MEDIA CITY FILM FESTIVAL 2017: KEVIN J. EVERSON Y CLAUDRENA N. HAROLD, EPHRAIM ASILI

MEDIA CITY FILM FESTIVAL 2017: KEVIN J. EVERSON Y CLAUDRENA N. HAROLD, EPHRAIM ASILI

Por Morella Moret

En 70 kg, la segunda obra en competencia de Kevin J. Everson (esta vez codirigiendo con Claudrena N. Harold) vemos una pelea silenciosa entre dos hombres: cuerpo a cuerpo, mano a mano. Se juntan y se aprietan con intesidad y pasión, por momentos da la sensación de que hicieran el amor salvajemente o tuvieran una sesión de sadomasoquismo. Al final, cuando uno de ellos se derrumba el otro lo mira preocupado, sobresaltado, cansado. Uno de ellos ganó pero se siente como si ambos hubieran perdido. Esta representación de la confrontación, resistencia, empuje y retroceso puede bien verse como una unidad metafórica de la comunidad afroamericana: en constante tensión, en resolución permanente de conflictos internos y externos, una gresca que no produce vencedores.

Fluid Frontiers de Ephrain Asili une distintos elementos de su íntima relación con la lucha, libertad y resistencia africana para contarnos la historia del pueblo de Detroit. A través de metáforas, poemas y sensaciones nos ejemplifica distintos momentos del largo recorrido de la ciudad y la lucha afroamericana que nos llevan hasta el día de hoy.

Una pareja de ancianos maniquiés nos reciben mirando hacia la cámara, detrás de ellos hay una ventana que muestra verde, luz cayendo hacia el atardecer y calma. Pareciera que se encontraran en paz. Son ellos la apertura a la película y nos muestran a su pueblo. Vemos el mismo mar, el mismo sol y la misma luna que alumbró a diferentes a diferentes generaciones: a esclavos al escapar de sembríos de algodón en el s. XIX en el tren subterráneo, a las cuatro niñas que murieron en una iglesia bautista en el atetando realizado por el ku kux klan en 1963, escuchamos a la liberación afrodescendiente representada por distintos poetas y activistas que publicaron en el Broadside Press fundado por Dudley Randall en 1965.

Todo esto lo visualizamos y entendemos a través de imágenes simples y silenciosas de 16 mm;  paisajes, performances artísticas, narradores anónimos que nos leen estos poemas de liberación y fortaleza. Una voz sin rostro nos acompaña durante el film contándonos su vida como esclava en un Detroit de siglos pasados, los jóvenes relatan poemas de esta misma ciudad en los sesentas y ellos mismos representan el Detroit actual. En solo una película de 23 minutos Ephrain Asili logra representar de manera simple y hermosa la compleja historia de toda una ciudad.