OLHAR DE CINEMA 2015: NOVA DUBAI DE GUSTAVO VINAGRE

OLHAR DE CINEMA 2015: NOVA DUBAI DE GUSTAVO VINAGRE

por Victor Guimarães

Nova Dubai es una película escindida entre la pulsión de muerte y la pulsión de vida. Del lado de la muerte está la marcha ineludible de los rascacielos que sustituyen al pasto, tapan el sol y transforman el paisaje de São José dos Campos, una ciudad mediana cerca de São Paulo, en escenario de la pesadilla capitalista contemporánea. Del lado de la vida, el furor de los sueños y deseos de un grupo de muchachos que intentan resistir a la mutación inevitable intercambiando memorias y compartiendo experiencias – sobretodo pero no exclusivamente sexuales – en esos mismos sitios. Habrá vida en los edificios – más bien en los obreros que los construyen – y muerte en la comunidad de los jóvenes, pero la sensación que persiste es la de una escisión violenta, que resulta en disfunción y desesperación.

Hay tres flujos narrativos principales: la flânerie de un chico (interpretado por el director Gustavo Vinagre) con su primo y camarada de aventuras sexuales en los sitios de construcción (el protagonista no puede con el sexo “entre cuatro paredes”), los testimonios biográficos de un poeta suicida (cuya habla mecánica encarna la deshumanización del proceso histórico) y las exposiciones de otro joven rapaz, que se describe a partir de las tramas de películas de horror (en poses descamisadas sobre el fondo del skyline). La mise-en-scène y el montaje hacen que un flujo contamine el otro constantemente, componiendo una mezcla entre un retrato de comunidad, una hilarante comedia costumbrista y un potente ensayo sobre las transformaciones económicas y urbanísticas del país. En un mismo plano, la pareja principal llega a un descampado y se prepara para follar nuevamente, una panorámica descubre el aficionado emulando a un personaje de horror (“They’re coming, they’re coming”, dice él, y el verbo venir resuena a orgasmo) y un zoom nos lleva hasta la cima de un predio.

En el cine contemporáneo, el acto sexual suele conocer tres tratamientos principales: o se lo evita completamente y se hace una elipsis, aunque fuera fundamental para la construcción narrativa; o se lo llena de adornos (luces bajas, música) y de subterfugios (no mostrar de cerca las genitales, por ejemplo), en un esfuerzo de mantener una suerte de autoridad artística del cine frente al porno; o se lo hace explícito, pero haciendo de esta explicitud un hecho en sí mismo, como parte de una cosmética publicitaria, cuyo objetivo es programar un presunto choque en el espectador (versión Gaspar Noé).

Al contrario de esas corrientes mencionadas, Nova Dubai es clara, frontal e impura: el sexo se hace a la luz del día, lo vemos de muy cerca y lo escuchamos en directo, y además no hace falta que se apunte al quiebre del tabú. Hay numerosos planos detalle de penes, anos, pezones, así como los hay de folletos inmobiliarios y balcones gourmet. En su figuración del sexo, el film no hace reverencia al buen gusto ni tiene miedo a la pornografía (de hecho, ella es uno de sus principales temas): más bien plantea que las mucosas y los fluidos corporales puedan ser asunto de cine, de la misma manera que el rostro o la mirada. Lo que vemos y oímos es una investigación estética acerca de la densidad misma del acto sexual y de la economía física y moral del deseo, en toda su ambigüedad. Hay gemidos de placer y dirty talk lúdico, pero hay también gemidos de dolor frente a la tortura (como en la secuencia que empieza como estupro al corredor de inmuebles y se vuelve mucho más compleja mientras transcurre).

Del mismo modo, aunque la camaradería entre los amigos se rellene de charlas cómicas (como la búsqueda por una pareja en una aplicación de celular) y que el sexo sea vivido y filmado con deseo y entrega – las relaciones están entre las más vigorosas que he visto en el cine reciente –, hay un rasgo de melancolía que atraviesa todo el film. Más de una vez, un momento de rebeldía alegre es interrumpido por una intervención trágica (como en el corte que nos lleva del sexo con el tío hasta el testimonio sobre un estupro colectivo de ese mismo personaje en la infancia). Hay chistes y performances, pero hay también está la madre que toma medicamentos para no sucumbir al exceso. En la performance de una canción de Miley Cyrus (Wrecking Ball, claro), río por la delicia de la referencia, pero la voz del chico es también conmovedora y bella, y me trae lágrimas a los ojos.

El film continuamente me hace pensar en Ecstasy of the Angels, de Koji Wakamatsu. Como en aquella obra maestra, hay acá la doble creencia en el deseo y el terrorismo como gestos a la vez poéticos y políticos. En el film del maestro japonés, el lugar de una frase como “no somos apenas anarquistas que siguen como perros callejeros por la ruta” no podría ser otro sino una relación sexual, del mismo modo que en Nova Dubai la síntesis perfecta para la poética y la política del film es la eyaculación del personaje de Gustavo desde arriba de una pasarela, sobre los autos que pasan en una carretera. Existe un mundo podrido y existe la resistencia de los rebeldes.

Pero los personajes de Nova Dubai no podrán decir como los de Wakamatsu: “Nuestra historia fue la de construir nuestro propio mundo”. En la panorámica final – que nos lleva del suicidio asistido por los amigos a un horizonte presto a ser destruido por nuevos emprendimientos inmobiliarios –, lo que permanece es la desesperanza y la certeza de un futuro aún más sombrío, como en el cierre de Halloween, de John Carpenter (no por casualidad un director favorito del muchacho de los tatuajes). El mundo seguirá cambiando para peor y ellos continuarán intentando sobrevivir con su desespero y su alegría; pero ahora el cuarteto ya se ha vuelto un trío.

Sección Novos Olhar

Dirección: Gustavo Vinagre
Guión: Gustavo Vinagre
Producción: Max Eluard
Dirección de Fotografía: Matheus Rocha
Dirección de Arte: Fernando Zuccoloto
Montaje: Rodrigo Carneiro
Sonido: Jonathan Macías
Reparto: Gustavo Vinagre, Bruno D’ugo, Hugo Guimarães, Fernando Maia, Herman Barck, Caetano Gotardo, Daniel Prates
Productora:  Avoa Filmes