Por Nicolás Carrasco
Ambientada en los últimos meses de 1999, la última película de Joel Potrykus transcurre en la sala del departamento donde viven Abbie (Joshua Burge, con peinado de Buster Keaton) y su sádico hermano (David Dastmalchian). La película parte de una premisa muy simple: Abbie es obligado por su hermano a realizar los retos que este le propone, nunca pudiendo cumplirlos. El más reciente reto que acepta es casi imposible: batir el record mundial de Pac-Man en Nintendo 64 sin pararse del sillón hasta que lo haga, de paso ganando el concurso propuesto por una revista.
En esta última película, Potrykus continúa explorando los territorios de comedia negra y paranoia de sus anteriores films, siempre llevándolas hacia territorios cada vez más oscuros e impredecibles. En todas Potrykus coquetea con el género fantástico y con el body horror, siendo sus películas que más se adentran en esta dirección The Alchemist Cookbook, con sus posesiones demoniacas, y Relaxer, con un efecto especial que haría feliz a David Cronenberg.
La puesta en escena es una continuación de lo que Potrykus explora en The Alchemist Cookbook, preguntándose cómo filmar el encierro en una sola locación. Dejando atrás la cámara en mano de sus anteriores películas, Relaxer presenta una puesta en escena muy controlada con travellings y zooms, y la cámara siempre a la altura del personaje sentado, donde esta solo registra lo que él puede ver desde la posición en la que está.
El sueño de Abbie de ganar el premio para poder dejar Michigan e ir a California refleja este deseo que comparte con todos los (anti)héroes de Potrykus de dejar atrás su realidad y crear otras nuevas. Siempre huyéndole a las ideas de “normalidad” o de “madurez”, estos personajes comparten un impulso autodestructivo justificado a partir del “arte” u oficio al cual dedican sus vidas: el stand up comedy de Ape, las estafas en Buzzard, la alquimia en The Alchemist Cookbook o los videojuegos en Relaxer.
Estos personajes terminan siempre pagando caro sus rebeliones, y Relaxer no es la excepción. El objetivo de Abbie degenera hasta convertirse en una pesadilla absurda de varios meses encerrado solo en el departamento, acompañado de vez en cuando por algunos personajes (su amigo, su ex, unos exterminadores de plagas) y experimentando hambre, sed y marcas en el cuerpo. Sin embargo, Relaxer es tal vez la película de Potrykus con el final más “feliz” para el personaje, a pesar que esta misma sea la que tenga el desenlace más apocalíptico de todas.
Escrito, editado y dirigido por: Joel Potrykus
Cast: Joshua Burge, David Dastmalchian, Andre Hyland, Adina Howard, Amari Cheatom
Fotografía: Adam J. Minnick
Música: Alan Palomino
EEUU, 2018