Por Mónica Delgado
En Pezas imposibles, las hermanas Lara y Noa Castro realizan una inmersión a la materialidad de los cuerpos desde el fondo del agua. A través de catorce minutos somos testigos del registro de una cámara invertida sumergida en una laguna donde dos mujeres nadan y bailan, y casi en todos los momentos con la cabeza en la superficie. Este recurso de la inversión propicia imaginar que el terreno natural de estos cuerpos sea el agua mientras sus cabezas que respiran fuera, estuvieran sometidas a un tipo de presión o suplicio. Por ello, las atmósferas que crean las jóvenes ferrolanas Lara y Noa Castro a partir de este tipo de nueva danza arrítmica e irreal apuntan a lograr una abstracción total, pese a los cortes, a aquellos nueve capítulos o fragmentos (acompañadas de subtítulos) que buscan darle una narrativa a esta libertad de los cuerpos femeninos bajo el agua.
Pezas imposibles es uno de los trabajos de la muestra Sinais en Curto, sección que ya es un clásico de la programación del (S8) Mostra de Cinema Periférico, y que suele recoger obras representativas del quehacer experimental en Galicia. Es en esta diversidad que el trabajo de las hermanas Castro luce estimulante, sobre todo porque se trata de realizadoras muy jóvenes y que no temen a la exploración formal desde el ludismo, donde la imagen y sonido (aquí ruidos ahogados o pulsaciones lentas mezclados al ritmo silente de los cuerpos) van propiciando también una lectura sobre la ubicación de las mujeres, en una arcadia submarina de apariencia edénica.
¿El lugar de estas mujeres está en el afuera o en el aleteo estable bajo las aguas? Pezas imposibles tiene en una capa una intención de narrativizar este flirteo de cuerpos nadando, de hacerlos dialogar o danzar, de abstraer los movimientos para lograr un efecto estético, pero también funciona como lectura sobre cuál es el espacio natural de estas dos mujeres, y que responden con esta vivencia en limbo, en búsqueda constante.
A Mosca, del cineasta y escritor gallego Alberte Pagán, es otro de los trabajos incluidos en la sección Sinais en Curto, y forma parte de su serie “estudios fotográficos”, donde reanima un spot publicitario en 35 mm pero para disolver su narrativa y remontarlo a punta de intervenciones en el mismo fotograma, causando el efecto de distorsión, donde el sonido sintético, provocado por los cortes e intervenciones en la banda sonora, produce el sentido de disolución y la imposibilidad de la narrativa clásica. Una mosca aparece para causar una conmoción en el frame y alterar la naturaleza del tiempo y la linealidad del spot. Esta presencia de la mosca va a causar un acto azaroso, como las sorpresivas irrupciones de la naturaleza, para lograr la figura de la anomalía, o los elementos de un film mutante.
Por su parte, en M. (Manuel Moldes-Pontevedra Suite 1983-1987), Ángel Santos utiliza una Bolex de 16 mm para registrar el trabajo del ya fallecido pintor pontevedrés Manuel Moldes. Elaborado para una exposición restrospectiva del pintor en el Museo de Pontevedra, más allá del retrato del artista o de una posible alternativa didáctica, lo que se percibe es que Santos rastrea un modo de producción que necesita salir del taller o de la galería. Los primeros minutos nos concentran en la labor de Moldes, en el uso de los colores y texturas arenosas de sus piezas, en el sonido enfático de la espátula, y luego lo vemos abrir la puerta de su taller, donde se ve a la gente deambular en lo que parece ser una avenida transitada, como si la isla del pintor rompiera de pronto su soledad y tranquilidad. En una segunda parte, Ángel Santos nos ubica ya en los preparativos del montaje de la retrospectiva en el museo, donde trabajadores elevan cuadros, condicionan espacios o donde el mismo Moldes pinta los ventanales de la fachada, tratando de sacar nuevamente esta isla pictórica a las calles. Hay una escena donde vemos el reflejo de Moldes sobre el vidrio a modo de espejo, que lo arroja literalmente a la calle de enfrente. Otro tipo de indagación sobre el rol del pintor, a partir de estos recursos que Ángel Santos utiliza de modo puntual.
Plus Ultra, de Helena Girón y Samuel Delgado, es una ficción donde dos hombres, al parecer náufragos, llegan a una isla, llevando consigo los restos envueltos de lo que parece ser algún soberano, en tiempos de colonización. El encuentro con un grupo de mujeres permite la única frase del cortometraje: “¿Sabes cómo salir de aquí? Hombres atrapados en un mundo desconocido. Luego, los recursos que Girón y Delgado utilizan, sobre todo elipsis, permiten responder la pregunta desde la alegoría. Mujeres de conocimiento en una arcadia que controlan y definen, donde el colono llega pero para huir o desaparecer. Así Plus Ultra puede leerse en diálogo con otros trabajos de halo brujeril de los cineastas, o también proponer un sentido distinto a la relación de las mujeres y sus territorrios, en su contacto con la naturaleza y sus saberes.
Y en Fogos, cortometraje de Marcos Pérez y Martin Pawley, también de la muestra Sinais en Curto, hay una total predominancia del dispositivo, donde el efecto de circularidad, de una suerte de ojo de pez, va a proponer una mirada de un paisaje nocturno de fuegos artificiales. El encuadre circular se convierte en un gran ojo, donde los fuegos y luminiscencias sobre el cielo negro van intentando convertirse en fugaces iris. Esta alteración del paisaje y del panorámico, que logra de la unión de seis cámaras GoPro, percibe la primacía de los fuegos artificiales, en sus formas planificadas pero donde también hay espacio para componer nuevos estallidos desde esta condicionada centralidad. Pensada originalmente para proyecciones en domos, y que aquí se mostró en versión aplanada, pero no menos atractiva. Como vaticinio de un futuro distópico, Marcos Pérez y Martin Pawley propusieron una inmersión de catorce minutos en una sala de cine para ver con extrañeza las formas de los fuegos, causando una asbtracción de fuerza primigenia.
Esta selección ratifica el nivel estable del cine gallego, y que se sigue manteniendo como una de las ofertas creativas más activas de toda España.