Por Mónica Delgado
Queda claro que al tratar un tema espinoso como el de una relación sexual entre un estudiante de cuarto año de secundaria y su profesora de cuarenta años, el cineasta singapurense Anthony Chen quiere escapar en Wet Season del amarillismo o del melodrama. Más bien apuesta por un relato centrado en su protagonista, una espléndida Yeo Yann Yann, como una docente en crisis matrimonial y de fertilidad, que con su performance contenida concentra toda la atención del film.
Wet Season tuvo hace poco su estreno mundial, en la sección Platform del Festival de Toronto, y ahora tiene su estreno asiático en la tercera edición del Festival de Pingyao, y dentro de la competencia de la sección Crouching tigers, que busca reconocer primeros y segundos trabajos de cineastas jóvenes. Y tras el premio obtenido hace algunos años en Cannes, al obtener la Cámara de Oro por su film Ilo Ilo, Chen regresa apostando por el retrato femenino, y que pone en escena con delicadeza y sin prejuicios.
En Wet season hay, ante todo, comprensión hacia el personaje. A Chen le interesa captar esas modulaciones de la frustración en la vida de esta profesora, que sufre infidelidades y el impedimento de ser madre. No lo hace a través de las típicas escenas de desenlaces histéricos, sino más bien busca construir para su personaje un clima tranquilo para esa desazón. Por ello, esta seca debacle emocional, que se da por gotas, se contrapone al ambiente lluvioso que cobija esta historia de revelaciones en la vida de Ling (Yeo Yann Yann). Lluvias que van incluso materializando las decepciones, como pasa con las escenas con el estudiante, que encarna la estrella pop Koh Jia Ler, en las cuales confiesa su amor prohibido.
Más que una mirada social sobre un tema complejo, a Chen le interesa su protagonista, no como un perfil psicológico, sino para modelar a través de ella reacciones ejemplares o para lograr posibilidades inesperadas, y que se revelan en su puesta en escena de intimidades, donde la cámara suele permanecer como testigo cercano en habitaciones, sin estar del todo dentro de ellas.
Si bien el final luce complaciente, con la vuelta al seno familiar de Ling, la manera en que Chen desarrolla esta historia de atracción extraña, a partir de detalles de índole pasional o sexual (las escenas con el durian son las más sugerentes) lo ubica como un efectivo director de actores y actrices, logrando desde estas performances los mejores momentos del film. Una de las favoritas de esta sección.
Sección Crouching tigers
Director-guionista: Anthony Chen
Editores: Hoping Chen, Joanne Cheong
Director de fotografía: Sam Care
Diseñador de producción: Soon Yung Chow
Productores: Anthony Chen, Tan Si En, Huang Wenhong
Productores ejecutivos: Des Tan, Xie Meng, Peter Bithos, Jennifer Batty, Bryan Seah, Jianbin Zhang, Leong Sze Hian, Gina Lau
Singapur, 2019, 110 min