ROTTERDAM 2017: DEMONIOS TUS OJOS DE PEDRO AGUILERA

ROTTERDAM 2017: DEMONIOS TUS OJOS DE PEDRO AGUILERA

dsc0471

Por Aldo Padilla

La inmaterialidad como deseo cumplido, puede no ser evidente, ya que estamos acostumbrados a desear, riqueza, poder y belleza, excepto para el voyerista que seguramente se sentiría realizado al lograr convertirse en un fantasma moviéndose a través de espacios sin ser detectado, sin dejar rastros de su paso, y almacenando todo aquello que su curiosidad busca saciar, para revivirlo todas las veces que quiera. Sin saberlo exactamente el voyerista pueda lograr este estado inmaterial durante su muerte o extinción, aunque tampoco ese estado está garantizado en ese momento. Los voyeristas dentro de su estado natural son entes pasivos, que se conforman con la visión o con la escucha de la intimidad ajena, encontrar a los demás en su estado de vulnerabilidad, pero sin poder consumar cualquier deseo que le cruce por la mente, el voyerista por lo natural será un eterno ser inmaterial frustrado.

El voyerismo como acto prohibitivo puede ir aumentando con ciertos agravantes, y precisamente Pedro Aguilera director de Demonios tus ojos, va llevando a nuevos límites la obsesión de su aturdido protagonista, Oliver, un oscuro director (como lo van definiendo a lo largo de la película), quien se obsesiona con su media hermana Aurora. El protagonista traslada sus ojos al cuarto de su hermana mediante una cámara, para observarla de una forma ambigua no necesariamente sexual en un inicio, disfrutando de distintas formas, ya sea viéndola mientras él la llama o cuando rechaza a su obtusa pareja.

La escena inicial es una entrevista en un tren (en Los Angeles probablemente), que recuerda al cine de Haneke por su visceralidad e indefinición, en la cual se muestra al protagonista tratando de evocar su infancia con una serie de dilemas morales, que ya planta la desconfianza sobre su naturaleza. Lo que sigue es su regreso a España, aunque con motivos muy poco claros, para el reencuentro con su media hermana. Lo que no se cuenta en el film, pero que se sugiere, muestra que aparte de la extraña relación con su hermana, Oliver tiene una serie de adicciones y perversiones que lo convierten en un personaje inestable.

La provocación en el film se siente gratuita en algún momento, donde su discurso de pasión desbocada se debilita y hace que el doble juego de tabú de la película se proyecté en mero deseo carnal. De todas formas el mérito está en el manejo fantasmal que Aguilera le da a su protagonista que logra transportarlo al cuarto vigilado mediante un juego de proyectores, que hace que la luz se transforme en materia.

El deseo de ver es una idea muy asociada al cinéfilo, lo que lo diferencia respecto al voyerista es una delgada línea definida por la imagen- que es lo que le interesa-, a diferencia del voyerista que busca el objeto como tal, las ansias de posesión lo corroen, mientras que en el arte el anhelo de libertad de la obra es más grande que cualquier sentimiento mezquino.

Hivos Tiger Competition 2017- Bright Future
Dirección: Pedro Aguilera
Producción: Cristina Gallego, Pedro Aguilera, Jorge Manrique
Casting: Ivana Baquero, Julio Perillan, Juan Pablo Shuck
Director de Fotografía: Miquel Prohens
Director de Arte: Laura Garcia-Serrano
Sonido: Directo Jaime Lardies
Diseño Sonoro: Carlos García
Música Original: Richard Cordoba
Montaje: Imanol Ruiz
Guión: Pedro Aguilera Juan Carlos Sampedro
País: España, Colombia, 2016