Por Nicolás Carrasco
La inclusión de Patio (1959) en la última edición de la Mostra de Cinema Periferico pertenece a un programa dedicado a los archivos históricos de la vanguardia o experimental brasileño, proponiendo una ruta histórica a los distintos momentos y formas asumidas en esa búsqueda de lo brasileño, desde Límite de Mario Peixoto hasta un cortometraje de Rogério Sganzerla y Andrea Tonacci, representantes de la corriente del cine marginal.
Patio de Glauber Rocha muestra a una pareja aprisionada en el lugardel título, compuesto por unas losetas blancas y negras a la manera de un tablero de ajedrez. Sin recurrir al diálogo, Rocha muestra cómo la pareja, echada en el suelo, busca el contacto del otro, en planos que recuerdan a la escena de la manos que se tocan en La Chinoise de Godard, rodada casi una década después.
La rigidez del patrón de las losetas del patio contrasta con el mar y las palmeras plataneras que lo circundan, en una clara representación de la naturaleza brasileña. Esta rigidez también está expresada en los cuerpos de los personajes, ya sea cuando echados buscan el contacto del otro o cuando, sentados, contemplan el mar sin moverse, casi como objetos inanimados. Estos elementos, de la mano con el formalismo de los encuadres, hacen de este corto, un primer trabajo interesante de quien no solo fue el líder del Cinema Novo, sino el autor de obras maestras como Antonio das Mortes.