PANORAMA: PEPE EL ANDALUZ, DE ALEJANDRO ALVARADO JÓDAR Y CONCHA BARQUERO ARTÉS

PANORAMA: PEPE EL ANDALUZ, DE ALEJANDRO ALVARADO JÓDAR Y CONCHA BARQUERO ARTÉS

Por Geraldine Salles Kobilanski

El (im)pulso que orbita en el primer largometraje de los cineastas malagueños —con un recorrido de cortometrajes que ingresa en el perímetro de la ausencia— comprende una intensidad que se equilibra con la de un cineasta armenio que camina por calles secretas, prácticamente invisibles, a saber, Artavazd Peleshyan. Pepe el Andaluz es un documental sobre la búsqueda de un ser ausente, cuyo silencio resultó ser uno de los zumbidos más ensordecedores para las oídos de sus familiares. La búsqueda vuelve una y otra vez al título, a Pepe: esposo, padre y abuelo.  Alejandro —director y nieto de Pepe— y Concha comprenden la búsqueda, desafiando límites territoriales, espaciales, temporales e incluso emocionales.

A través del filme, los pulsos se asientan, teniendo su origen en la mano que sostiene la cámara (la mayor parte del tiempo) con un leve movimiento. Un movimiento sutil que envuelve, como si de un hondo suspiro se tratara, al movimiento total del filme. Pepe, generador primero de (im)pulsos, tras la Guerra Civil,  se aleja de su esposa María y de sus tres hijos, Pepín, Chelo y Mari Carmen, rumbo a Argentina, con el fin de encontrar una mejor vida para él y su familia. Pero el tiempo modificó el pensamiento de Pepe y su deseo de progresar se convirtió en abandono. María entonces se quedó sola con sus tres hijos, pequeños. ¿Por qué se alejó Pepe? ¿Por qué María no supo más nada de él luego de pocos años de su último adiós? ¿Cuándo saber que un ser que amamos nos despide por última vez? Si bien estos interrogantes no tienen la fortaleza suficiente de encontrarse con la respuesta justa, Alejandro y Concha se encargarán de cartografiar, mediante recuerdos íntimos, los pasos ausentes de Pepe, los pasos de un ser casi mitológico que están a punto de volver a andar.

Estos pulsos/pulsaciones se manifiestan a través de las imágenes, a través de los diálogos entre Alejandro y sus familiares, entre las propias indagaciones que realizan los cineastas, entre material de archivo, entre sonidos reiterados, entre canciones que fueron guardadas para salir a la luz en el instante más sensato. Hay ciertos primeros planos —el rostro de María, la foto escaneada de Pepe, la máquina de coser trabajando en alternancia con fotografías de María de joven, las cartas, la letra de Pepe, una dirección de Bs.As.— que palpitan más fuertemente, que contraen emociones distantes y acarician un rostro que no pudo envejecer, que no pudo vivir junto a ellos. Estos pulsos que van generando los movimientos de los cineastas a través del dispositivo cinematográfico, se acercan a los pulsos del cineasta armenio. Si bien el documental está narrado por la voz en off de Alejandro —a diferencia de las imágenes cinemáticas de Peleshyan carentes de palabras—, en él amanecen la generosidad y la honestidad al reconstruir la presencia ausente de Pepe con los retazos mnemónicos de los seres queridos de Alejandro. El cortometraje Vida (Kyanq, 1993)  del cineasta armenio combina los latidos próximos de una nueva vida con el ofertorio de Messa da Requiem (Verdi, 1874) y, tan  sólo con apenas siete minutos, nuestra propia vida se estremeció. Peleshyan, a raíz de su teoría del “montaje a distancia”, propone en sus filmes una experimentación circular de los mismos. Pepe el Andaluz empieza con la canción de una serie infantil, cantada por un niño, mientras al final se rescata un tango y un fandango entonados por una voz añosa, nostálgica por no haber visto su rostro envejecer junto a aquellos primeros planos.

Un (im)pulso vital que nace del amor que Alejandro le profesa a su abuela María, como así también del amor compartido entre Alejandro y Concha.

Directores: Alejandro Alvarado Jódar y Concha Barquero Artés
Guión: Alejandro Alvarado Jódar y Concha Barquero Artés, Josexto Cerdán
Cinematografía: Alejandro Alvarado Jódar, Concha Barquero Artés
Cast: María Ramírez, Chelo Jódar, Pepin Jódar, Ma. Carmen Jódar, Ana María Jódar
España
2012