años antes. El corto era más que nada en experimentación formal acerca de la luz y oscuridad; no pretendía acercarme tanto a la realidad de los mineros y tampoco conocer a la gente. Habíamos logrado un corto muy interesante formalmente, pero me quedó una sensación de que había que contar una historia acerca de las personas que vivían allí, sobre todo porque de las pocas representaciones cinematográficas sobre el mundo minero hechas por bolivianos, el 100% siempre toma una postura paternalista y a la vez estereotipante del minero. Además desde el primer segundo fue muy fascinante entrar 300 metros bajo tierra y contemplar los espacios de la mina, quería hacer una película formal, sensorial pero a la vez narrativa.

En 2011 empecé a trabajar en un posible guión con Gilmar González. Ese trabajo fue esporádico, y el trabajo más fuerte empezó ese mismo año, en el primer viaje que realicé al pueblo minero de Huanuni. A partir de ahí viajé muchísimas veces, hice muchísimos amigos dentro y fuera de la mina. Israel hurtado ¨el Gallo¨, Julio César Ticona ¨el Tortus¨ y Edwin Yucra son mis más grandes amigos de Huanuni, y los conocí ese mismo año. A partir de ahí tuve muchísimas vivencias alucinantes. Ellos fueron inspirando esta película.

El proceso consistió en diversos viajes que hice en cinco años, en los que fui haciendo varios amigos que fueron aportando con historias y con sus propias presencias, para ir conformando un guión que fue variando en demasiadas ocasiones y que tuvo ocho versiones, que se fueron trabajando con diversas personas hasta finalizarlo el año pasado junto a Gilmar González. El rodaje se hizo entre noviembre y octubre del año pasado, y tuvo una duración de cinco semanas. El montaje de la película tardó aproximadamente siete meses y la postproducción se hizo gracias al apoyo de Doha film institute en Buenos Aires.  Se terminó la película hace poco, el 27 de julio de este año.

Desistfilm: El film representa un universo inhóspito y de difícil acceso. Sin embargo, desde el recurso de la intimidad, Viejo Calavera conduce al espectador por esta vía. De la idea original al contacto real con los trabajadores, ¿cómo se construyó este camino hacia las minas?

Kiro Russo: Me interesaba mucho hacer una película sobre vivencias que contaba la gente y a la vez sobre cosas que yo veía que era necesario reflejar del mundo minero, pero sobre todo sobre la vida. Viejo calavera no es una película que pretende hablar en nombre de los mineros, tampoco se centra en el mundo minero o en el trabajo, aunque estos elementos forman parte, es una película que cuenta la historia de Elder Mamani y qué es lo que hace luego de la muerte de su padre. No hubiéramos podido realizar esta película sin el apoyo del sindicato mixto de trabajadores mineros de Huanuni. En el año 2012 empezó a surgir cierto interés entre un grupo reducido de mineros con inclinaciones artísticas, todos ellos forman parte ahora de la película, la mayoría de ellos son grandes amigos míos. Fue con amistad, con esfuerzo y, sobre todo, diversión que logramos hacer esta película. La intimidad es simplemente una consecuencia de todos estos factores.

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Desistfilm: El film sigue una narrativa ficcional, donde los diálogos parecen repetir exepreincias reales de los trabajadores de la mina. En un ámbito colectivo, ¿cómo fue el trabajo con los mineros? ¿Los diálogos fueron improvisados o incorporados por ellos?

Kiro Russo: Me interesaba mucho retratar la forma de hablar de las personas del lugar. Hay muy pocas películas bolivianas que se hayan centrado en reflejar las formas de hablar particulares que hay en Bolivia. En muchos casos los diálogos sí reflejan vivencias o situaciones completamente reales de los mineros. Mientras que en otros son construidos, ya que ayudan a concretar el arco narrativo. En esta película los diálogos están completamente ligados al primer plano. La idea es que el primer plano represente un momento documental, en el que el personaje habla directamente al espectador, es una interpelación directa y es una ruptura al contraplano.

Desistfilm: El personaje de Elder Mamani es redefenido varias veces por otros dos personajes. Se torna latente su crisis o cierta angustia por encontrar un lugar en el mundo. Me parece muy fuerte que ese personaje marginado de alguna manera, acabe por tener como una de sus características a un determinado problema de alcoholismo. ¿Podrías comentar sobre cómo surgió este drama en cuestión y cómo trabajaste esto con el actor que lo interpreta?

Kiro Russo: Julio César Ticona, ¨el Tortus¨, es un gran amigo mío que conocí en el año 2011, y junto a otros amigos más, fueron los que inspiraron esta película. Desde que los conocí les hablaba de hacer una película, pero ellos nunca creían que esto fuera verdad. Vivimos muchas experiencias juntos, también tomamos muchísimas ¨challas¨ de alcohol, lo que era una consecuencia normal, ya que la película también se iba a tratar sobre un borracho. El alcohol en todas sus facetas es un tema cultural omnipresente en Bolivia. Está presente en todos los estratos sociales y en todos los acontecimientos sociales. Es la mayor alegría y la mayor tristeza, nos acompaña a todos siempre. No quería hacer para nada una película moralista, pero quería que el personaje tenga la fuerza agresiva y, a la vez, melancólica del alcohol. Además, en Bolivia el tema del alcohol ha sido siempre recurrente en toda la literatura, pero muy pocas veces fue representado en el cine.

Desde un principio tenía muy claro que Julio César tenía que ser el protagonista de esta película, y me parecía que la fuerza expresiva de su rostro, su amor y, sobre todo, su desenvolvimiento frente a la cámara eran perfectos. Contrario a su personaje, Julio César es una persona bastante tímida y sí, cuando toma unos tragos es un poco loco, pero en la película casi no bebió mucho porque cuando lo hacía era imposible dirigirlo. Me alegra muchísimo haber podido trabajar con él, tiene mucho talento. En el rodaje, antes de filmar las escenas charlábamos mucho de lo que sucedería en el día, pero nunca sabía qué es lo que vendría el día siguiente. El personaje de Elder Mamani tiene muchas cosas en común con Julio César, pero no al cien por ciento. Algo que los une es el futuro incierto, que es común a todos en el mundo de las minas. Tanto para los que trabajan dentro como para los habitantes del pueblo de Huanuni.

Desistfilm: En el film tocas conflictos sociales de clase, pero estos están fuera de campo, no están frontales. El conflicto narrativo central viene de dentro, de la propia comunidad minera. ¿De dónde parte la voluntad de hacer un film tocado por los conflictos internos de los trabajadores de la mina?

Kiro Russo: Más que un film sobre los conflictos sociales de los trabajadores de la mina, o sobre la mina en sí, esta película es acerca de Elder Mamani y de qué es lo que le sucede luego de la muerte de su padre. A la vez, la película tiene muchas capas interpretativas. Para nosotros era muy importante hacer una película sobre el mundo minero, ya que es uno de los temas más reiterativos en el imaginario boliviano. Una de las premisas más importantes desde el principio era justamente utilizar un tema tradicional, y desde un punto estereotipado para darle la vuelta completamente. A la vez la mina es un espacio visualmente atrapante y apasionante. La sensación de estar 360 metros bajo la tierra es algo indescriptible. Y otro de los mayores retos que nos pusimos fue intentar transmitir estas sensaciones. Fue muy importante lograr una película narrativa pero a la vez formal.

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Desistfilm: El trabajo de fotografía me parece muy importante en el film, sobre cómo utilizan la oscuridad de la mina para construir una atmosfera donde se utiliza la luz artificial para diseñar un juego de movimientos con el espacio. ¿Podrías comentar sobre cómo fue pensado el juego de iluminación y de cómo se integra la fotografía a la narrativa?                     

Kiro Russo: El cortometraje Juku que filmamos en 2009 se utilizó más que nada para investigar estas cuestiones formales. En Viejo Calavera se ampliaron y mejoraron muchísimo los mismos recursos. Por otro lado, parecía muy lógico que la película tenía que estar siempre en constante oscuridad, según como es la vida de muchos mineros que trabajan de día y viven de noche. También hubo muchos retos, como por ejemplo hacer secuencias completas con luz de luna. La verdad, la fotografía de la película es espectacular. Pablo Paniagua, el director de foto, logró realizar una fotografía muy cuidada, muy expresiva y con muy pocos recursos. Definitivamente, es un maestro de la luz. Éste, el trabajo fotográfico, se une completamente al trabajo narrativo pero más que nada al ser el trabajo sensorial de la película. Para que se puedan transmitir estas sensaciones de los espacios de la mina fue muy importante que el trabajo fotográfico, los encuadres, la puesta en escena y el sonido lograran una colaboración orgánica. Sin todo esto habríamos podido transmitir las sensaciones de las galerías, los socavones de la mina y la oscuridad.

Desistfilm: Escoges terminar el film fuera de las minas, en un espacio de ocio inexplorado hasta ese momento. Por primera vez vemos a los personajes a la luz del día, con los rostros iluminados. Podrías comentarnos cómo decidiste esto, y cómo propusiste ese dislocamiento al final?  

Kiro Russo: En los años en que fui a la mina, hice varias excursiones y viajes con mis amigos mineros y de las afueras. La cuestión de las vacaciones y los viajes recreacionales se hacen generalmente para celebrar el aniversario de la sección, y es algo que sucede normalmente en las minas. Los mineros suelen viajar largas distancias a otras ciudades, viajes en avión, viajes con sus familias, viajes solos, campeonatos de fútbol, actividades de confraternidad. Desde un principio, a mí y Gilmar González, el co-guionista de esta película, nos parecía que la película debería acabar en un viaje de confraternidad, básicamente por todo el choque discursivo que tiene en sí misma esta contraposición. Y por otro lado, no se trata de un descanso al trabajo sólo para los mineros, sino también para el espectador, que luego de haber visto y sentido durante una hora un espacio opresivo, oscuro y tal vez agobiante, pueda relajarse junto a los mineros.