Por Mónica Delgado
Conocimos el trabajo del alemán Jan Soldat a partir de The Incomplete (Der Unfertige, 2013), que formó parte de la competencia oficial en Transcinema del año pasado, festival peruano de cine de no ficción; y nos llamó la atención su clara filiación a los temas y puesta en escena a lo Ulrich Seidl, sobre todo pensando en films sobre parafilias o manías extrañas y extremas como Animal Love o In The Basement (pero que es del año pasado, así que Soldat ha podido ser aquí un predecesor con su anterior filme, pero quién sabe, o simple coincidencia).
Jan Soldat, de apenas treinta años, ha diseñado una serie de películas con motivo de la prisión como espacio ficcionado de la perdida de libertad pero dentro de un juego de roles para masoquistas, quienes pagan y se dejan apresar a cambio de diversas torturas que por nada los llevará a la muerte. Prison System 4614, presentada en la sección Panorama de la reciente Berlinale, parece ser la primera de esos tres o cuatro filmes que Soldat espera presentar este año, sobre este tema de la reclusión y el sadomaquismo. Si bien Soldat, como en The Incomplete, recurre a los planos fijos y al seguimiento de los actos que afirman la condición de esclavos o masoquistas de sus personajes (sobre todo hombres y gays), y también deja entrever un trasfondo social desde estas cuatro paredes o celdas, que remiten a un imaginario del bondage más allá de ser una simple práctica en pos del placer. ¿Qué pasa en Europa si la gente es la que desea simular o jugar a ser apresada y torturadas para acceder a un grado de satisfacción?
En In The Basement de Seidl, se presentan algunos ejemplos de estos casos normalizados de la búsqueda de placer (como la del hombre colgado de los testículos por horas con unas poleas por su dominatriz) y que en The Incomplete se patentiza en la figura de un hombre de 60 años, que vive de día y noche, desnudo, encadenado y que se asume como esclavo total. Soldat lo entrevista, le extrae historias anodinas que podrían resignificar la naturaleza de su condición, lo apreciamos en su cuota freak o bizarra, y se alude que esta opción es una posibilidad estable de vida, como las que demuestran los otros personajes que aparecen en Prison System 4614. Soldat no juzga, muestra y sí, le pone algo de halo piadoso, al final de cuentas.
En Prison System 4614, como si se tratara de un tema clínico, Soldat va presentando acciones de amo y esclavo, a cargo de dos cancerberos de estilo freak, quienes van ejecutado, de acuerdo también a roles definidos de dominadores o asistentes, una rutina de castigos a un grupo de voluntarios, la mayoría de más de cuarenta años y que bajo acuerdos se dejan llevar por esta fantasía de humillaciones y en la lógica de un panóptico como espacio de confort. La cámara está fija, y huye de convertirse en ojo de vigilancia, solo quiere describir, estar atenta al detalle de las simulaciones, seguir aquello imperceptible que permite que la gente vaya una y otra vez. Porque si todo está mercantilizado, también las posibilidades del dolor y su goce. Y este elemento es lo que permite la cuota de asombro que Soldat sabe detectar en gestos, palabras y anécdotas sobre el misterio de las manos esposadas.
Alemania, 2015
Documental
60 minutos
Guión: Jan Soldat
Fotografía: Jan Soldat
Sonido: Lorenz Fischer
Edición: Jan Soldat