Lucía no está, sin embargo el luto de su ausencia va siendo partícipe de las reacciones de su esposo e hija, quienes como método de escape a su dolor construyen una relación nueva y en paralelo a la «vida real». La realidad es una escuela secundaria de clase media, donde Alejandra, de 17 años, muchacha seca e instrospectiva que acaba de mudarse con su padre viudo Roberto a la Ciudad de México, y donde debe afrontar el acoso de sus compañeros. Michel Franco va a describir, a través de planos fijos y distanciados, los métodos del bullying logrando no solo un espejo de una sociedad en crisis, sino mostrando sobre todo a su protagonista como una heroína incólume ante los ataques y crueldades. Así, el nombre del título, Después de Lucía, se vuelve una extensión de la ausencia y el luto, y a la vez tiempo para otro tipo de revelaciones.
Franco va sumando hechos que van a desencadenar no el estallido de su protagonista, sino otro modo de distancia o ausencia, otro tipo de «muerte». Alejandra, una estupenda Tessa La, va a mimetizar su impotencia y aceptar su rol de víctima en una serie de actos contra su cuerpo: corte de cabello, comer a la fuerza una torta de excrecencias, y hasta vejaciones, sin chistar o actuar con repelencia. Una galería del horror parece suceder ante los ojos de los espectadores, protagonizada por adolescentes y donde urge una suerte de exceso para lograr una conmoción. Pareciera que Franco quiere poner a toda prueba a su protagonista, donde será incapaz de darle vueltas a la situaciones, y donde el padre, asumiendo un rol más activo pese al luto, propondrá una salida (y que en este sentido ético, el cineasta mexicano logra una similitud de crítica ácida como sucede al comienzo y al final de Carnage de Polanski).
Si bien el bullying resulta un tema conflictivo, Franco no busca que su filme sea una respuesta o una muestra de lo que «debe ser», o de cómo es el corazón de este problema que abunda desde siempre en todas las escuelas, para tomarlo como ejemplo. Al contrario, Franco toma este tema como síntoma de una crisis, o como motor para revelaciones entre relaciones humanas enfriadas, donde los actos más crueles no logran conmover a nadie.
Reparto: Tessa Ia, Hernán Mendoza, Gonzalo Vega Sisto, Paloma Cervantez, Tamara Yazbek Bernal, Juan Carlos Barranco, José María Torre, Paco Rueda, Diego Canales, Carmen Beato, Marco Treviño, Mónica del Carmen, Humberto Busto