ROTTERDAM 2023: LA SUDESTADA DE DANIEL CASABÉ Y EDGARDO DIELEKE

ROTTERDAM 2023: LA SUDESTADA DE DANIEL CASABÉ Y EDGARDO DIELEKE

Por Mónica Delgado

Basada en la novela gráfica de Juan Sáenz Valiente, La sudestada es el primer largo de ficción de Edgardo Dieleke y Daniel Casabé, realizadores argentinos, quienes ya han trabajado juntos en documentales Cracks de nácar (2013) y La forma exacta de las islas (2014). Se presenta en la sección Big Screen competition del 52º Festival Internacional de Rotterdam.

La sudestada, nombre que alude a un tipo de temporal de vientos fríos en Argentina, adapta de manera fiel la propuesta de la novela gráfica, aunque debido al traslado a la dinámica audiovisual se eliminen algunos aspectos más reflexivos del protagonista. Un detective privado (el actor Juan Carrasco, quien por fortuna se parece mucho al personaje del cómic) es contratado por un esposo celoso y desconfiado (Edgardo Castro) para que vigile a su esposa Elvira (interpretada por Katja Alemann, actriz e hija de la cineasta experimental Marie Louise Alemann), una coreógrafa de danza moderna, en busca de pruebas ante un pedido de divorcio. Sin embargo, la búsqueda de tipo policial (en clave cómica) deviene en un proceso de conocimiento de la realidad interior del protagonista y su acercamiento con su objeto de estudio, una mujer que adquiere una dimensión misteriosa.

Lo que se plantea al inicio como un thriller con toques de comedia, o una comedia con toques de thriller, deviene en una historia de intimidades con toques tragicómicos, o de correspondencias entre los deseos de una mujer en estado creativo, y la de su investigador, alguien que quiere alcanzar una suerte de liberación o encuentro de sí mismo. La mezcla de géneros plantea el primer reto para los cineastas, ya que hay una inevitable reminiscencia hithcockiana en el uso del suspenso y en la dimensión psicológica de su protagonista, es decir, en la mirada de un sujeto que quiere alcanzar un objeto de deseo. Y este componente de búsqueda, que no tiene un cariz sexual o amoroso, poco a poco se va convirtiendo en el motor del relato.

También, desde sus decisiones de estilo, en La sudestada asoma la oportunidad de huir de estos códigos del thriller, o de la comedia absurda, para dar libertad a un relato mucho más abierto en sus decisiones formales, aunque en ese trayecto se atraviesen algunos excesos, quizás demasiados evidentes o poco logrados en el tratamiento intimista del protagonista. Sobre todo en la puesta en escena de algunos aspectos cómicos-absurdos, como la pelea entre los dos “contrincantes” que aspiran a Elvira, la fiesta de disfraces o diferentes momentos que contienen demasiado énfasis en el uso de la música incidental.

Los cineastas apelan a diversos recursos para romper con la lógica de la vigilia, a partir de las intervenciones oníricas que padece el protagonista. Y allí está su punto más fuerte, el trabajo de dirección de arte, de cuidado en la fotografía, que luce luminosa, colorida, y que da forma a este mundo extraño, de un Buenos Aires y el Delta reinventados. Y también resulta interesante el uso de  material de archivo, como la inclusión del fragmento de un corto de Marie Louise Alleman, Ring-side (1979), que funciona como memoria del pasado artístico del personaje de Elvira (ya que aparece en el cortometraje de su madre). 

Por otro lado, desde el lado de los aciertos, el protagonista que parece extraído de una novela de Kennedy O’Toole plantea un acercamiento a la interioridad del personaje desde un aspecto performativo (liado a las estupendas coreografías que Elvira pone en acción), sobre todo amparado en lo que refleja el personaje tras su relación con la danzante, una ‘femme fatal’ en clave posmoderna -en la medida que escapa al modelo del género-y que está en pleno proceso creativo, y que se vuelve un perfil catártico para el detective. Y cuya relación de amistad da cuerpo al título del film (y de la novela) y que plantea una lectura en torno a los deseos del protagonista, en la medida que Elvira agitará algunas divagaciones de tipo existencial, sobre todo.

Entre los puntos en contra, aparece el papel asignado a Edgardo Castro, reconocido director y actor argentino, quien parece aquí perder vuelo, debido al perfil caricaturesco del estereotipo del esposo celoso, de clase media y desconfiado. Y también al tratamiento algo chirriante de lo onírico en algunas escenas, que busca ser fiel a la novela gráfica misma, y que pierde quizás en el pase a la pantalla grande. 

La sudestada peca de algunos elementos que al ser acompañados por una musicalización poco afortunada – así como la aplicación de algunos efectos especiales- que pueden percibirse como hiperbolizados. Sin embargo, pese a estos defectos, la presencia de Elvira, que deviene en un ente vampirizado, (gracias también a la figura misma de Katja Alemann), hace reconsiderar algunos énfasis o subrayados en el film.

Sección Big screen competition
Directores: Edgardo Dieleke, Daniel Casabé
Guion: Edgardo Dieleke, Daniel Casabé, Agustina Liendo, Martín Mauregui
Fotografía: Leonardo Hermo
Edición: Daniel Casabé
Dirección de arte: Tatu Ravotti
Sonido: Lucas Larriera, Santiago Fumagalli
Música: Leonardo Martinelli
Producción: Alejandro Israel, Daniel Casabé, Edgardo Dieleke
Productoras: Ajimolido Films, Obol Films, Annika Films, Tenemos las Máquinas
Reparto: Katja Alemann, Juan Carrasco, Edgardo Castro
Argentina, 2023, 86 min