Por Mónica Delgado
Ganadora de la reciente edición del Festival Márgenes, Expo Lío ’92 de María Cañas es un ensayo político, desde la apropiación de imágenes de archivo y de diversos videos sueltos en Youtube, sobre las relaciones simbólicas e históricas de una España ante la resistencia y ambivalencia de una América Latina bajo el trauma, explícito e implícito, de la conquista. El motivo que elige Cañas es el de la Exposición Universal de Sevilla, realizada en conmemoración de los 500 años del descubrimiento de América, donde la paradoja de la modernidad, confrontada con el encuentro de dos mundos, es descrita desde la sátira, o incluso con un cierto toque camp, que por momentos queda encarnado en la mascota del evento, un pájaro con pico llamado Curro.
Curro aparece no solo como el detalle pintoresco de un evento que tras el paso del tiempo ha adquirido la cualidad del vestigio o del óxido de un sueño de color local, sino que va encarnando el espíritu antitético de lo moderno. La famosa exposición es solo esbozada desde su afán de ampararse en la tecnología y la ciencia como síntomas de progreso y primer mundo, pero también desde sus desmontes o fragmentos de algunos eventos sociales y protocolares, y desde la presencia de este pajarraco de esponja que pone la cuota de comicidad y de “hispanidad” sin querer y como parte de los frutos de esta modernidad que aún no se alcanza. Este punto por un lado, y por otro, la presencia de una América Latina de revoluciones, miradas y políticas de izquierda, y de sincretismos y misturas coloridas o estrambóticas, que lidian contra estereotipos en medio de los prejuicios migratorios, la euforia del reguetón y los humores de los políticos de turno.
Utilizando extractos de films, desde Aguirre, la ira de Dios, La Montaña Sagrada hasta Apocalypto, Cañas urde una visión de esta América depredada, donde los conquistadores aparecen caricaturizados, en ficciones donde la brutalidad del sometido también peca en su exageración y sumisión. Así el puente el siglo XV y la actualidad se va deshaciendo ante un proceso de conquista y colonización quizás subvertido e implacable, o quizás leído aún como algo tan pintoresco como las andanzas de Curro.
Hay una secuencia que resulta paradigmática para la construcción de los sentidos sobre esta tensión que se intenta invisibilizar en la realidad entre España y América en Expo Lío ’92: la recuperación de algunas entrevistas de falso documental donde los migrantes en España revelan sus verdaderas intenciones ante una política social que los cobija y sirve para sacar ventaja de su condición deciudadanos nuevos en tierra ajena. La colonización del colonizador. ¿Qué ha logrado España en la sensibilidad del migrante y en la construcción misma de las naciones desde su modernidad? Quizás solo el grito reprimido de cambio y transformación, o de algo más grande a punto de estallar.