Por Mónica Delgado
El cineasta portugués, nacido en Angola, João Viana sigue en la dirección con Our Madness, una metáfora de ínfulas poéticas sobre la guerra civil en Mozambique, y que como pasa en diversas partes de África, marca la sensibilidad de toda una comunidad, aquí hasta los límites de la locura. Presentada en la sección Novos Olhares del reciente festival de cine Olhar de Cinema, en Curitiba, y estrenada mundialmente en la sección Forum de la Berlinale, este primer film de Viana es una mirada que huele a déjá vu, pero que, sin embargo, logra transmitir todo un imaginario de pérdida y desarraigo en un país en crisis constante.
La historia de Our Madness arranca en los interiores de un manicomio, donde una de las pacientes, Lucy (Ernania Rainha), quien aprende a tocar su cama como instrumento, se vuelve objeto de atención, hasta que logra huir en busca de su hijo pequeño. Este viaje está narrado en clave onírica, y desde personajes fantasmales, que apenas hablan o que simplemente actúan bajo una lógica propia de los sueños o pesadillas de esta mujer encerrada en su propio mundo. La alienación que logró la guerra en ella no ha podido borrar su deseo de unirse a su familia, un hijo y esposo que deambulan como entes entre el pasado y el presente.
La puesta en escena que elige Viana, a través de un blanco y negro de pocos matices, se concentra en traducir esta atmósfera de lentitudes y sinsentidos, pero que no se sostiene en la representación de un mundo paralelo o raro, sino en un ambiente de duermevela, donde todo parece estar adormecido. Así, la ruta de Lucy está poblada de calles solitarias, de bares donde encarcelan a los deudores, de cines llenos de cabras o de campos que guardan secretos. El mapa que establece Viana en este extraño viaje es el de un país fragmentado y dolido por las consecuencias de la guerra, que termina separando y matando.
Quizás el final, en un rojo y negro “realista”, da luces sobre el sueño que acaba de terminar ante la irrupción de la vigilia, aunque Lucy seguirá encerrada en su mundo, donde la salvación quizás podría estar en la fe o en la gracia de la religión. Este final, casi cómico, permite a Viana dotar a su film de un halo sutilmente crítico, aunque su propuesta estetizante hace que veamos a la crisis en Mozambique como una fábula esencialmente íntima.
Sección Novos Olhares
Guion y dirección: João Viana
Fotografía: Sabine Lancelin
Editor: Edgar Feldman
Música: Pedro Carneiro
Diseño de sonido: Mario Dias
Sonido: Gabriel Mondlane
Diseño de producción: Marieta Mandjate
Productores: François D’Artemare, Les Films de L’Après-Midi, João Viana, Papaveronoir, Sol Carvalho, Promarte, Carlos Vaz, Telecine Bissau
Mozambique / Guinea-Bissau / Qatar / Portugal / Francia, 2018, 90 minutos