ROTTERDAM 2021: CAPITU AND THE CHAPTER DE JÚLIO BRESSANE

ROTTERDAM 2021: CAPITU AND THE CHAPTER DE JÚLIO BRESSANE

Por Mónica Delgado

En Capitu and the Chapter (Capitu e o capítulo, 2021), el cineasta brasileño Júlio Bressane nos vuelve a reunir con algunos elementos o motivos de sus anteriores films. Es más, este nuevo trabajo contiene insertos extraidos de diferentes películas previas del cineasta, tanto para formar un corpus onírico en la lógica narrativa como desde una autorreferencialidad o intertextualidad sobre estos fantasmas o persistencias dentro del imaginario de este gran cineasta.

En este film, Bressane parte evocando algunos pasajes de una novela fundamental de la literatura brasileña, Dom Casmurro, de Joaquim Machado de Assis, de 1899, donde la figura del narrador omnisciente pone a prueba la veracidad de los hechos descritos a lo largo de las páginas. La novela se centra en la naturaleza de los celos, como mal enfermizo cercano a la paranoia y su desolación. Un esposo, Betino, cree que su esposa Capitu le es infiel con un amigo de la familia, y que el hijo de ambos no es de él. Así se podría resumir toscamente un film que va más allá de una adaptación literaria libre, y que poco a poco va adoptando la libertad del ensayo fílmico, con un making off luego de los créditos. La puesta en escena teatral, con ecos a films anteriores de Bressane como Beduíno (2016), A Erva Do Rato (2008), Cleópatra (2007) o incluso como Días de Nietzsche en Turín (2001), permiten una relación literal con la naturaleza del estilo que Machado de Assis impregna a esta obra, en su artificio y juego retórico, como escape al naturalismo propio de finales del siglo XIX. Esta huida del realismo permite que Bressane desde el inicio nos ubique en una dimensión impresionista, a partir de imágenes de insondables formas que asumimos como siluetas o texturas, que poco a poco se irán definiendo, como evidencia de aquello que apenas vamos a captar o hemos captado a lo largo de esta historia. Luego, aparece el escritor, que nos abre a varias dimensiones, la de sus propias divagaciones sobre la literatura o el plano social de un Brasil que ya no existe, para después dejarnos entrar a algunas escenas con los personajes, de materialidad cuasi fantasmal, constreñidos a diálogos y movimientos puntuales (como pasa en algunos films de Manoel de Oliveira o Rita Azevedo Gomes).

A diferencia de la novela, Bressane le asigna un personaje al propio Machado de Assis, quien aparece en varias escenas en su estudio escribiendo o reflexionando mirando a la cámara, pero también interactuando con varios personajes, como cuando hablan en una terraza sobre la reivindicación de la lengua tupí (como parte de la ideología burguesa propia del modernismo de aquellos años).  Y este lugar que asume el personaje Machado de Assis podría asociarse al influjo del tipo de narrador que elige el escritor brasileño para sus obras y que Bressane capta en su forma o aspecto más bizarro: en Brás Cubas, film que adapta a otra novela de Machado de Assis, desde su particular estilo, y que mantiene la lógica del personaje narrador difunto, quien escribe sus memorias desde el más allá. Esta elección queda plasmada desde el inicio: un sonidista del siglo XX explora con un micrófono un esqueleto que yace sobre el sueño, imágenes que funcionan como preámbulo anacrónico de lo que veremos y que debería remitir a 1881.

No solo a través de los personajes narradores y el diseño de los protagonistas como arquetipos o como citas literarias es que Bressane asume un relato anti realista. Este modo de romper con la linealidad de la historia del hombre celoso, también aparece a través de algunas tomas muy precisas de films anteriores del mismo Bressane, como Cara a cara (1967), Matou a família e foi ao cinema (1969), A Familia do barulho (1970), Tabu (1982), Brás Cubas (1985), Miramar (1997), Rua Aperana 52 (2012), entre otros. Estas inserciones del propio universo cinematográfico del director aparecen como parte de la sensibilidad de los personajes, huidas de tiempo y espacio que asoman articuladas a las escenas teatrales a la manera de flujo mental, de irrupción de una memoria que otorga la posibilidad del anacronismo; o como una intersección temporal que permite un análisis del mundo interior, de las relaciones o correspondencias de este magma de imágenes, texturas y sonoridades denominado Bressane.

Por otro lado, el Bressane esteta aparece brillando en cada plano, en cada decisión del montaje, en los gestos y posiciones de los personajes, en los detalles de las flores y demás objetos como naturaleza muertas que conviven silenciosas en concordancia con la impasividad de los habitantes del lugar. Pinturas de George Marcgrave, Leopoldo Gotuzzo Porto, Joaquim da Rocha Ferreira u otros aparecen entre los personajes o empapeladas en alguna pared o habitación. Las  reminiscencias que establece Bressane, incluso desde el uso de la música (incluso hay insertos extraídos de Educação sentimental (2013) o A Erva Do Rato, no solo enriquecen la apuesta del film sino que apelan a establecer estos marcos temporales de tiempos de antaño que son arrojados a este presente ya como formas, sinuosidades o marcas que superviven en una pared.

Resulta increíble que un film bajo la producción de la O’Globo sea el que extienda la libertad del cine brasileño en pandemia, en un contexto donde el gobierno de Bolsonaro ha reducido de manera considerable el financiamiento al cine, sobre todo independiente. Esta película que se ha podido ver en esta segunda parte de la edición 2021 del Festival Internacional de Cine de Rotterdam es también uno de los pocos largos latinoamericanos presentes en esta selección de junio.

También es increíble que este trabajo reciente de Bressane deje en los espectadores una doble sensación: la de haber asistido a una gran obra de un extraordinario cineasta, y la de una summa fílmica, que ojalá no sea un regalo de despedida.

Sección Harbour
Director: Júlio Bressane
Productores:Tande Bressane,Bruno Safadi
Guion: Júlio Bressane
Fotografía: Lucas Barbi
Editor: Rodrigo Lima
Diseño de producción: Fernanda Romero
Diseño sonoro: Damião Lopes
Reparto: Mariana Ximenes, Enrique Diaz, Vladimir Brichta, Djin Sganzerla, Saulo Rodrigues, Josie Antello, Cláudio Mendes
Brasil, 75′, 2021