SALISE HUGHES: “A HOLLYWOOD REALMENTE NO LE PREOCUPA EL FOUND FOOTAGE”

SALISE HUGHES: “A HOLLYWOOD REALMENTE NO LE PREOCUPA EL FOUND FOOTAGE”

Por Pablo Molina Guerrero

El año 2015 conocí a Salise Hughes, debido a la participación en un largometraje colectivo experimental que organizó desde Seattle. La obra poseía un par de reglas que eran la traslación del cadáver exquisito al mundo audiovisual. El largometraje fue exhibido en diferentes puntos del globo y participaron directores de cine de diferentes nacionalidades para otorgarle mayor difusión. Tras conocer a Salise empecé a revisar su filmografía, interesándome en los procesos técnicos y estéticos que realizaba con metraje encontrado. Decidimos realizarle esta entrevista por escrito para así poder observar su desarrollo como cineasta y qué es lo que piensa respecto a lo que hace.

Pablo Molina Guerrero: Salise, tú eres originalmente artista visual, ¿cómo llegaste al cine?

Salise Hughes: Había visto Decasia (2002) de Bill Morrison y estaba interesada en ver si podría trabajar con found footage. La descomposición, el reciclaje y la regeneración eran temas con los que estaba trabajando en mis pinturas, por lo que me pareció una transición natural. El found footage también me pareció la forma más fácil de ingresar al cine, ya que no tenía entrenamiento ni equipos.

Pablo Molina Guerrero: Cuéntame un poco como fue el proceso de tu primera obra y de dónde vino la inspiración…

Salise Hughes: Tuve acceso a un sistema de edición y un archivo de 16 mm. Se me ocurrió un experimento basado en una pintura que había visto de Max Ernst. Él había pintado de forma plana áreas de una ilustración. Era una colección de imágenes de animales y muebles. Vi la ilustración al lado de la pintura terminada y me intrigó cómo la había transformado a través de la resta. Así que mi experimento fue ver si podía traducir esa técnica en la realización cinematográfica utilizando found footage.

Pablo Molina Guerrero: ¿De qué estaba compuesto este primer experimento?

Salise Hughes: Utilicé imágenes de una película educativa relacionada con el clima, otra sobre la maniobra de Heimlich (cómo evitar que alguien se asfixie) y otra sobre el Tai Chi. Estaba utilizando la asociación libre para hacer uso de estos temas al azar y hacer que funcionen como un todo. En ese tiempo todo era nuevo para mí con esta obra, y no tenía una idea preconcebida de qué hacer. Para el sonido experimenté con la grabación de marcas y rayas sobre leaders así como con la manipulación de los sonidos ambientales del metraje.

Pablo Molina Guerrero: ¿Y la edición como la realizaste al no estar familiarizada con los procesos audiovisuales?

Salise Hughes: Sí conocía Photoshop y, por lo tanto, importé pequeños clips de metraje como fotogramas y borré digitalmente áreas de cada uno. Luego edité el nuevo metraje para mis propias narrativas. Lo cual dio como resultado Strange Weather (2005). No la he agregado aún a mi sitio de Vimeo, pero se exhibió en Rotterdam. Una vez que vi que mi experimento funcionó lo he explorado desde entonces.

Erasable Cities (2011)

Pablo Molina Guerrero: ¿Qué te pareció esta adaptación desde las artes visuales al cine?

Salise Hughes: Encontré que trabajar en cada fotograma de una película era como hacer una serie de pinturas. Si bien no sabía casi nada sobre películas experimentales, cuando comencé descubrí que mi formación en artes visuales se adaptaba muy bien al nuevo entorno del cine.

Pablo Molina Guerrero: Además de la inspiración provocada por ese experimento de Max Ernst, ¿hubo otro tipo de motivaciones para seguir trabajando con found footage y con la misma técnica?

Salise Hughes: El borrado fue inspirado inicialmente por el deterioro y la manipulación en películas que vi por Bill Morrison y otros. Como pintora, estaba interesada en el deterioro de las pinturas que vi en los museos. Las grietas y el desvanecimiento de esas pinturas se habían convertido a través de los años en parte de la imagen. Las pinturas eran cambiantes y mortales. Esto es, por supuesto, cierto para la películas también. A la vez, me inspiré como dije antes al hacer una película por sustracción, a través de la destrucción, o la muerte de una cosa, el nacimiento de otra…. Reciclar, regenerar, etc. Así que cualquier película que haga llevará estos temas como un subtexto. En mi película The Tourist (2008), me preguntaba cómo borrar los hermosos paisajes de El reportero (Professione: reporter, 1975) de Michelangelo Antonioni afectaría la figura de Jack Nicholson escalando una duna de arena. En ese caso, fue un descubrimiento. Pero en otras películas, como en Erasable Cities (2011), inspirada en la novela Las ciudades invisibles de Italo Calvino, y en mi largometraje Antarctica (2018), el borrado está incrustado en el tema de la pérdida; a través de la memoria y/o la destrucción real del mundo debido a la codicia y el interés propio.

Pablo Molina Guerrero: Salise, ¿con qué otro tipo de materiales trabajas además de 16mm?

Salise Hughes: Comencé con transferencias digitales de 16 mm y luego comencé a rippear DVD de imágenes de Hollywood. También uso videos de YouTube y archivos digitales de archive.org.

Tidal Wave (2007)

Pablo Molina Guerrero: En términos legales, ¿has tenido algún tipo de problema respecto a utilizar found footage?

Salise Hughes: No he tenido problemas para utilizar las imágenes que he utilizado, porque en EE.UU. estamos protegidos por lo que se llama Fair Use. Es un término legal que permite la parodia y otras interpretaciones creativas del trabajo de otra persona. Además, a menos que haya dinero involucrado…, y como nadie aquí está ganando dinero, a Hollywood realmente no le preocupa.

Pablo Molina Guerrero: ¿Y qué es lo que piensas respecto a los derechos de autor?

Salise Hughes: No soy fan de los derechos de autor, pero hay robo y es diferente de la apropiación. Sigo diciéndole a la gente que el arte no se hace en el vacío. Todos estamos influenciados por lo que nos rodea, construimos sobre el trabajo de otras personas para hacer algo nuevo. Hasta cierto punto, así es como se hace todo el arte. Creo que la apropiación comenzó con Duchamp, y hemos estado construyendo alrededor de esa idea desde entonces.

Pablo Molina Guerrero: Debido a que trabajas con Photoshop, ¿con los años has podido acelerar el ritmo de trabajo? ¿has encontrado otros métodos?

Salise Hughes: Borrando fotogramas individuales de películas se genera un movimiento frenético cuando se reproduce a la misma velocidad. Esta es la razón por la cual los animadores trabajan a 12 frames por segundo en lugar de 24. Cada clip de metraje manipulado debe reducirse al menos a un 50% cuando se edita. Esto crea una extraña velocidad doble: el movimiento ralentizado de la acción y el movimiento acelerado de la manipulación. También aprendí a usar metraje en bucle y otras técnicas para facilitar el trabajo.

Pablo Molina Guerrero: ¿Consideras que posees algún tema transversal en tu trabajo?

Salise Hughes: Caminar, correr o nadar son temas recurrentes. No puedo decirte con seguridad por qué. Actualmente estoy trabajando con películas caseras que acabo de descubrir de mi familia, y estoy usando imágenes de mí misma aprendiendo a caminar.

Pablo Molina Guerrero: Actualmente trabajas en tu primer largometraje, ¿puedes contarnos de qué trata?

Salise Hughes: Así es, el filme se llama Antarctica. Trata de un niño que corre para escapar del futuro dañado y roto que ha heredado en un lugar que nunca ha visto. Esta es también la trama básica de Los 400 golpes (Les quatre cents coups, 1959), y el héroe de Antarctica es una imagen repetida de Jean-Pierre Léaud corriendo, de la secuencia final de Los 400 golpes. Sólo los fotogramas de la película que lo contenían han sido rayados y destruidos. En este caso, el niño huye de la destrucción del mundo. Él corre hacia el único lugar que queda deshabitado y libre de daños causados por los humanos, la Antártida. Excepto que la Antártida se está derritiendo y es el centro de la próxima destrucción del mundo.

Pablo Molina Guerrero: ¿Cómo estás uniendo al niño de Los 400 golpes con otras citas cinematográficas?

Salise Hughes: El filme se desarrolla en la densa niebla de un sueño. No hay carreteras ni camino. El viaje es a través de su mente. Y así el chico viaja a través del tiempo y el espacio con facilidad. La mente se convierte en una pantalla de cine, capaz de evocar fragmentos de historias, recuerdos, imágenes borradas, raspadas y llenas de fantasmas. El viaje se realiza a través de esta densa colección de cultura popular y la historia del cine se utiliza para contar la historia de la codicia humana y el interés personal que ha llevado al fin del mundo.

Pablo Molina Guerrero: Me ha interesado mucho la forma en que has estado desarrollando tu largometraje por capítulos… ¿crees es más fácil exhibir así que en formato de largometraje?

Salise Hughes: Los largometrajes experimentales suelen ser más difíciles de exhibir que los cortometrajes. Los festivales raramente los toman en cuenta. Pero el formato corto puede ser una limitación para muchos cineastas. En EXcinema he incluido a más de ellos y la respuesta ha sido buena. Para mi largometraje, cuento la historia en capítulos o cortometrajes independientes. De esta forma, los cortometrajes se pueden mostrar en festivales mientras se está realizando el largometraje y con un poco de suerte, generar interés en el mismo cuando esté listo.

Pablo Molina Guerrero: Cuéntame un poco acerca de EXcinema, la agrupación de cineastas de la que formas parte en Seattle…

Salise Hughes: Seattle tiene algunos cineastas experimentales muy buenos, pero la comunidad a veces está fragmentada. EXcinema fue una forma de unirlos y tener un lugar propio. Tenemos otro espacio, Northwest Film Forum, pero trabajan con todo tipo de cineastas, por lo que no responden a nuestras necesidades.

Pablo Molina Guerrero: Ustedes realizan exhibiciones de sus propios filmes experimentales en sala, ¿cómo responde el público ante este tipo de obras?

Salise Hughes: Nuestras exhibiciones tienen seguidores leales. Algunos atraen audiencias más grandes que otros, pero el público siempre es muy receptivo y elogia nuestra programación.

Pablo Molina Guerrero: Por otra parte realizan los EXquisite Corpses, que son largometrajes colectivos inspirados en la lluvia de ideas de los surrealistas, ¿de dónde nació esta idea?

Salise Hughes: Empecé los EXquisite Corpses hace unos años con diferentes grupos de cine alrededor de Seattle. Cuando comencé con EXcinema, quería incluirlo en nuestra programación ya que reunía algunos de los objetivos que tenía para el grupo. Quería un proyecto que pudiera reunir a la comunidad cinematográfica experimental local. También acababa de regresar de una residencia en Belgrado, y esa experiencia me inspiró para abrir la convocatoria de forma internacional. Para The Spaces Between Cities (2015), tuve una convocatoria abierta en Frameworks para ver quién podría estar interesado y la respuesta fue realmente genial. Ahora hago una combinación entre la convocatoria abierta y algunos autores en específico. Una vez que se completan los proyectos, los cineastas participantes ayudan a organizar proyecciones cerca de ellos. Algunos de los realizadores de estos proyectos han contribuido a nuestra programación regular también.

Pablo Molina Guerrero: Desde hace tiempo me parece que el found footage es un término confuso, porque no todos los autores encuentran el metraje, sino que a veces lo buscan,… ¿qué opinas?

Salise Hughes: Estoy de acuerdo en que el término found footage es confuso. Personalmente, lo ocupo porque la gente entiende que no es tu metraje. Otros cineastas prefieren repurpose (reutilización), que es probablemente más preciso.

*Entrevista en español, publicada originalmente en RAM (Revista Archivo Manoseado), 2, (26-29), 2018. Disponible en: https://issuu.com/colectivomiope/docs/ram_n2/26