Por Valentina Giraldo Sánchez

Un carro fúnebre recorre Medellín.

Todo se ve rojo rojo y suenan alarmas rojas rojas. Las luces van y vienen y el que narra y teje la historia es quien va en el ataúd. Theo.

Medellín: Mimosa pudica, Schizolobium parahyba, Zantedeschia aethiopica, Caesalpinia pulcherrima, Aloe maculata, Eriobotrya japonica.

“Yo no decidí nacer, fui arrojado al mundo”. La ciudad oscura, la ciudad violenta, lxs amigxs. Una película de vampiros que no alcanzó a ser. Un amigo que muere a los 21. La música, el baile, el sol. Anhell69 se enreda como una mata en todo esto. En esta película, Theo Montoya recorre el archivo fílmico de sus amigxs, algunas unas últimas imágenes, el peso muerto de la guerra. Todo se revuelve en un espiral de cabeza-a-cola de cola-a-cabeza, Anhell69 es el nickname que usaba Camilo Najar, el protagonista de la película de vampiros que no alcanzó a ser. Veo el paisaje, los árboles oscuros y el monte, pensando en entender las particularidades de este incendio, vuelve la parte de un poema de Raul Gomez Jattin: “Si mis amigos no son una legión de ángeles clandestinos. Qué será de mí”.

Esperen, esperen. En las imágenes, son lxs amigxs haciendo casting para una película sobre la vida preguntando la muerte.

Esperen esperen esperen

es que nunca aprendí a vivir, pienso mientras lxs escucho

Se supone que en esta cobertura preparo pirogeografías del fuego del cine. Pero sucede entonces que también se me revolvieron las memorias y los afectos. Y sucede entonces mientras escribo, que tengo que volver a buscar en internet la definición de lo que en un principio trataba de construir con la escritura de las películas latinoamericanas que este año están en Mar del Plata. Sucede entonces que esto me dice el buscador: “La pirogeografía es el estudio de la distribución pasada, presente y prevista de los incendios forestales”. Pasado-presente-previsto. En Anhell69: imágenes de 2017, un recorrido presente en ataúd y un futuro distópico de fantasmagorías eróticas. El fuego y su distribución a lo largo del tiempo termina siendo para mí, el cuerpo poroso de memoria y afectos espectrales.

El incendio son planos panorámicos de la ciudad, las lucecitas alumbrando.
El incendio es la ciudad de noche.

Uno, dos, tres bombillos

Cuatro, cinco, lanzo una piedra

Uno, dos, tres, otra piedra

Uno, dos

Ya no hay bombillos y se fue la luz y el carro fúnebre sigue dando vueltas.

Theo nos cuenta que después de la muerte estaba el baile de toda la noche. La oscuridad y los brillos opacos hasta que saliera el sol a recordar que todo siempre termina. El sol y esa luz que lastima tanto. El diablo sale de día cuando hay que coger un bus, atravesar la ciudad con los ojos y la boca lastimada, con la luna en la pupila, y el cansancio. Theo nos habla de una ciudad rodeada de montañas desde la cual no se alcanza a ver el horizonte, ni la línea donde se supone se acaba el mundo, o la tierra, o el país. La ciudad sin horizonte y el cuerpo atado a esta.

“Me enamoré del cine porque era el único lugar donde podía llorar”. Theo nos cuenta una ficcion del fin del mundo en la que actuarían sus amigxs, una pandilla de espectrofílicos buscaría fantasmas con los cuales tener sexo. Los cuerpos de esta ficción: sombras con ojos que alumbran como linternas.

Esperen, es Rodrigo D frente a una ventana de un edificio en Medellín.

El cuerpo arde como la ciudad.

Es el infierno de los deseos, el diablito de las babas, una pandilla espectroerótica de ojos rojos y brillantes. Pienso en la pirogeografia corporal, en lxs amigxs como una comparsa fugitiva de la noche que en cada esquina se encuentra al diablo y a la muerte.

Esperen esperen, una canción dice algo así como “viviendo lo mejor posible mis amigos se mueren”. Pensando en el estudio de este incendio, apareció la letra de otra canción:

“Y el alcohol con sus amigos encienden la magia
Y el viejo verso de las princesas perdidas
Y los príncipes muertos
Queda enterrado en el jardín del rey herido
Frente a la yuta la valentía florece
Entre el peligro que acecha siempre
La delincuencia y los amigos
Esperan la luz del nuevo día
Mientras los años locos pasan de largo
Consumiendo juventud, rebeldía y depresión”

Esperen, es Victor Gaviria conduciendo el carro fúnebre.

Hay algo que arde, pero no he podido terminar de entenderlo. Lo que arde está entre la nariz y los ojos. Pero también está entre la boca y la quijada. Hay algo que arde pero no he podido terminar de entender qué es y dónde se queda ese fuego confuso del tiempo, esa angustiante cosa sin salida, esa cosa que no se como escribir y que me pasó mientras veía esta película. Quizá sea la ardiente ciudad psico(u)trópica, lo posible abriéndose en el mundo de lxs amigxs.

Anhell69 superpone capas afectivas de una memoria errante: visitas al cementerio, la ternura de sostener las paredes de la vida con las manos de lxs amigas, recorrer como un cadáver la ciudad y revivir imágenes de películas de los 90.

Pensé: sentirse de repente pequeñita, la ropa toda tan grande, esconderse del fin del mundo metiendo los brazos y la cabeza en la chaqueta que más abriga en la calle por las noches. La chaqueta que a sus adentros huele a sudor y a cigarrillo y a baile. Oler toda a amiga, a amiga re-corriendo la ciudad que alumbra y que arde.

Una hipótesis vegetal: En Medellín hay muchas plantas epifitas (plantas que crecen dentro de plantas). Anhell69 es como una epífita dentro de un guácimo colorado, una Malvaceae, un punto rojo que se abre.

Si pienso en una pirogeografía del cuerpo, esa quema afectiva de la memoria, recuerdo en esta película un encuentro: luego de un día muy largo, con mis amigxs nos acostamos a dormir, todxs juntxs, abrazadxs. Nos soñamos mutuamente, nos lo contamos al otro día. Cada unx soño a lxs otrxs. Una imagen en Anhell69: Amigxs reunidxs en un monte rojo se abrazan, y ya no importa si el horizonte se alcanza o no se alcanza a ver.

Competencia latinoamericana
Dirección, guion y fotografía: Theo Montoya
Reparto: Camilo Najar, Sergio Pérez, Juan Pérez, Alejandro Hincapié, Julian David Moncada, Camilo Machado, Víctor Gaviria, Alejandro Mendigana
Compañías Monogram Film. Productor: Theo Montoya
Países: Colombia,Rumanía, Francia, Alemania, 2022, 75 min.