Por Mónica Delgado
En una de las breves secciones internacionales del 4° edición del Festival Internacional de Apropiación Audiovisual (MUTA), se pasó el nuevo corto experimental del catalán Antoni Pinent, un homenaje a Paul Sharits, el gran artista visual de vanguardia y que fuera pieza clave del denominado “cine estructural” estadounidense. Uso de múltiples proyectores, el sonido como elemento capital, loops lúdicos y plenos de color, y evidencias de la materialidad de cada fotograma y tiras de celuloide como marcas de estilo de este artista y docente que marcaron la historia del experimental. Films como N:O:T:H:I:N:G, T,O,U,C,H,I,N,G, Ray Gun Virus o Piece Mandala/End War, como ejemplo de su inventiva y creatividad.
Pinent va con su cámara de Super 8 y realiza un registro de la retrospectiva a Sharits en Kassel, en 2015, y se asoma con el afán de reproducir algunos motivos de la obra del artista. Esta retrospectiva reunió instalaciones, así como proyecciones de una sola pantalla, varios “frozen film frames”, dibujos, partituras o diagramas de la edición en cámara, y numerosos dibujos o fotografía, conocidos como inéditos, y tomas de eso es lo que vemos en el corto de Pinent. Sin embargo, SHARITS / KASSEL 2015 va más allá, y se propone como un homenaje montaje visual y sonoro, que evoca la manera en que el artista abordaba sus universos de formas, voces y movimientos.
De la mano de un mantra (elemento muy claro en la obra de Sharits), inspiradas en composiciones de Steve Reich, el maestro del minimalismo, Pinent va remontando aquello que la exposición diversificó, por temas, soportes, periodos o estilos. Esta nueva reunificación posee el estupor del montaje frenético, y de esa apariencia de viaje interior al que nos acostumbraba Sharits. Al inicio, escuchamos la voz del mismo Sharits, extraido de una entrevista en 1977, hecha por Woody y Steina Vasulka, ambos pioneros del videoarte en EE.UU, a mediados de los setenta. De esta manera, a través de estas evocaciones a Vasulka + Sharits + Reich, Pinent también propone la idea de comunidad, de nexos entre contextos, entre artistas, entre obras, que dan cuenta de confluencias y afinidades. No solo dialogan las obras, los frames y loops, sino que Pinent propone a través de estos detalles un diálogo entre miembros de una generación. Estos loops o mantras, realizados por el mismo Pinent, remiten al Come Out o It’s Gonna Rain, Pt.II (1965) de los Early Works de Reich, unidos también por algunos segundos a su Act.1-Typing Music (Genesis XVI).
Para Sharits, indagar en el celuloide no era afianzar su papel de reproducir imitaciones o ilusiones, sino entrar de lleno en su potencia física, en la materia de la emulsión, en la posibilidad de la pantalla bidimensional, en la auscultación del marco rectangular del frame, en dar exigencias al nervio óptico y, sobre todo, abrirnos las puertas de estados de conciencia distintos. Y esto es recuperado por Pinent, en una puesta en escena que contrae, que separa, que indaga en el fragmento como totalidad.
Con SHARITS / KASSEL 2015, Pinent nos mete de lleno en este juego sensorial, desde la luminosidad del Kodak Ektachrome, que conserva la vitalidad de estos colores disueltos en ritmos, cadencias al infinito. Y se aparta, de alguna manera a sus trabajos anteriores, concentrados en sus propuestas del film quartet, de intervenir y deconstruir películas existentes para crear un nuevo sentido, aunque, como indica el propio Pinent, se aplica el patrón de QR CODE, inscrita dentro la serie empezada por él, en 2014. Un homenaje en todo sentido.
SHARITS / KASSEL 2015
Antoni Pinent / España / 2020 / 8’25”