Por Mónica Delgado
Los films como earthearthearth del japonés Daïchi Saïto piden a gritos volver a la proyección en sala. No solo porque se trata de experiencias que requieren salas a oscuras, sino porque quizás los festivales, galerías o alguna performance en su presencialidad hacían de estas proyecciones actos de comunión. Sin embargo, generar condiciones en casa ante los streaming en tiempos de pandemia se vuelve un rito obligado, aunque no se logre alcanzar la epifanía que obras como la de Saïto producen. En este sentido, siengo que mi texto sobre earthearthearth pueda revelar una experiencia a medias (de un film de efectos muy experienciales).
Hecha en 35 mm y filmada durante 2015, earthearthearth (2021) es el registro e intervención fotoquímica de los Andes, en los territorios de Chile y Argentina, como una horizontalidad constante, que en su materialidad fluida sigue diversos ciclos u oscilaciones. Como pasa en otros trabajos de Saïto, como Trees of Syntax, Leaves of Axis (2009) o Engram of Returning (2015), la naturaleza es subvertida con un fin exploratorio y poético, para cobrar una dimensión abstracta, que tiene un transfondo entre filosófico y ecológico.
Durante 30 minutos asistimos a un proceso de trabajo que depuran o transgreden diversos atardeceres, que en el montaje de Saïto y desde el saxofón de Jason Sharp (que recuerda mucho las atmósferas improvisadas de Colin Stetson para películas muy distintas) van formando un clima de cotidiana transformación, de Andes que pierden su imagen estable o inmóvil para ser parte de una cadencia de cielos rojizos o halos solares. Yuxtaposiciones de atardeceres que van generando nuevos ritmos, desde estas horizontalidades o capas geológicas superpuestas, que van construyendo un nuevo territorio. O como dijera Saïto en la conversación con Kim Knowles, en el marco del festival, sacar a la luz lo que esos paisajes (y Andes) ocultan o lo que muestran y que no está en la superficie, pero también la fragilidad o inestabilidad del medio en relación al paisaje en constante cambio.
Por otro lado, no es la primera vez que Saïto trabaja el montaje sonoro con el músico canadiense Jason Sharp (hicieron dupla en Engram of Returning), quien aquí plantea una improvisación que empata muy bien con estos climas que buscan sacar lo oculto o extraño de estos paisajes abiertos. La idea de Saïto de generar un ritmo a partir de tomas probablemente estáticas, y que la música de Sharp expande, a modo de mantra o rito, van mostrando nuevos estratos, explorando esta horizontalidad desde estas superposiciones, de cumbres sobre cumbres o atardeceres sobre atardeceres, creando así atmósferas de irrealidad de un territorio que se percibe incólume.
Pese a las dificultades que mencioné sobre ver un film de esta naturaleza en streaming, earthearthearth fue uno de los grandes trabajos vistos en esta edición de Rotterdam, por no decir el mejor, tanto por la delicadeza de su montaje, la artesanía en el trabajo fotoquímico de Saïto, como por el acompañamiento de Sharp. Y que junto a Altiplano, de Malena Szlam, también del colectivo de Montreal, Double Negative, forman un díptico inesperado sobre las atmósferas “matéricas” de los Andes. Además, ambos proyectos fueron producidos por el Media City Film Festival, dirigido por Oona Mosna.
Esta reciente edición de Festival de Cine de Rotterdam tuvo también otras apuestas interesantes desde lo experimental, en la sección competitiva de cortos por el Tiger Award, como lo es Surviving You, Always, corto del inglés Morgan Quaintance, de quien pudimos ver trabajos en ediciones de Oberhausen o Cph:Dox, y quien, junto a la cineasta y artista Ayo Akingbade, forma parte de una generación de directores londinenses jóvenes con una mirada social y política.
En Surviving You, Always, Quaintance regresa al influjo de los noventa, a partir de material en 16 mm de una Bolex, de viejas fotografías en blanco y negro granulado, pero también desde la voz en off de Timothy Leary, escritor y gran promotor de las virtudes de las sustancias psicodélicas. Recuerdos de adolescente, del encuentro maravillado y doloroso con el LSD; escenas que se van fusionando con la voz testimonial de Leary (y también de su amigo y gurú Ram Dass), y con subtítulos con reflexiones y confesiones del mismo cineasta sobre este tiempo perdido, y ahora recuperado.
Quaintance comenta sobre este tiempo pasado, de sus vivencias de adolescente, pero no solo en relación a una experiencia personal sino a un contexto social londinense que ha mutado. En Surviving You, Always va reconstruyendo este pasado desde la mirada que tuvo sobre su entorno, amigos, escuela, barrio, desde sus registros y fotos de los noventa. Esta reactualización va originando la posibilidad de resarcir la mirada, incluso la distancia con la que se observaba o la familiaridad que apenas se atisba. El resultado es un corto que funciona de modo terapeútico, pero a la vez como nueva narrativa de memoria de un periodo emocionalmente difícil.
Quizás el uso al final de una canción del Paganicons de los Saccharine Trust acierta con la confirmación de una nostalgia, de un periodo de rabia y de inconformidad que se basaba en romper con una realidad asumida como absurda y para buscar respuestas existenciales en las puertas de la percepción. Pero lo mejor del testimonio que conforma Surviving You, Always está hacia el final, cuando aparece la revelación esencial, de la imposibilidad de algunas situaciones o de la aceptación del desamor o desencuentro (y que encuentra sentido también en el título del corto). Un logrado trabajo sobre cómo volver a la adolescencia, o como darle una nueva corporalidad desde lo que queda de esos recuerdos.
earthearthearth
Dirigido por Daïchi Saïto
Cámara y edición: Daïchi Saïto
Edición: Daïchi Saïto
Música de Jason Sharp
Diseño sonoro: Jason Sharp
Sonido: Radwan Ghazi Moumeh
Producido por Daïchi Saïto, Oona Mosna
Un proyecto de Media City Film Festival, con apoyo del Canada Council for the Arts, ACIC
Canadá, 2021, 30 min
Surviving You, Always
Director, editor, cámara, sonido, mezcla de sonido: Morgan Quaintance
UK, 2021, 18 min