Por Aldo Padilla
El sudeste asiático es un espacio bastante desconocido para el mundo latinoamericano. En la actualidad poca idea se tiene de lo que ocurre allá, excepto los clichés, Duterte y su bizarra presidencia en Filipinas, la suiza asiática que es Singapur, Tailandia viviendo del turismo o los 250 millones de musulmanes de Indonesia. Si bien Rithy Panh y Joshua Oppenheimer han hecho un gran esfuerzo retratando la violación de derechos humanos en Camboya e Indonesia, poco se sabe de la complejidad de la situación en Tailandia, con un golpe de estado perpetrado hace pocos años y con un rey que parece estar omnipresente, los derechos humanos y las protestas parecen rígidamente controlados por el régimen actual.
La radiografía de Tailandia que plasman la pareja de directores, Thunska Pansittivorakul y Harik Srikhao, plantea las contradicciones que hay entre el discurso fuertemente nacionalista y lo que realmente significa, poniendo su foco en sus adolescentes que actúan y piensan de forma autómata. Dentro de los entrevistados son pocos los cuales entienden realmente el discurso dominado por tres pilares: el Rey, la nación y la religión budista. La supuesta idea sobre defender la nación frente a un enemigo desconocido se cae en cuanto tratan de identificarlo, ya que las minorías musulmanas que podrían identificarse como tales, están fuertemente controladas y aterrorizadas, moviéndose en un espacio que parece ser ajeno para ellos.
El film está representado en capítulos, donde su primera parte muestra la intensidad adolescente característica y una extraña tensión homosexual que existe en el ambiente. Aquella intensidad parece manejarse sin control y determina el camino que parecen seguir los muchachos que en un futuro formaran los ejércitos del país o un camino que es un tanto intermedio como son los boy scouts tailandeses, que también tienen un capitulo individual y que cuyo compromiso con los 3 pilares ya nombrados, parece bastante más fuerte que el que suelen tener en otros países. Este episodio sin duda uno de los más aterrorizantes por el evidente lavado mental que realizan sobre sus componentes, donde el compromiso parece estar por encima de todo y que tiene leves reminiscencias a Jesus Camp por el fanatismo que destilan en sus palabras.
Es bueno recalcar el componente pop que ya se había visto en alguno de los films de Apichatpong Weerasathakul, ya que el estilo musical está fuertemente ligado a la cultura tailandesa y se muestra por una canción que aprovecha para mostrar la magnificencia de una Bangkok que parece no tener límites, y donde aparece de forma omnipresente la figura del Rey, cuyo retrato aparece en diversos tamaños, como una forma de sacralización del monarca.
Las consecuencias del régimen están presentes en algunos episodios donde se relata la represión estatal, desaparecidos y constantes amenazas que sufran los activistas y que están fuertemente recalcados mediante la presencia de cámaras de vigilancia que inundan las calles de las ciudades tailandesas, incluso llama poderosamente la atención un dron que parece vigilar constantemente la actividad en una mezquita musulmana. La compleja lucha de activistas LGBT también parece estar bastante restringida por una sociedad que, aparte de todo lo nombrado, tiene un componente fuertemente machista.
Homogeneous, Empty Time remite a un tiempo vacío en el cual el rey acaba de morir y la junta militar parece estar tomando el control de un país con una enorme población que se mueve entre el capitalismo oriental, la tradición budista radical y la mescolanza de religiones que habitan en el país. Pansittivorakul y Srikhao dosifican el film con toques de humor como una forma de alivianar, aunque sea un poco, una situación que no siempre alcanza a denunciarse de forma tan explícita y con un lenguaje tan alejado de la condescendencia.
Sección Voices IFFR
Directores: Thunska Pansittivorakul, Harit Srikhao
Productores: Thunska Pansittivorakul, Jürgen Brüning
Compañía productora: Sleep of Reason Films, Jürgen Brüning Filmproduktion
Fotografía: Harit Srikhao, Harit Srikhao, Watcharapol Paksri, Suppakit Sritrakul, Warat Poonyasiri, Itdhi Phanmanee, Phassarawin Kulsomboon
Editor: Thunska Pansittivorakul
Música: Chom Chumkasian, Gandhi Wasuvitchayagit
Tailandia, 2018