OBERHAUSEN 2022: DIABEL DE JAN BUJNOWSKI

OBERHAUSEN 2022: DIABEL DE JAN BUJNOWSKI

Por Mónica Delgado

Diabel, del joven cineasta polaco Jan Bujnowski, egresado de de la Dirección de Cine en la Escuela Nacional de Cine de Lódz, es un fascinante cortometraje sobre la fe y las creencias. Desde los códigos de la sátira y desde una estética que recuerda el cine de horror de bajo presupuesto de los setenta, además de haberse realizado en un impecable 35mm bajo la fotografía de Kasper Lorek, el cineasta propone el retrato de un estafador de poca monta, quien se ampara en las creencias populares para realizar sus fechorías. Un disfraz nada verosímil y un poco de pólvora le permiten simular ser un demonio que llega sorpresivamente al interior de los hogares en las zonas marginales o rurales, con el fin de causar pánico y obtener algo de dinero a cambio de tranquilidad espiritual. Usurpa el temor al diablo para chantajear y obtener beneficios.

Al inicio podría pensarse que Bujnowski sucumbe en Diabel a la idea de hacer escarnio de la ignorancia y pobreza de la gente, personas obreras o campesinas que pueden creer sin ambages en la figura del diablo (un tipo disfrazado que resulta risible). Sin embargo ese toque grotesco se revierte en el mismo personaje, quien pasa rápidamente de ‘héroe’ a antihéroe, del suspenso al drama existencial. Y además que la figura del diablo encarna a todo la simpleza con la que las personas quedan alienadas, ya sea por la explotación o la opresión. Lo que parecía una burla sobre la exageración de las creencias (movidas por la fe religiosa), termina siendo un escarmiento de tipo moral, y una metáfora también política sobre hasta qué punto de cree conocer al Otro. El diablo termina recibiendo la gracia divina.

El inicio de Diabel es antológico: un observador -o voyeur-, de quien solo vemos apenas los ojos, luce perplejo ante la cotidianidad de sus vecinos del edificio de enfrente, quienes en medio de la oscuridad de la noche y desde sus ventanales realizan diversas actividades cotidianas: cocinar, ordenar, prepararse para el día siguiente. Con esta intro el cineasta logra introducirnos rápidamente en el perfil del personaje, en su destreza para verse a sí mismo como conocedor de la psique de los demás y así poder estafarlos con facilidad.

En la sinopsis del film, se muestran datos estadísticos: “According to research conducted throughout 1990s by the Institute for Public Opinion Research (OBOP), approximately 95% of Poles identified themselves as believers. At the same time, the unemployment rate reached record values. In times of crisis, when people sought spirituality, seemingly impossible events were possible”. Desde esta premisa extracinematográfica, el cineasta juega con una posibilidad de lo real, de extrapolar una crisis de desempleo a un plano de creencias, donde se cree a ciegas en el capital y en todo lo que sus preceptos sostienen. Sin embargo, lo mejor del cortometraje de Bujnowski llega con el plano de la ‘decepción’, cuando el personaje, un ladino y outsider, recibe algo de su propia medicina. Así, Diabel pasa de ser un film de atmósfera de thriller, el retrato de un delincuente, a una obra existencial, a partir de reflexiones en torno a la muerte, el paso a la vida eterna y al acto mismo de creer (quizás en una dimensión muy dostoievskiana sobre la cristiandad y lo religioso).

Bujnowski lleva ya varios años dedicándose al cortometraje y este trabajo no hace más que confirmar el deseo de poder ver en la brevedad su primer largometraje: obra de un joven y talentoso cineasta.

Competencia internacional programa 8
Dirección: Jan Bujnowski
Guion: Jan Bujnowski
Fotografía: Kasper Lorek
Editor: Stanis?aw Frankowski, Olga BejmC
Reparto: Sebastian Pawlak, Jadwiga Jankowska-Cie?lak, Waldemar Czyszak, Danuta Borsuk, Gra?yna Kope?, Michalina Szczutowska, Gabriela Szczutowska, Andrzej Marczak
Música: Bogdan Klat, Jan Bujnowski
Productora: PWSFTviT (Pa?stwowa Wy?sza Szko?a Filmowa, Telewizyjna i Teatralna)